¿Jesús Si; Iglesia No?
y otras...
-Padre Jordi Rivero

Ver también: Iglesia

De nuestro correo...
No creo en la Iglesia pero si en Jesús...

Padre:
Para mi el no creer en la Iglesia no significa que siga a Jesús a medias. Es más, creo que si Jesús bajara otra vez a la Tierra tiraría a todas las Iglesias abajo y las crearía de nuevo. Por no "creer" en la iglesia no significa que deje de creer en Dios. Intento seguir al máximo los pasos de mi creador.

RESPUESTA

Querido amigo:

Dios te bendiga

Tus dos primeras palabras: "para mi", condicionan tu fe. El verdadero cristiano ha sometido su modo de interpretar y hacer las cosas a la verdad suprema que es Cristo. No una fe según nos parezca, lo cual sería caer en lo que S.S. Benedicto XVI ha llamado la "tiranía del relativismo".

¿Como sabes que sigues los pasos de tu creador? Recuerda que muchos quisieron hacer a Jesús rey, pero al día siguiente, cuando El les enseña que deben comer Su Cuerpo y beber Su Sangre, lo abandonaron porque pensaron que estaba loco Cf. Juan 6. Ellos querían a un Jesus a su manera.

San Pablo, sin embargo, es coherente con su fe cuando dice:

 "pues para mí la vida es Cristo, y la muerte, una ganancia" -Filipenses 1,21.

El no somete a Cristo a su gusto sino que somete su vida a Cristo. Esta misma coherencia lleva a San Pablo a dar su vida a Cristo sirviendo a la Iglesia. No se podrían entender las cartas de San Pablo si se suprimiese su enseñanza sobre ser Iglesia en Cristo. Claro que Pablo sabía de los pecados de los miembros de la Iglesia. En sus cartas los confronta con frecuencia. Pero también sabía que en la Iglesia fundada por Cristo los hijos de Dios son perdonados, son alimentados con el mismo Cristo en la Eucaristía, son instruidos en la Verdad y protegidos del maligno. En las cartas de San Pablo la palabra "Iglesia" o "iglesias" aparece 54 veces (¡94 veces en el N.T.!). Continuamente Pablo manifiesta su adhesión, amor y cuidado por la Iglesia a la cual reconoce como Cuerpo de Cristo.

Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia -Colosenses 1,24

De hecho las cartas de Pablo se dirigen a las iglesias o a los pastores de las iglesias, todos ellos miembros de la única Iglesia de Jesucristo. Pues no tiene Cristo sino un Cuerpo y una Esposa.

San Pablo también había perseguido a la Iglesia pero se arrepintió profundamente y reconoció que la Iglesia es de Dios.

Pues yo soy el último de los apóstoles: indigno del nombre de apóstol, por haber perseguido a la Iglesia de Dios. -I Corintios 15,9

¿Será entonces que la Iglesia verdadera dejó de existir?  Imposible, porque Jesús vino a salvar a los hombres de todas las generaciones hasta el fin del tiempo. Tenemos la promesa de Jesús:

Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. -Mateo 16,18

Jesús advirtió que habría escándalos en la Iglesia y fue muy severo al respecto. ¿Por que? ¿Acaso el rechazó a la Iglesia? ¡Al contrario!  Murió por ella. Jesús defiende a la Iglesia de los que quieren mancharla porque en ella recibamos Su vida y Salvación. Por eso increpa a los que en ella escandalizan, porque estos hacen que muchos se alejen de ella y se pierdan.

Si me dijeras que Jesús quiere renovar a su Iglesia estaríamos de acuerdo. La Iglesia siempre necesita renovación. Pero no se renueva tirándola por tierra y creando algo nuevo. Lo que Jesús hizo no puede cambiarse. No se puede cambiar en la Iglesia su doctrina ni su naturaleza ya que son de Cristo. La verdadera renovación es la que nos propuso Juan Pablo II y ahora Benedicto XVI con una nueva Evangelización. Son los hombres los que necesitamos renovarnos en la Iglesia. Los santos son los verdaderos renovadores de la Iglesia porque se nutren de ella y con gratitud le dan a ella los frutos de la gracia. Ellos manifiestan el poder de Cristo operante en su Iglesia.

San Pablo hace lo mismo que Cristo. En sus cartas confronta con frecuencia el pecado de los miembros de la Iglesia para que la gracias que Dios nos da en ella no sean obstaculizadas. Pablo sigue siempre fiel a su misión como pastor en la Iglesia, amándola y, como Jesús, dando su vida por ella.

Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, purificándola mediante el baño del agua, en virtud de la palabra, y presentársela resplandeciente a sí mismo; sin que tenga mancha ni arruga ni cosa parecida, sino que sea santa e inmaculada. -Efesios 5,25-27

Si amamos a Cristo no podemos sino amar a la Iglesia y obedecerla en todo, ya que El es su cabeza y nos habla a través de sus pastores (Cf. Lc 10,16)

Bajo sus pies sometió todas la cosas y le constituyó Cabeza suprema de la Iglesia -Efesios 1,22

Para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora manifestada a los Principados y a las Potestades en los cielos, mediante la Iglesia  -Efesios 3,10

A él la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones y todos los tiempos. Amén. -Efesios 3,21

No te salgas de la Iglesia. Salirse es tentador, es popular, es fácil de justificar, pero no es la voluntad de Cristo.  Los que permanecen fieles reciben el poder de Dios para vencer en las pruebas y manifestar la gloria de Dios.

Hasta tal punto que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las Iglesias de Dios por la tenacidad y la fe en todas las persecuciones y tribulaciones que estáis pasando. -II Tesalonicenses 1,4

El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. -Apocalipsis 3,22

En los Corazones de Jesús y María,

Padre Jordi Rivero



¿Dejar la Iglesia por la unidad familiar?

A mi esposa su familia le indujo a dejar la Iglesia Católica para irse a una iglesia cristiana. La verdad hace un año yo no lo aceptaba por nada. Este año ya bajé la guardia y he asistido con ella. Leo mi Biblia Católica (contiene los libros del periodo transición de incomunicación de Dios con su pueblo). Sin embargo la lucha a sido tenaz, pues desearía unificar criterio con mi esposa y no se que hacer, pues ni estoy aquí y ni allá. Me da sentimiento dejarla ir sola al culto, que de paso, es bonito.

¿Qué debo hacer? No creo que sea tan importante a cual iglesia asistimos mientras tengamos a Dios primero en todo.
Le agradezco su guía y consejo.  La Virgen María le guíe en el Amor hacía Jesús y por tanto hacía la gracía de Dios.

RESPUESTA

Querido hermano:

Algunas aclaraciones:

1 - Haces bien en respetar la conciencia de tu esposa. Está bien que asistas con ella a su iglesia siempre que no abandones a la Iglesia Católica. Ver: Ecumenismo.

2- Dices que la Biblia Católica contiene los libros del período de transición de incomunicación de Dios con su pueblo.
No existe tal “incomunicación de Dios”. Los libros de ese período son también Palabra de Dios y los cristianos así los aceptaron hasta que Lutero los quitó porque no le convenían para su "reforma". Ver: desarrollo del canon.

3- Algunos protestantes quieren pretender que solo ellos son cristianos. Se oye decir: "me fui de la iglesia católica y a la cristiana". Clarifiquemos: Los católicos somos cristianos. Nosotros reconocemos que los hermanos separados, si creen en Jesús, Dios y hombre, redentor, que por nosotros murió y resucito, también son cristianos. Pero no olvidemos que ser católico es creer en la plenitud de la fe cristiana. Ver Católico Cristiano.

4- Comprendo tu deseo por la unidad en tu hogar. Dios quiere matrimonios unidos y que ames a tu esposa. Pero la unidad no puede ser a costa de la verdad revelada por Jesucristo. Ninguno de los dos debe cambiar su fe por conveniencia. Es necesario que vuestro amor a Dios y al otro les haga capaces de llevar la cruz de no estar plenamente unidos en la fe. Con mutuo respeto sigan buscando el diálogo honesto.

Felizmente, nuestros hermanos separados comparten gran parte de nuestra fe en Cristo. Pero no toda. Ellos no aceptan la Eucaristía, la confesión, la unidad eclesial con el Santo Padre, la maternidad de María sobre los fieles, la comunión de los santos …..

No se puede seguir a Jesús y al mismo tiempo cambiar su doctrina. Por ejemplo, cuando Jesús enseñó sobre la Eucaristía, sus seguidores, en gran número, lo abandonaron (cf. Jn 6). Esos mismos seguidores querían hacerlo rey, pero el huyó de ellos, porque lo querían rey pero no aceptaban sus doctrinas. Para que conozcamos la verdad y seamos uno, Jesus instituyó su Iglesia con Apóstoles a los que dió autoridad para enseñar.

Ajustar nuestra fe según lo que nos convenga es quitarle a Jesús el primer lugar y someterlo a otros intereses.
Nada, ni siquiera salvar la vida o una aparente unidad matrimonial puede estar por encima de nuestra COMPLETA fidelidad a la doctrina de Jesus. La verdadera unidad no se logra sacrificando la verdad.

«¿Creéis que estoy aquí para dar paz a la tierra? No, os lo aseguro, sino división. Porque desde ahora habrá cinco en una casa y estarán divididos; tres contra dos, y dos contra tres;  estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.» Lucas 12:51-53

Jesus quiere paz y unidad. Debemos sinceramente amar a todos y respetar sus conciencias. Pero no podemos renunciar a la verdad que Jesús comunicó a su Iglesia en nombre de la paz y la unidad. Estas serían falsas. Los hermanos separados se siguen separando entre si y ya no se puede contar el número de iglesias que se llaman cristianas y tienen doctrinas divergentes, cada una según su propia interpretación del Evangelio.

Ciertamente Jesús manda a amar a las esposas pero no mas que a El. No al precio de la verdad. Eso no sería en verdad amor. No se puede cambiar la doctrina de Jesus aunque nos cueste la muerte o la división familiar.

«El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. El que no toma su cruz y me sigue detrás no es digno de mí. -Mateo 10:37-38

Cuando Jesus dice: «Yo os aseguro que nadie que haya dejado casa, mujer, hermanos, padres o hijos por el Reino de Dios, quedará sin recibir mucho más al presente y, en el mundo venidero, vida eterna.» Lucas 18:29-30, no esta instando al divorcio sino a ordenar las prioridades. Jesús le pide a algunos el celibato por el reino. A otros les llama al matrimonio, pero todos sometidos a la verdad.


En Jesus y María,

Padre Jordi Rivero


De nuestro correo: 
 
Soy católica no practicante pero si muy creyente.

RESPUESTA

Ver también: Iglesia -¿Por que es esencial que seamos Iglesia?

Estimada hermana en Cristo:

No dudo de su sinceridad. Pero debo clarificar que no se puede separar la práctica de la fe. Tener fe significa responder a lo que Dios nos ha revelado y Dios nos revela sus propósitos por medio de la Iglesia. La fe no se limita a sentimientos ni a escoger algunas obras buenas según nuestro gusto. La respuesta de la fe busca obediencia a todo lo revelado.  

¿De qué sirve, hermanos míos, que alguien diga: «Tengo fe», si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarle la fe?  -Santiago 2,14

Así también la fe, si no tiene obras, está realmente muerta. -Santiago 2,17

Un ejemplo: faltar por negligencia a la Santa Misa el domingo constituye una grave ruptura de nuestra alianza con Jesucristo. Manifiesta infidelidad a la alianza que El selló con Su sangre.  El hecho de que la mayoría de los cristianos hayan sido seducidos por el mundo y no sean fieles al Señor no nos justifica.

Como católicos creemos que la Iglesia guarda en su depósito de fe todo lo revelado. Cuando decimos que somos "practicantes" no estamos asumiendo que somos ya santos. Tan solo significa que tenemos la firme intención de ser buenos cristianos poniendo en práctica todo lo que Cristo, por medio de su Iglesia, nos propone como necesario. Ser "practicantes" está al alcance de toda persona de buena fe que tenga una básica instrucción religiosa y un sincero deseo de ser cristiano. 

Jesús le respondió: "Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado". -Juan 14,23-24 

Amar a Dios es obedecerle de corazón. Quien no pone en práctica Su Palabra no le ama. ¿Podemos decir que guardamos la Palabra de Jesús si no practicamos la enseñanza de la Iglesia? No es posible, porque  es precisamente la Palabra de Jesús lo que la Iglesia enseña y lo hace por mandato divino y guiada por el Espíritu Santo. La Iglesia enseña vivamente TODA la Palabra de Cristo (no solo aquellas que podamos deducir subjetivamente de nuestra lectura bíblica).  Solo en la Iglesia tenemos la garantía del mismo Dios de que la enseñanza es pura y la interpretación veraz. 

En la Iglesia Dios guía a su pueblo hacia el cielo como en el Antiguo Testamento guió a los Israelitas hacia la tierra prometida.  Si nos separamos de la Iglesia seríamos como un Israelita que se hubiese separado de Israel para buscar a Dios en solitario por el desierto. Simplemente ese no era ni es el camino de Dios.  Dios es Padre y nos quiere juntos en su Iglesia.  

Se muy bien que en la Iglesia ha habido, hay y habrá escándalos. El primero fue Judas. Jesús mismo nos advirtió que vendrían escándalos. 

Dijo a sus discípulos: Es imposible que no vengan escándalos; pero, ¡ay de aquel por quien vienen!  -Lucas 17,1 

Sin embargo, las Sagradas Escrituras nos enseñan que Jesús fundó la Iglesia y escogió apóstoles para ordenarla y gobernarla. Los Hechos nos revelan que ya los primeros cristianos eran Iglesia con todos los elementos esenciales. Nosotros debemos practicar sus enseñanzas como lo hacían ellos.

Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones.  -Hechos 2,42

 


De nuestro correo:
Soy espiritual pero no religioso
Lo importante para mi es la espiritualidad y no la religiosidad. Soy discípulo de Cristo a través de unos sueños bellísimos con Jesús y con la Virgen
 
Pienso que no solo es la nueva era una religión inventada por los hombres, sino todas las demás. En el credo, cuando llego a donde dice "creo en la santa iglesia Católica", realmente no soy capaz de pronunciarla de corazón.
 

RESPUESTA
Estimado amigo:

Dices: "Lo importante para mi es la espiritualidad y no la religiosidad". 
Respuesta:
Primero veamos la definición de "religión": "Conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad...">>>.  Si reconocemos que Jesús revelo muchas verdades y las comunico a sus discípulos para ser creídas y vividas, entonces no podemos prescindir de la religión. El cristianismo no puede reducirse a un sentir subjetivo a favor de Jesús ni a una seguimiento según nos guste. 

Jesús:

«No todo el que me diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial.  Muchos me dirán aquel Día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?"  Y entonces les declararé: "¡Jamás os conocí; apartaos de mí, agentes de iniquidad!"
-Mateo 7,21-23.

Sobre la importancia de ser miembro de la Iglesia, te refiero al artículo "No creo en la Iglesia pero si en Jesús"

Creer que todas lar religiones son invento humano es negar que Dios se haya dado a conocer. Si Dios no ha revelado nada, entonces Cristo pasaría a ser un impostor. Es fácil darse por vencido y negar toda creencia. Pero el nihilismo no es el camino que Cristo enseñó.

Dices: "Soy discípulo de Jesús a través de sueños"
Respuesta:  
Es cierto que Dios puede comunicarnos mensajes por medio de sueños. Pero también puede hacerlo el demonio que, siendo mentiroso, puede aparecer como un ángel bueno. Es necesario saber discernir quien se comunica con nosotros. Sabemos que el espíritu no es de Dios si nos propone una doctrina diferente a la que hemos recibido de Cristo.

San Pablo:

 Gálatas 1,6-8
Me maravillo de que abandonando al que os llamó por la gracia de Cristo, os paséis tan pronto a otro evangelio - no que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren deformar el Evangelio de Cristo -.  Pero aun cuando nosotros mismos o un ángel del cielo os anunciara un evangelio distinto del que os hemos anunciado, ¡sea anatema!

II Corintios 11,3-4
Pero temo que, al igual que la serpiente engañó a Eva con su astucia, se perviertan vuestras mentes apartándose de la sinceridad con Cristo.  Pues, cualquiera que se presenta predicando otro Jesús del que os prediqué, y os proponga recibir un Espíritu diferente del que recibisteis, y un Evangelio diferente del que abrazasteis ¡lo toleráis tan bien!


Creo en Jesús pero no creo en ninguna Iglesia. Se que no soy ateo. ¿Que soy?

 RESPUESTA

Todos los que han sido bautizados y creen que Jesus es Dios y hombre, que murió para salvarnos y resucitó son cristianos.

Pero si no crees en la necesidad de ser miembro de la Iglesia eres un cristiano confundido, ya que no has entendido el Nuevo Testamento.
Tu
fe en Cristo es limitada ya que no crees en su designio de salvación. Jesús mismo instituyó la Iglesia para que por medio de ella recibamos su vida.

A pesar del pecado de sus miembros, Jesus continúa por medio de la Iglesia santificando y enseñando.  En ella Jesus nos hace suyos en el Bautismo, nos perdona los pecados en la confesión, se hace presente en la Eucaristía, une en sacramento de matrimonio,  nos da pastores y hermanos y nos prepara para la muerte.  Los hombres no somos siempre fieles pero Jesus si que lo es.  Los cristianos desde el principio sabían que Jesus los había llamado a ser Iglesia y así lo vemos en la Biblia.  

En los corazones de Jesús y María,

Padre Jordi Rivero

 

siervas_logo_color.jpg (14049 bytes)
Regreso a la página principal
www.catolico.org
Laudetur Jesus Christus.
Et Maria Mater ejus. AmenCopyright © 2002