Europa
Resucit�

 �Ha resucitado, no est� aqu� (Mc 16,6)
��D�nde est�, oh muerte, tu victoria? �D�nde est�, oh muerte, tu aguij�n?� (1 Co 15,55)

La Resurrecci�n del Se�or

La pascua celebra la resurrecci�n de Jesucristo, victorioso sobre la muerte. Su victoria es nuestra victoria. Verdad fundamental de la fe cristiana. Un canto pascual a esta fiesta la llama "La reina de todas la estaciones," "d�a esplendoroso," "la fiesta regia de todas las fiestas". �ste es el d�a que hizo el Se�or. La Iglesia se re�ne felizmente cansada despu�s de la intensidad de la Vigilia Pascual. El Padre nos recibe en casa, como al hijo pr�digo, nos agasaja con un banquete y nos da una t�nica nueva.

Seg�n San Le�n Magno, Jes�s se apresur� a resucitar cuanto antes porque ten�a prisa en consolar a su Madre y a los disc�pulos (Serm�n 71, 2).

Ya han pasado los 40 d�as del ayuno cuaresmal. Hoy comenzamos "los Cincuenta D�as de la Pascua," siete semanas m�s un d�a�una "semana de semanas" desde ahora hasta la fiesta de Pentecost�s. En estos cincuenta d�as nuestro Se�or resucitado nos dirige hacia el sol de la primavera. Nuestro maravilloso Jardinero planta su cruz entre nosotros como nuevo �rbol de la vida. Nuestro Buen Pastor nos conduce a los pasos floridos del para�so.


"Mientras estaban desconcertadas a causa de esto, se les aparecieron dos hombres con vestiduras deslumbrantes.
Como las mujeres, llenas de temor, no se atrev�an a levantar la vista del suelo, ellos les preguntaron: "�Por qu� buscan entre los muertos al que est� vivo? No est� aqu�, ha resucitado. Recuerden lo que �l les dec�a cuando a�n estaba en Galilea: 'Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores, que sea crucificado y que resucite al tercer d�a'". (Lc 24, 4-8).




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Resurecci�n por Carl Bloch
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Resurecci�n por Carl Bloch

Fiesta de la Pascua
Resurrecci�n
Canciones de Pascua
Lecturas Dominicales
Lecturas del Oficio Divino
Preg�n Pascual
Regina Coeli
Santo Sepulcro
Sudario de Tur�n
Enigma para la ciencia
sabidur�a de un ni�o
Melit�n de Sardes (S.II)  
Beata Ana Catalina Emmerich

Mensajes del Papa 
Homil�a, Vigilia de Pascua 2011
2010
La resurrecci�n del Se�or es nuestra esperanza 2009.
Holmil�a de Pascua 2008
He resucitado, estoy siempre contigo. �Aleluya!
-Benedicto XVI
Mensaje Urbi et Orbi 2011 (a la ciudad y al mundo)  2010

 

Domingo de la Misericordia: 2 Domingo de Pascua


La Vida triunf� sobre la muerte para siempre
Las armas victoriosas de Jes�s son el amor, la humildad y la obediencia.
El enemigo arrogante, por matar al Siervo Doliente qued� el mismo vencido.
Se abre la tumba y se derrama sobre la tierra la misericordia.
Abranse los corazones a la misericordia
Todo est� orientado nuevamente al Hijo que da vida �Vida eterna!.
En Cristo todo alaba al Padre

Su Evangelio sacia plenamente el anhelo de paz y de felicidad que habita en todo coraz�n humano.
Cristo ahora est� vivo y camina con nosotros.
�Inmenso misterio de amor!
Christus resurrexit, quia Deus caritas est! Alleluia
(Benedicto XVI, Mensaje Urbi et Orbi, Pascua 2006)

  

Jesucristo Misericordioso

Fiesta segundo domingo de pascua

 


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Homil�a de S.S. Benedicto XVI en la Vigilia Pascual 2008

�Ha resucitado, aleluya!�

�Sursum corda�, levantemos el coraz�n, fuera de la mara�a de todas nuestras preocupaciones, de nuestros deseos, de nuestras angustias, de nuestra distracci�n, levantad vuestros corazones, vuestra interioridad� siempre debemos apartarnos de los caminos equivocados, en los que tan a menudo nos movemos con nuestro pensamiento y obras. Siempre tenemos que dirigirnos a �l, que es el Camino, la Verdad y la Vida. Siempre hemos de ser �convertidos�, dirigir toda la vida a Dios. Y siempre tenemos que dejar que nuestro coraz�n sea sustra�do de la fuerza de gravedad, que lo atrae hacia abajo, y levantarlo interiormente hacia lo alto: en la verdad y el amor.

En esta hora damos gracias al Se�or, porque en virtud de la fuerza de su palabra y de los santos Sacramentos nos indica el itinerario justo y atrae hacia lo alto nuestro coraz�n. Y lo pedimos as�: S�, Se�or, haz que nos convirtamos en personas pascuales, hombres y mujeres de la luz, colmados del fuego de tu amor. Am�n. 
 


Vigilia Pascual 2007 -Benedicto XVI, homil�a

Benedicto XVI, Pascua 2007"-Sus heridas os han curado" (1 P 2,24), �ste es el anuncio que Pedro dirigi� a los primeros convertidos. Aquellas llagas, que en un primer momento fueron un obst�culo a la fe para Tom�s, porque eran signos del aparente fracaso de Jes�s; aquellas mismas llagas se han vuelto, en el encuentro con el Resucitado, pruebas de un amor victorioso. Estas llagas que Cristo ha contra�do por nuestro amor nos ayudan a entender qui�n es Dios y a repetir tambi�n: "Se�or m�o y Dios m�o". S�lo un Dios que nos ama hasta cargar con nuestras heridas y nuestro dolor, sobre todo el dolor inocente, es digno de fe.

 
Los huevos de Pascua
Tradici�n de la iglesia de oriente. Los huevos son s�mbolo de la tumba, que con la resurrecci�n de Cristo ha sido rota como c�scara de huevo. Sus colores de arco iris nos recuerdan la alianza que Dios hizo con No� y la promesa de Dios a todas las criaturas sobre la tierra. Son colores festivos. La b�squeda de huevos es el modo acostumbrado de celebrar a las mujeres que llegaron a la tumba para embalsamar el cuerpo del Se�or. El �ngel brillante en sus vestiduras les pregunt�: "�Por qu� buscan entre los muertos al que est� vivo? �Cristo ha resucitado!"


SECUENCIA
Victima paschali laudes

Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la V�ctima
propicia de la Pascua.

Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
uni� con nueva alianza.

Lucharon vida y muerte
en singular batalla,
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.

��Qu� has visto de camino,
Mar�a, en la ma�ana?�
�A mi Se�or glorioso,
la tumba abandonada,
 

los �ngeles testigos,
sudarios y mortaja.
�Resucit� de veras
mi amor y mi esperanza!

Venid a Galilea,
all� el Se�or aguarda;
all� ver�is los suyos
la gloria de la Pascua.�

Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que est�s resucitado;
la muerte en ti no manda.

Rey vencedor, api�date
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa.
Am�n. Aleluya.
 

 
�Hoy el cielo y la tierra cantan �el nombre� inefable y sublime del Crucificado resucitado.

Todo parece como antes, pero, en realidad,
nada es ya como antes.
�l, la Vida que no muere, ha redimido y vuelto a abrir a la esperanza a toda existencia humana.

�Pas� lo viejo, todo es nuevo� (2 Co 5, 17).

Todo proyecto y designio del ser humano, esta noble y fr�gil criatura, tiene hoy un nuevo �nombre� en Cristo resucitado de entre los muertos,
Porque �en �l hemos resucitado todos��.

(Juan Pablo II, Mensaje de Pascua para el Nuevo Milenio)
 
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