TEOLOGIA DE LA LIBERACIÓN
Padre Jordi Rivero

Sobre la educación y la teología de la liberación -Benedicto XVI, 7 Dic, 09


En la reunión de la Conferencia Episcopal Latino Americana (CELAM) en Medellín, Colombia, en 1968 se hizo énfasis en el compromiso de la Iglesia con los pobres. Dicho compromiso refleja el sentir del Evangelio, vivido admirablemente por los santos de todas las épocas y enseñado insistentemente en el magisterio de los papas. Sin embargo, la solidaridad con los pobres sigue siendo un aspecto de la fe rechazado u olvidado por muchos.

La Teología de la Liberación es un movimiento teológico que busca responder a esta necesidad. Una de las mas famosas obras de este movimiento es Historia, Política y Salvación de Una Teología de Liberación, del sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez, 1973. 

Es difícil definir la Teología de la Liberación dado a sus complejos y múltiples puntos de vista, pero se puede decir que busca analizar el significado de las clases sociales y la pobreza y la justicia. Una corriente bastante amplia de dicha teología ha causado confusión y desvíos al mezclar el marxismo y otras ideologías políticas con el cristianismo. 

El Papa Juan Pablo II pidió a la Congregación para la Doctrina de la Fe un extenso estudio de la Teología de Liberación. Los resultados del estudio fueron publicados en dos documentos:

- Libertatis Nuntius  Instrucciones sobre Algunos Aspectos de la Teología de Liberación -1984

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Libertatis Conscientia  Instrucción sobre Libertad Cristiana y Liberación -1986.

Estos documentos ofrecen una sólida explicación tanto de los puntos positivos como de los graves errores de ciertas corrientes de la teología de la liberación.

El primer documento expresa la seria reserva de la Santa Sede a la Teología de la Liberación según ha sido expuesta por Gutiérrez y otros de la misma línea, especialmente en lo referente a la aceptación del análisis de los elementos de clase Marxista.

El segundo documento, al reconocer la importancia de una auténtica solidaridad con los pobres, ofrece las bases para una ortodoxa doctrina social. Para ello enfatiza la naturaleza de la liberación, como tema esencial de la teología y fe judeo-cristiana.

Ver también las reflexiones del Cardenal Ratzinger (prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe) sobre el estado actual de la fe y la teología, Guadalajara, 1998.

Una justa crítica a la Teología de la Liberación no niega las graves injusticias que sufren los pueblos y la responsabilidad del cristiano de trabajar para aliviarlas en la línea de la auténtica doctrina social de la Iglesia, la cual se fundamenta en las Sagradas Escrituras y las enseñanzas de los Padres.

Ver también: Doctrina Social de la Iglesia


Laudetur Jesus Christus.
Et Maria Mater ejus. Amen


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