MODERNISMO
«cifra de todas las herejías».

Clarificación: No todo lo moderno es "Modernismo"

Entrevista de Zenit con el Padre Alberto J. González Chaves, autor del libro Rafael Merry del Val, de la Editorial San Pablo. Merry del Val fue el secretario de estado del papa Pio X. - 23 Feb,2005

¿Es vigente hoy un personaje que condenó el modernismo?

--González: Algunos ven en Pío X un arquetipo de intransigencia doctrinal frente a las corrientes intelectuales de su época. Pero como se trata de un santo canonizado, se presenta a su secretario de Estado como verdadero responsable de la política vaticana. Tejida la leyenda negra, Merry sería así un inquisidor implacable.

Propiamente, Merry del Val no condenó nada. Como Secretario de Estado, secundó siempre las iniciativas del Papa y le orientó en las materias en que este solicitaba su valioso parecer.

A la muerte de León XIII la Iglesia vivía con una relativa tranquilidad externa; sin embargo, ciertas corrientes teológicas amenazaban la unidad de la fe católica. Ya León XIII lo había previsto, condenando el Americanismo (reviviscencia de la herejía pelagiana, traducida en un activismo naturalista), orientando los estudios bíblicos con su Encíclica «Providentissimus», y dando nuevo empuje a la Teología de Santo Tomás.

Pero el modernismo no mostró su descaro hasta los días de San Pío X, constituyendo el ambiente agresivo y complejo dentro del cual debió moverse su pontificado. La firmeza del Papa marcó una etapa renovadora.

Los de su pontificado fueron once años de vigorización del espíritu religioso que produjeron una fecunda floración de vida cristiana. La condenación del modernismo con la publicación de la Encíclica «Pascendi» y del Decreto «Lamentabili» orientó a los católicos en un tiempo en que, más que rebrotar las herejías de antaño, se adulteraba la genuina doctrina católica de manera que poco a poco se confundiese con la parte más caduca y viciada del progreso moderno.

En 1906 escribía el cardenal: No me sorprendería nada que, más pronto o más tarde, el Santo Padre deba denunciar las modernas herejías, que están haciendo un daño incalculable, destruyendo la fe a derecha e izquierda... Yo veo el juego... Intentan hacer ver que muchas de sus opiniones pueden clasificarse como la doctrina de Newman, y así se colocan tras este gran nombre para eludir la censura.

Las modernas herejías que denuncia aparecían como moderadas, y sus argumentos especiosos convencían a muchos y lograban condescendencias y hasta complacencias. Merry, con Pío X, desenmascara los peligrosos sofismas que tratan de presentarse como modernas conquistas de la cultura.

Así pues --respondiendo ya directamente a su pregunta-- es un personaje de plena vigencia para la Iglesia de hoy, cuando ciertos sectores progresistas, creyendo haberse liberado de muchos lastres multiseculares de la tradición católica --que estaría plagada de ignorancias, errores y falsificaciones--, y apartándose ostensiblemente del infalible Magisterio del Romano Pontífice, están convencidos de que han llegado a descubrir el verdadero cristianismo.

--¿Qué le dice a la Europa de hoy un personaje como Merry del Val, nacido en Londres, fallecido en Roma y testigo excepcional de la historia convulsa de Europa del primer tercio del siglo XX?

--González: Rafael Merry del Val tenía sangre irlandesa, inglesa, escocesa, holandesa y, sobre todo, española: las mejores cualidades de cinco naciones, a las que habría que sumarles Italia, su segunda patria. Era realmente un hijo de Europa, de la que conocía lenguas y tradiciones culturales.

Todo un hombre de su tiempo. Por ello, en buena medida, Pío X lo nombró su Secretario de Estado. Y ambos --ha escrito recientemente monseñor Justo Mullor, arzobispo español sucesor de Merry como Presidente de la Academia Pontificia Eclesiástica-- «trataron de ser testigos de una Iglesia contemplativa y activa en uno de los momentos más complejos y determinantes de la moderna historia europea: esa en que el racionalismo exacerbado, de una parte, y los intereses nacionalistas, de otra, pusieron las coordenadas que, en el interior de la Iglesia habrían de crear desasosiegos profundos, y en el ancho mundo --sobre todo en Europa-- dos absurdas y sangrientas guerras mundiales y una larga guerra fría.»

Hoy, cuando se nos quiere imponer una Europa sin Dios, despojada de sus raíces cristianas, en que el materialismo de rostro capitalista y el liberalismo agnóstico acaban negando la Ley natural y conducen a increíbles aberraciones morales bajo capa de modernidad; hoy cuando la Iglesia es ninguneada, si no ridiculizada o abiertamente perseguida como la oscura representante de posiciones atávicas, ya superadas; hoy el ejemplo de Merry del Val nos recuerda la frase de Juan Pablo II en su última visita a España: «Se puede ser moderno y profundamente fiel a Jesucristo».

El venerable cardenal, a los 75 años de su muerte, nos repite que la Iglesia católica, contra la que no prevalecerán las puertas del infierno, es aun hoy portadora de la radiante luz de Jesucristo, Salvador del mundo.

Entrevista completa: ZS05022309

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