VIDEOJUEGOS

El videojuego, como los otros medios de comunicación, puede utilizarse para el bien o para el mal. Hay en el mercado videojuegos educativos para los niños. Entre estos está "Food-Force", desarrollado por el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas. El juego intenta enseñar a los niños los desafíos logísticos de entregar alimentos en el contexto de una gran crisis humanitaria.

Existen videojuegos cristianos, entre ellos "Catechumen" y "Bible Game". La organización "Christian Game Developers Foundation" se dedica a promover la producción de juegos cristianos. Pero, desafortunadamente, lo que más abunda son los juegos violentos y de sexualidad explícita, juegos que explotan las pasiones bajas. Estos se están haciendo cada vez más realistas y perniciosos. Según la agencia Zenit, los investigadores «creen que la evidencia de que la violencia en los medios contribuye a la ansiedad, la falta de sensibilidad y un aumento de la agresión es aplastante y virtualmente unánime».

Es normal que a los niños les gusten los juegos de acción y de aventura. Pero algo anda mal cuando la "diversión" se basa en algún tipo de abuso contra seres humanos: Ej. Matar, violar, torturar, etc. Un falso concepto de libertad ha permitido la venta de este tipo de juegos sin considerar las consecuencias.

Existe un organismo autorregulador creado por la industria del juego, pero los padres deben tener mucha cautela en confiar las ovejas al lobo. Los gobiernos, los educadores y sobre todo los padres, tienen el deber y el derecho de proteger a los pequeños ya que estos juegos afectan profundamente el corazón de la persona. Los niños están expuestos a esta plaga de violencia e impureza desde muy temprana edad (muchos comienzan a los 3 años de edad). La industria de los videojuegos produce más ingresos que las películas y que la música.

Los padres, en vez de prohibir todo juego, harían bien en supervisarlos para filtrar los juegos dañinos. Lo ideal sería ofrecerle a los niños mejores juegos que combinen valores cristianos y la capacidad de sostener el interés del niño. Pero también los juegos buenos deben usarse con mesura de manera que el niño no quede absorto en ellos.

El peligro no es solo para niños. Ningún cristiano debería utilizar juegos que incitan a la inmoralidad. Creo que se podría decir "dime qué  juegas y te diré quien eres".

La agencia Zenit ( ZS05061103, 11 Junio, 2005) publicó el resultado de varios estudios sobre las consecuencias de los videojuegos. Estos advierten varios peligros derivados de los juegos violentos: La trivialización de la violencia, comportamiento agresivo. 
 

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