MARIA

1.   MARIA: LA NUEVA EVA.

2.   MARIA EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS I.

3.   MARIA EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS II.

4.   ¿ES VERDAD QUE LOS CATOLICOS ADORAMOS A MARIA?

5.   LA VIRGINIDAD DE MARIA A LA LUZ DE LA BIBLIA.

6.   MARIA EN LA IGLESIA CATOLICA.

7.   MARIA Y LOS SANTOS Y MISTICOS.

8.   APUNTES SOBRE LA MADRE DE DIOS I.

9.   APUNTES SOBRE LA MADRE DE DIOS II.

10.                LAS APARICIONES DE LA VIRGEN MARIA.

11.                LA VIRGEN DE GUADALUPE.

12.                IMAGENES DE LA VIRGEN QUE LLORAN Y SANGRAN.

13.                ¿FRAUDE O REALIDAD?

14.                MARIA Y LOS PROTESTANTES.

15.                CONVERSIONES AL CATOLICISMO POR LA INTERCESION DE MARIA.

16.                LA VIRGEN MARIA: PROTECTORA DE LOS EJERCITOS CATOLICOS.

17.                EL TRASLADO DE LA SAGRADA CASA DE NAZARET.

18.                LA CASA DE LA VIRGEN EN EFESO.

19.                ULTAJES CONTRA LA SANTISIMA VIRGEN.

20.                FRASES CELEBRES EN HONOR DE MARIA. 

 

MARIA: LA NUEVA EVA 

AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS. 

El Papa Juan Pablo II hizo una interesante comparación entre Eva y María: 

EVA: SE LE APARECE EL ANGEL CAIDO EN FORMA DE SERPIENTE: “La serpiente era más astuta que todos los animales salvajes que Dios el Señor había creado, y le preguntó a la mujer: -¿Así que Dios les ha dicho que no coman del fruto de ningún árbol del jardín?” (Génesis 3,1). 

MARIA: SE LE PRESENTA UN ANGEL DEL SEÑOR: “A los seis meses, Dios mandó al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nazaret, a visitar a una mujer virgen llamada María, que estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David” (Lucas 1,26-27). 

EVA: ESTA AL PIE DEL ARBOL DEL BIEN Y EL MAL: “Y la mujer contestó: - Podemos comer del fruto de cualquier árbol, menos del árbol que está en medio del jardín. Dios nos ha dicho que no debemos comer ni tocar el fruto de ese árbol, porque si lo hacemos moriremos. Pero la serpiente le dijo a la mujer: -No es cierto. No morirán. Dios sabe muy bien que cuando ustedes coman del fruto de ese árbol podrán saber lo que es bueno y lo que es malo, y que entonces serán como Dios” (Génesis 3,2-5). 

MARIA: ESTA AL PIE DEL MADERO DE LA CRUZ: “Junto a la cruz de Jesús estaba su madre” (Juan 19,25).   

EVA: DESOBEDIENCIA AL MANDATO DE DIOS: “La mujer vio que el fruto del árbol era hermoso, y le dieron ganas de comerlo y de llegar a tener entendimiento. Así que cortó uno de los frutos y se lo comió. Luego le dio a su esposo, y él también comió” (Génesis 3,6). 

MARIA: OBEDIENCIA AL MANDATO DE DIOS: “Entonces María dijo: -Yo soy esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho. Con esto, el ángel se fue” (Lucas 1,38). 

EVA: ENTRO EL PECADO AL MUNDO: “El hombre contestó: -La mujer que me diste por compañera me dio de ese fruto, y yo lo comí. Entonces Dios el Señor le preguntó a la mujer: -¿Por qué lo hiciste? Y ella respondió: -La serpiente me engañó, y por eso comí del fruto” (Génesis 3,12-13). 

MARIA: ENTRO LA SALVACIÓN AL MUNDO: “Pero cuando se cumplió el tiempo, Dios envió a su Hijo, que nació de una mujer, sometido a la ley de Moisés, para dar libertad a los que estábamos bajo la ley, para que Dios nos recibiera como a hijos” (Gálatas 4,4-5). 

EVA: MADRE DE LOS VIVIENTES: “El hombre llamó Eva a su mujer, pues ella fue la madre de todos los que viven” (Génesis 3,20). 

MARIA: MADRE DE LA IGLESIA: “Cuando Jesús vio a su madre, y junto a ella al discípulo a quien él quería mucho, dijo a su madre: -Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego le dijo al discípulo: -Ahí tienes a tu madre. Desde entonces, ese discípulo la recibió en su casa” (Juan 19, 26-27).
 

MARIA  EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS I. 

AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS. 

 ! Cuántas veces no hemos escuchado a los evangélicos y demás cristianos  acusar a los católicos de   adorar a “María “ como si fuera una  “Diosa”!.  Desobedeciendo así el primer mandamiento de la ley de Dios dado a Moisés en el monte  Sinaí,  que dice: “Adorarás al señor  tu Dios  y sólo a él darás culto”. (Deuteronomio  6,13),   “no tendrás otros Dioses a parte de mí”  (Éxodo 20, 3). 

La Iglesia Católica ha aceptado fielmente este decreto divino en la persona de “Dios Padre” (Éxodo 20,1) y en “Jesucristo” quien “es la imagen visible de Dios,  que es invisible “, (Colosenses 1, 15). “Él es el resplandor glorioso de Dios, la imagen misma de lo que Dios es” (Hebreos 1,3). Los católicos no “adoramos” a María, sino que la “veneramos” (Respeto especial), porque es ella la mujer escogida por el Padre Eterno, para que fuera la Madre de su “Hijo Unigénito” pues  “la Mujer dio a luz un hijo varón. El cual ha de gobernar a todas las naciones con cetro de hierro”  (Apocalipsis 12, 5), comparar con (Lucas 1, 32- 33). 

El ángel San Gabriel dice que María es “ la favorecida de Dios” (Lucas 1, 28), y su prima Santa Isabel  la llama “Bendita entre todas las mujeres” (Lucas 1, 42); es también la  “nueva Eva”, anunciada desde el principio en el libro del Génesis después de la desobediencia de nuestros primeros padres en el paraíso, cuando “Dios el Señor” le dijo a la serpiente: “Haré que tu y la mujer sean enemigas, lo mismo que tu descendencia y  su descendencia” (3, 15), o también “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer, y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamiento de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo” (Apocalipsis 12,17).   

De la vida de María sabemos que era una joven de raza Judía de unos  15 años  de edad, que vivía en el pequeño pueblo de Nazaret (Israel), y estaba comprometida en matrimonio con José, descendiente del rey David (Lucas 1, 26 – 27), hombre justo” o“ santo”  (Mateo 1,19). Las Escrituras nos aportan una valiosa información sobre las virtudes en ella, como la confianza absoluta al mandato de Dios, al responder al ángel: “Hágase en mí según tu palabra”, y su humildad llamándose así misma como la “esclava Del señor” (Lucas 1, 38). La concepción del Hijo de Dios, es fruto del Espíritu Santo y el poder del Dios Altísimo, que descansó sobre Ella como una nube (Lucas 1,35); tal cómo sucedía cuando Yahvé descendía en la Tienda del Encuentro del   Santuario,  construido  por Moisés (Éxodo 40, 35). Por eso,  la Virgen María es llamada por los teólogos como el “nuevo Santuario”.  

El evangelista menciona la pobreza en que vivía con su esposo,  ya que “sucedió que mientras estaban en Belén, le  llegó a María el tiempo de dar a luz.  Y allí nació su primer hijo, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en el establo, porque no  había alojamiento para ellos en el mesón” (Lucas 2, 6 –7). A los ocho días del nacimiento del Niño tenía que ser circuncidado, según la tradición judía, la ceremonia debía efectuarse en el seno de la familia a cargo del padre. La ley hebrea mandaba que desde el nacimiento del primogénito a la purificación de la Madre en el Templo de Jerusalén, transcurrieran cuarenta días; las familias pobres ofrecían al Señor un humilde sacrificio de un par de tórtolas o dos pichones de paloma, como fue el caso de la Sagrada Familia (Lucas 2,24). 

Resalta en María su angustia al encontrar después de tres días  de desaparecido a Jesús  de doce años, sentado entre los doctores de la ley en el Santuario de la Ciudad Santa  (Lucas 2, 48), guardando todas estas cosas en su corazón  (Lucas 2, 51).  La fidelidad a su Hijo  en las bodas de Caná, al indicarle a los que estaban sirviendo el vino “Hagan todo lo que Él les diga”  (Juan 2,5); Y en el Pentecostés,   cuando recibe el Espíritu Santo en forma de llamas de Fuego, en compañía de los once apóstoles, los parientes de Jesús y otras mujeres  (Hechos 1, 12 – 14).      

El dolor de toda buena Madre al ver a Cristo clavado en la cruz lleno de heridas y golpes en todo el cuerpo (Juan 19, 25; Isaías 52, 13 –14), hasta el punto que  era como si una espada le traspasara su alma. Cumpliéndose así la profecía de Simeón, cuando el pequeño  Jesús fue presentado por sus padres en el templo de la Ciudad de Dios, según la ley mosaica (Lucas 2,22-35; Juan 19,31-34). Sin embargo, y a pesar del agotamiento físico y la cruel agonía en el madero, el Mesías  antes de Morir sacó fuerzas suficientes para encomendar su cuidado a Juan, el “discípulo amado”, quien “la  recibió  en su casa” (Juan 19, -27). 

Por todos estos argumentos bíblicos, la Iglesia Católica reconoce que María es la  “madre del Señor” (Lucas 1,43), quien tomó la naturaleza humana al nacer de su vientre para traer la salvación a toda la humanidad (Gálatas 4,4; Filipenses 2,6-8). La Santísima Virgen proclama que todas las generaciones la llamarán “Bienaventurada”, porque el Todopoderoso ha hecho en ella grandes cosas (Lucas 1,48 – 49). María es “Bienaventurada”, no solo por el hecho de haber sido la Madre del Salvador (Lucas 11,27-28), sino por haber sido obediente al decreto divino (Lucas 1,45). Finalmente, en el último libro de la Biblia, llamado el Apocalipsis (o Revelación), la muestra como una “reina radiante” pues “Apareció en el cielo una gran señal: una mujer envuelta en el sol como en un vestido, con la luna bajo sus pies y una corona de dos estrellas en la cabeza” (12, 1).
 

MARIA  EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS II. 

AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS. 

El evangelio de San Lucas ha sido llamado como el “evangelio de María”, porque según el mismo autor ha investigado la vida de Jesucristo “todas las cosas desde su origen” (1,3), y la única persona que estuvo desde el principio de la vida terrenal del Santo de Dios fue su Madre. 

Las cinco veces en que Nuestra Señora habla en los evangelios, son: 

“María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? Pues no conozco varón” (Lucas 1,34). 

“María dijo: He aquí la esclava del Señor, hágase conmigo conforme a tu palabra” (Lucas 1,38). 

“María dijo: Engrandece mi alma al Señor; Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.

Porque ha mirado la bajeza de su sierva; pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones.

Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; santo es su nombre.

Y su misericordia es de generación en generación a los que le temen.

Hizo proezas con su brazo; esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones.

Quitó de los tronos a los poderosos, y exaltó a los humildes.

A los hambrientos colmó de bienes, y a los ricos envió vacíos.

Socorrió a Israel su siervo, acordándose de la misericordia.

De la cual habló a nuestros padres, para con Abraham y su descendencia para siempre.” (Lucas 1,46-55).

 

“Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia” (Lucas 2,48). 

“Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino…Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere” (Juan 2,3.5)  

En la oración del Magnificat se evidencia en María su amplio conocimiento en la Biblia, pues se calcula que hizo más de veinte referencia del Antiguo Testamento.   

Los siete dolores, llamados también siete eventos de su vida o las siete espadas que le atraviesan su inmaculado corazón, son: 

a.   La profecía de Simeón en el Templo de Dios (Lucas 2,34-35). 

b.   La huida de la Sagrada Familia a Egipto (Mateo 2,13). 

c.   La pérdida del joven Jesús durante tres días en el Santuario de Jerusalén (Lucas 2,46). 

d.   El camino de Cristo al Calvario (Juan 19,17). 

e.   La crucifixión de su amado Hijo (Juan 19,18). 

f.    La bajada de la cruz (Lucas 23, 50-53). 

g.   La sepultura del Señor (Mateo 27,59-60). 
 

¿ES VERDAD QUE LOS CATOLICOS ADORAMOS A MARIA? 

AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS.   

INTRODUCCION: ¡Cuántas veces no hemos escuchado a los evangélicos y demás cristianos  acusar a los católicos de   adorar a María como si fuera una  “Diosa”!.  Desobedeciendo así el primer mandamiento de la ley de Dios dado a Moisés en el monte  Sinaí,  que dice: “No tendrás otros Dioses a parte de mí”  (Éxodo 20, 3). 

1. QUE ENSEÑA LA IGLESIA CATOLICA. 

Existen tres clases de culto sagrado: 

ADORACION (LATRIA): Es exclusividad de Dios: 

-      “Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor” (Deuteronomio 6,4).

-      “Está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, sólo a él darás culto” (Mateo 4,10). 

VENERACION ESPECIAL (HIPERDULIA): Se le da a la Virgen María: 

-      “El ángel entró en el lugar donde ella estaba, y le dijo: -¡Te saludo, favorecida de Dios! El Señor está contigo” (Lucas 1,28).

-      “- ¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido a tu hijo!” (Lucas 1,42).

-      “Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava, y desde ahora siempre me llamarán bienaventurada todas las generaciones” (Lucas 1,48). 

VENERACION (DULIA): A los Santos(as). 

-      “Al hombre bueno se le recuerda con bendiciones” (Proverbios 10,7).

-      “El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (1 Juan 2,17). 

2. QUE RELACION EXISTE ENTRE MARIA Y LAS TRES PERSONAS DE LA TRINIDAD. 

María es la única criatura humana que tiene una estrecha unión con las tres personas de la Trinidad (Lucas 1,30-35). Ella es: 

-      Hija de Dios Padre

-      Esposa de Dios Espíritu Santo

-      Madre de Dios Hijo. 

3. QUE CUALIDADES MENCIONA LA BIBLIA DE MARIA. 

-      La humildad, al contestar al celestial mensajero, la voluntad del Dios Altísimo: “Entonces María dijo: -Yo soy la esclava del Señor; hágase en mí según su palabra” (Lucas 1,38).

-      El privilegio de haber sido la mujer escogida para llevar en su seno al Unigénito de Dios: “Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas” (Lucas 1,49). De hecho, la primera persona en reconocer tan gran designo fue su prima Santa Isabel, cuando proclama llena del Espíritu Santo: “¿Quién soy yo, para que venga a visitarme la madre de mi Señor? Pues tan pronto como oí tu saludo, mi hijo se movió de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho!” (Lucas 1,43-45).

-      El haber guardado en su corazón durante treinta y tres años, la fatídica profecía que el anciano Simeón predijo, cuando su pequeño Hijo fue presentado por sus padres en el templo de Jerusalén: “Entonces Simeón les dio su bendición, y dijo a María, la madre de Jesús: - Mira, este niño está destinado a hacer que muchos en Israel caigan o se levanten. El será una señal que muchos rechazarán, a fin que las intenciones de muchos corazones queden al descubierto. Pero todo esto va a ser para ti como una espada que atraviese tu propia alma” (Lucas 2,34-35). Presagio que se cumplió en el santo sacrificio en el monte Calvario, cuando “Junto a la cruz de Jesús estaba su madre” (Juan 19, 25).

-      La obediencia a Jesucristo, cuando en las bodas de Caná, les dice a los que están sirviendo el vino: “- Hagan todo lo que él les diga” (Juan 2,5). 

LA VIRGINIDAD DE MARIA A LA LUZ DE LA BIBLIA 

AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS. 

“La dignidad de la virginidad, comenzó con la Madre del Señor”   -San Agustín.
 

I. LA PROFECIA 

Un hecho en común entre la Iglesia Católica  y las demás confesiones cristianas, es en afirmar según  la revelación sagrada que la madre del Hijo de Dios, sería una “doncella virgen” (Isaías 7,14; Mateo 1,22-23). 

II. EL NOVIAZGO Y EL MATRIMONIO EN LA CULTURA JUDIA 

El noviazgo en hebreo se llama “Kiddushim”, era el compromiso previo antes del matrimonio, este era hecho por un juramento de los contrayentes ante dos testigos, acompañados de parientes y amigos; el novio ofrecía al padre de la novia o al tutor, si ésta era huérfana, un anillo u otro regalo para la novia, en señal de gratitud y predilección. Dicho compromiso era considerado como matrimonio legal. Los novios tenían plazo de un año para empezar a vivir juntos, la futura esposa  conservaba hasta el día de la boda el calificativo de virgen. Si durante el transcurso del noviazgo nacía un hijo, era considerado legítimo. 

Los novios se veían muy poco y se comunicaban por medio de un amigo del futuro esposo. En el tiempo señalado para la boda, el esposo, hacia el atardecer, debía ir acompañado de diez jóvenes a casa de la esposa y ella lo esperaba rodeada de diez vírgenes; apenas lo veía de lejos encendía las lámparas, se formaba un cortejo con el sonido de flautas y tambores hasta la casa del esposo, donde se hacía la gran fiesta nupcial. Con esta ceremonia, el matrimonio era constituido válido bajo la ley mosaica. Para esta celebración también participaban los familiares, parientes y amigos de la pareja.
 

III. EL MATRIMONIO CON JOSE 

En los designios del Altísimo era necesario que la madre del Salvador, tuviera un apoyo moral, económico y de protección en la crianza de su hijo. Este matrimonio sería completamente consagrado al servicio divino, así lo podemos anotar en los siguientes pasajes bíblicos: 

Cuando el ángel San Gabriel le comunica a María que ella sería la madre del Emmanuel (Dios con nosotros), deja en claro su condición virginal (Lucas 1,34). 

Cuando María se encontraba embarazada, José, su futuro marido como  hombre justo o santo, y a pesar de desconocer todavía que lo concebido en ella era fruto del Espíritu Santo; no quiso denunciarla públicamente por infidelidad a las autoridades religiosas, como mandaba la ley judaica (Deuteronomio 22,13-21; Matea 1,19; Juan 8,3-5). 

Los protestantes  creen que José y María tuvieron relaciones maritales, ya que el evangelio de San Mateo (1,25); nos dice que “no vivieron como esposos hasta que ella dio a luz a su hijo”.  Sin embargo, a lo que se refiere el evangelista  es que el santo matrimonio compartió formalmente el mismo hogar, pues Antes cuando estaban comprometidos no vivían juntos (Mateo 1,18). Igual opinión tiene san Lucas, ya que en el viaje del santo matrimonio de Nazaret a Belén para el censo, nos dice: “Fue allá a inscribirse, junto con María, que estaba comprometida para casarse con él y se encontraba encinta” (2,5) 


IV. JESUS: HIJO PRIMOGENITO
 

Causa confusión en  los hermanos separados cuando el evangelio de San Lucas, se menciona que “en Belén, le llegó a María, el tiempo de dar a luz. Y allí nació su primer hijo” (2,6-7); dando a entender que debió de haber tenido más hijos. No obstante, en el contexto bíblico el término “primogénito”, hace alusión que el primer hijo de un matrimonio judío quedaba consagrado a Dios (Éxodo 13,1-2.12; 34,19); y exigía la presentación del niño Jesús en el templo de Jerusalén (Lucas 2,22-23). Pero  El era ya el “Primogénito de Dios” (Hebreos 1,6). Asimismo, las Sagradas Escrituras  agregan que los “primogénitos” pueden ser “unigénitos” (1 Crónicas 23,17); de hecho, Cristo Jesús también es el “Unigénito de Dios” (Juan 3,16; 1,14).

V.   LA INFANCIA DE JESUS: 

Los dos únicos relatos que encontramos en el Nuevo Testamento de la infancia de Jesús, no nombran hermanos menores, así por ejemplo: 

En el destierro de la sagrada familia a Egipto y después de la muerte del rey Herodes, un  ángel se le aparece en sueños a José ordenándole que regrese a Israel con María y el niño (Mateo 2,19-20). Ahora bien, se sabe con certeza que el Mesías nació en el año 747 de la fundación del imperio romano, siete años antes de nuestra era actual; y el rey Herodes el grande murió en la primavera del año 750, es decir, en el año 4 a.C. Por consiguiente, pasaron de tres a cuatro años; Tiempo más que suficiente para que José y María  hayan decidido tener alguno de los “cuatro hermanos” y otras “hermanas” del Señor (Mateo 13,55). 

El evangelio de San Lucas (2,41-42), narra que “Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Y así,  cuando Jesús cumplió doce años, fueron allá todos ellos”. Nótese Bien, que se dicen “todos ellos”, ¿Quiénes?, “Los padres de Jesús” y el mismo “Jesús”. Igualmente, la misma respuesta se saca cuando María después de tres días encuentra a su hijo perdido en el templo entre los doctores de la ley: “- Hijo mío, ¿por qué  nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia” (Lucas 2,48). 
 

VI. EL TERMINO HERMANO EN LA BIBLIA 

En el Antiguo Testamento que fue escrito en hebreo y arameo, no hay un vocablo para nombrar a los tíos, sobrinos, primos, cuñados o amigos; y es así como la palabra hebrea “aj” designa muchas  veces al pariente más cercano de una misma familia. Del mismo modo, los traductores griegos del Nuevo Testamento traducen el término semítico de “hermanos” (adélfos), en un sentido generalizado. Sobre este punto encontramos el caso de tíos y sobrinos como Abraham y Lot (Génesis 13,8; 14,16); Labán con Jacob (Génesis 29,13.15). Al igual que a los primos (1 Crónicas 23,21-22); a los que pertenecen a una misma nación (Génesis 16,12; Deuteronomio 2,4); a los miembros de una misma tribu (2 Reyes 19,12) o pueblo (Éxodo 2,11); a los que conforman la misma naturaleza humana (Mateo 5,22; Romanos 9,3; Hebreos 2,11); y a los que tienen un mismo Padre Celestial (Hechos 10,23; Romanos 8,17; Colosenses 1,2; 1 Juan 3,9-10).
 

VII. LOS HERMANOS DE JESUS 

Solamente aparecen en la vida pública del Señor, y son llamados con nombres propios: “¿No es éste el carpintero, el hijo de María  y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y no viven sus hermanas también Aquí, entre nosotros? (Marcos 6,3) Ahora bien, para tener una mejor comprensión sobre este tema es necesario estudiarlo detenidamente: 

En ningún relato bíblico se afirma que los llamados “hermanos” y “hermanas”  del Señor, sean hijos de María. Tampoco se vuelve hacer mención en ningún otro pasaje del Nuevo Testamento, de las supuestas “hermanas” de Jesús. 

En las bodas de Caná, se nombra a María como “la madre de Jesús” (Juan 2,1.3); y no “la madre de Jesús, Santiago, José, Judas, Simón y otras hermanas”, incluso, a la fiesta sólo fueron invitada a parte de María  a ”Jesús y sus discípulos” (2) y no a sus “hermanos”, quienes aparecen después en el viaje a Capernaum (12); lo que da a entender que los “discípulos” en ese momento, son más importantes  en la vida de Cristo, que los llamados “hermanos” suyos. 

En la sinagoga de Nazaret, la gente solo reconoce al Mesías como “el hijo de José” (Lucas 4,22); y no “uno de los hijos de José”.  Del mismo modo, los judíos de la sinagoga de Capernaum  identifican al Divino Maestro como el único hijo de José y de María (Juan 6,42). 

De estos cuatro hermanos, se sabe que “Santiago” el menor y “Judas” Tadeo pertenecían al grupo de los doce amigos del Señor. Sin embargo, se explica que “Santiago” era hijo de Alfeo (Mateo 10,3; Marcos 3,18) y “Judas” como hijo de Santiago (Lucas 6,16; Hechos 1,13). 

En la introducción de la carta de Judas Tadeo (1,1), leemos: “Yo Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Santiago”, haciendo una diferencia entre el uno y el otro (Véase también Juan 14,22). Además, en la epístola de Santiago (1,1) llamado como hermano del Señor, también se declara solamente como “Siervo de Dios y del Señor Jesucristo”. 

En otro encuentro con su madre y sus hermanos, el Redentor nos exhorta a creer que “los que oyen el mensaje de Dios y lo ponen en práctica, ésos son mi madre y mis hermanos” (Lucas 8,21); hablando de una familia en un sentido “espiritual” y no de “sangre”. Porque “a quienes lo recibieron y creyeron en él, les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios. Y son hijos de Dios, no por la naturaleza ni los deseos humanos, sino porque  Dios los ha engendrado” (Juan 1,12-13). Y es por eso, que su Hijo es “el mayor entre muchos hermanos” (Romanos 8,29). 

En la pasión del Santo de Dios en el monte Gólgota, se habla de un grupo de mujeres conformadas  por “María” la madre de Jesús, “y la hermana de su madre, María, esposa de Cleofas” (Juan 19,25), en compañía de otra “María la madre de Santiago el menor y de José” Con “Salomé” (Marcos 15,40). También se encontraba “María Magdalena” y  “La madre de los hijos de Zebedeo” (Santiago el mayor y Juan) (Mateo 27,56). 

Cristo utiliza el término “hermano” para dirigirse a los apóstoles, en la aparición a María Magdalena y a la otra María, el domingo de resurrección (Mateo 28,10; Juan 20,17),  y en el día del juicio final (Mateo 25,40). Incluso, San Pablo agrega que el Señor también se apareció “a más de quinientos hermanos” (1 Corintios 15,6; comparar con Mateo 23,8).  

Después de la ascensión del Señor a los cielos, el libro de los Hechos dice que los apóstoles se reunían en el aposento alto “con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos” (1,13-14). No obstante, en el verso siguiente San Lucas aclara: “En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los reunidos eran como ciento veinte en número)”. (15).    

En octubre de 2002, se dio a conocer el hallazgo de un osario judío, utilizado en los rituales funerarios de Jerusalén, del año 63 d.C., con una escritura en arameo que dice: “Jacobo, hijo de José, hermano de Jesús”. Para muchos fundamentalistas protestantes, esta era la prueba que demostraba que la virginidad de María era un mito. Ahora bien, tal descubrimiento plantea varios interrogantes: 

Su autenticidad ha despertado varias dudas en muchos arqueólogos y paleógrafos. 

Sí se llegara a demostrar que este “osario de caliza” corresponde a Jacobo (Santiago), esto sólo probaría su parentesco con Jesús De Nazaret. Pero ya se explicó el significado del término “hermano” en la lengua aramea antigua. 

La Iglesia Ortodoxa piensa que Jacobo, pudo haber sido un hijo anterior a José.   Sin embargo, este argumento carece de respaldo bíblico.

La inscripción no menciona a María como madre de Jacobo.
 

VIII.        MARIA: MADRE DE LA IGLESIA 

La fe católica enseña que la Virgen Santísima es madre de todos los creyentes, desde el momento que el Redentor en la cruz le encomendó el cuidado a Juan, el discípulo amado, quien “la recibió en su casa” (Juan 19,26-27); cosa que no fuera necesaria si El Señor hubiera  tenido  más hermanos carnales. Ella fue desde ese momento como nos asegura la tradición antigua el soporte espiritual de los apóstoles y discípulos de la naciente comunidad cristiana (Apocalipsis 12,17).
 

IX.   TESTIMONIO DE LOS SANTOS PADRES Y DOCTORES DE LA IGLESIA 

Para los Santos Padres y doctores de la Iglesia Católica, la “Virginidad de María” era una creencia común, así por ejemplo:  

-      San Ignacio de Antioquía martirizado en el año 107, repetía varias veces en sus escritos que “Jesucristo nació de la Virgen María”. 

-      San Hipólito, sacerdote romano muerto por Cristo en el 213, escribe: “La virginidad de María es un misterio que el mundo no puede comprender, y que se ha cumplido en el silencio de Dios”. 

-      Orígenes (siglo III), gran apologista, rechazaba las charlatanerías de un judío llamado Celso que negaba la virginidad de María. 

-      San Efrén (+373), decía: “Tú eres la más pura en el alma y en el cuerpo, tú sobrepasas en castidad, en pureza y en virginidad a todas las criaturas”. 

-      San Ambrosio, obispo de Milán (Italia), redactó en el año 373 una carta a su hermana religiosa en Roma, en la que agrega: “Quién más casta que la madre que ha traído a su Hijo al mundo permaneciendo virgen. Ella era virgen pero no-solo de cuerpo sino también de espíritu”. 

-      San Basilio (+458), subraya: “Los amigos de Cristo no pueden aceptar que la madre del Señor haya perdido su virginidad”.  

-      San Atanasio (+599), escribió: “María permaneció virgen hasta el fin”. 

-      San Agustín, (+430), obispo de Hipona (Argelia), agregaba: “Jesús nació de madre intacta, pues concibió siendo virgen, siendo virgen dio a luz, y murió virgen”.  

-      San IIdelfonso (+667), obispo de Toledo (España), elaboró un famoso libro acerca de la virginidad de María. Se cuenta que Nuestra Señora se le apareció para felicitarlo y darle las gracias por haber hablado tan fervorosamente acerca de Ella y que le regaló un ornamento para celebrar la Santa Misa. Por esta razón, ha sido llamado como “El Capellán de la Virgen” o “Doctor de la Virginidad de María”.  

X.     MARIA Y LOS PADRES DE LA REFORMA PROTESTANTE 

Los fundadores de la reforma protestante, como Lutero, Zwinglio, Calvino y Bucero; no negaron la integridad y la virginidad de la Madre del Hijo de Dios, pero sí lo hicieron sus discípulos inmediatos; tradición que se ha mantenido en todas las iglesias y sectas de esta denominación.   

MARIA EN LA IGLESIA CATOLICA 

AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS. 

En el concilio de Efeso (431), se compuso la segunda parta de la oración del Avemaría: “Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte”. 

Los cuatro dogmas (creencias de fe) marianos, aceptados por la Iglesia Católica, son: 

a.   La Inmaculada Concepción, “Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres”  (Lucas 1,28). (Papa Pío IX, 1854). 

b.   La Maternidad Divina, “¿Por qué se me concede esto a mí (Isabel), que la madre de mi Señor venga a mí?” (Lucas 1,43). (Concilio de Efeso, 431). 

c.   Su Virginidad Perpetua, “He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emmanuel, que traducido es: Dios con nosotros” (Mateo 1,23). (Concilio de Letrán 649). 

d.   Su Asunción a los Cielos es Cuerpo Y Alma, “Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida de sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas” (Apocalipsis 12,1). (Papa Pío XII, 1950).  

Santa María La Mayor, es una de las cuatro iglesias principales de la ciudad de Roma. Llamada al principio Liberiana, porque identificaba con un antiguo templo pagano, en la cima del monte Esquilino, que el Papa Liberio adaptó como la primera Basílica dedicada a Nuestra Señora. Narra la leyenda que la Virgen se apareció en la noche del 5 de agosto del 352 al Papa Liberio y a un patricio romano, y los invitó a construir una iglesia en el lugar en donde hallarían nieve (agosto en Roma es un mes de mucho calor); al día siguiente por la mañana se encontró nieve en la colina mencionado anteriormente. 

En la mañana del 8 de diciembre de 1854, en la basílica de San Pedro del Vaticano, en el momento de la lectura de la Bula Ineffabilis Deus, que confirmaba como dogma de fe la Inmaculada Concepción de María; sobre el Papa Pío IX cayo un rayó de luz. Fenómeno sorprendente, porque en ese momento era la víspera del invierno, desde ninguna ventana de la basílica podía llegar un rayo de luz al ábside donde se encontraba el Romano Pontífice.  

El Papa Pío XII señaló que el mensaje de la Virgen en Fátima, era una de las mayores intervenciones de Dios por medio de la Madre de su Hijo en la historia del cristianismo desde la muerte de los apóstoles. De hecho, la Unión Soviética dejó de existir cuando los presidentes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia, al final de una reunión, anunciaron formalmente su disolución. Y esto sucedió el 8 de diciembre de 1991, precisamente en la fecha de la fiesta de la Inmaculada Concepción, y resulta fácil ligarlo a la consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María efectuado por el Papa Juan Pablo II y todos los obispos del mundo, el 25 de marzo de 1984. Asimismo, el signo definitivo que indicaba la derrota del comunismo ateo se produjo el día en que se quitó la bandera rosa que durante muchas décadas había sido izada en el Kremlin, y en su lugar se colocó la bandera nacional rusa. Esto ocurrió el 25 de diciembre de 1991, una de las fiestas más importantes del calendario litúrgico católico, el Nacimiento de Jesús por medio de la Virgen María. 

Durante el concilio Vaticano II, el 21 de noviembre de 1964, el papa Pablo VI, atribuyó solemnemente a María el título de “Mater Ecclesiae” (Madre de la Iglesia). 

El Papa Pablo VI, en su encíclica Signum Magnum (1967), identificó a Nuestra Señora de Fátima como la representación bíblica de la “Mujer vestida de Sol” (Apocalipsis 12,1).  

El Papa Juan Pablo II, en su encíclica Redemptoris Mater (1987), escribió “que las apariciones marianas significan que la Santísima Virgen se está trasladando, a través del tiempo y del espacio, en una peregrinación hacia la Segunda Venida de Cristo y la victoria final de María sobre Satanás. Este es el papel de ella ahora como fue predestinada desde el principio”.

 

MARIA Y LOS SANTOS Y MISTICOS 

AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS. 

Los Padres de la Iglesia especialmente los de Oriente, han identificado el oráculo de Sofonías (3,14), con la Virgen Santísima: “! Exulta, hija de Sión; da voces jubilosas, Israel; Alégrate con todo el corazón, hija de Jerusalén!”. 

Según  revelaciones  particulares  recibidas  por  varias santas y místicas, María desde su tierna infancia había pedido al Altísimo dos cosas: consagrarse con su virginidad y ser la sierva de la Madre del Mesías. 

A Santa Isabel de Hungría, le fue comunicado que desde el día que María se ofreció a Dios en el Templo, no cesó de pedir por la pronta venida del Rey de Israel. 

La beata Ana Catalina Emmerich, describe en una visión que la Niña María era de contextura delicada, de estatura media y con una cabellera rubia y ondulada; su inteligencia era muy superior a las demás niñas judías que vivían en el Templo.  

La Anunciación fue descrita también por la ya mencionada monja estigmatizada Ana Catalina Emmerich, quien vio a la virgen con un amplio vestido de lana y un velo coralino en la cabeza. María se encontraba arrodillada en profunda oración. En el momento de la Encarnación del Hijo de Dios Ella contaba con poco más de 14 años. 

A Teresa Neumann y Ana Catalina Emmerich, les fue revelado que tanto la concepción, el embarazo y el parto de la Virgen María ocurrieron sin dolor, por estar exenta del pecado original. 

Santa Gertrudis una vez leyendo en La Escrituras que dice que Jesús es el “hijo primogénito” (Lucas 2,7), no alcanzaba a entender como es posible que si María no tuvo más hijo se utilizara este término. El Señor le reveló que “Jesucristo había sido primogénito según la carne, y los demás seres humanos según el espíritu” (Juan 1,12-13; Romanos 8,17; Efesio 1,5). 

Cuenta San Dionisio Areopagita (Hechos 17,34), testigo ocular de la vida de la Virgen, que en sus últimos años era de una belleza incomparable. 

Según la tradición antigua, autorizada por los patriarcas de Jerusalén, San Juan Damasceno, Nicéforo y otros Padres de la Iglesia; la muerte de María no fue una muerte con dolor sino de amor de volver a ver a su amado Hijo. Esto ocurrió al parecer unos catorce años después de la ascensión del Señor a los cielos. Cuando los apóstoles la sepultaron cerca del Cenáculo no se encontraba Tomás, quien llegó tres días más tarde, al destapar nuevamente el sepulcro solo encontraron los paños con que había sido envuelto su cuerpo. 

La ya mencionada visionaria estigmatizada Teresa Neumann, agrega que el Tránsito de María ocurrió “un día sábado, en la mañana muy temprano, y la sepultaron avanzada la tarde”.  

Afirma San Pedro Damián que una mujer difunta llamada Marozia, se apareció a una amiga suya, y le confesó que el día de la Asunción de la Virgen la sacó del purgatorio con todas las demás almas, cuyo número superaba al de todos los habitantes del pueblo romano. Igualmente, San Dionisio Cartujo dice que en la fiesta de su Natividad y de la Resurrección del Señor, baja la Madre de Dios acompañada de la celestial milicia, y saca muchas almas para llevarlas al cielo. 

San Juan Damasceno relata en una carta que Santa Pulcheria Augusta, emperatriz de Bizancio, a comienzos del siglo V, mandó a pedir al patriarca de Jerusalén, San Cirilo, el sudario con que fue envuelto el cuerpo de la Santísima Virgen para construirle una basílica. 

En este mismo siglo se empieza a llamar a María con el título de “Reina”. El mismo San Juan Damasceno la llamaba “Soberana”. 

San Bernardo de Claravelle, en el siglo XII, fue el primero en llamar a María con el título de “Nuestra Señora”.  

 

APUANTES SOBRE LA MADRE DE DIOS I. 

AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS. 

El protoevangelio de Santiago, relata la historia de Joaquín y Ana, padres de la Virgen María. La madre de edad avanzada y estéril, obtuvo del Señor el nacimiento de su hija, a quien llevaron al Templo de Jerusalén a los tres años, en cumplimiento del voto que habían hecho. 

Tanto en el Talmud de Babilonia como el de Jerusalén aluden a María, la madre de Jesús, como hija de Joaquín: “Myriam bath Jehoakim”. Además se asegura que era descendiente de la familia de David por vía materna y paterna, y que el abuelo de Cristo era uno de los personajes más acaudalados e influyentes de la Jerusalén herodiana. Mientras que en otros aparte la tratan de manera insolente.   

El evangelio apócrifo de Pseudo Mateo narra que Joaquín perteneciente a la tribu de Judá “hacía tres partes de sus bienes, bien se tratara de las ovejas, o de los corderos, o de la lana, o de cualquier otra cosa que le pertenecía: la primera la distribuía entre las viudas, los huérfanos, los peregrinos y los pobres; la segunda era para las personas consagradas al culto de Dios; la tercera, finalmente, se la reservaba para sí y para su familia.” 

La tumba tradicional del santo matrimonio de Joaquín y Ana, fue descubierta en la Ciudad de Dios, en 1889. 

María (o Miriam), significa en lengua siríaca  “Señora”. Asimismo, el nombre de María, según muchos santos doctores quiere decir “Estrella del Mar”. 

En aquella época el nombre de Miriam (o Mariam), era llevado por una de cada tres mujeres judías. 

La palabra latina “Ave” con que el ángel Gabriel saluda a María, corresponde al vocablo griego Xaipe, que se traduce como “Alégrate”. 

Ya en el siglo III, como se deduce de un antiguo papiro, los cristianos de Egipto se dirigían a María con esta oración: “Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios. No desprecies las oraciones que de dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, o Virgen Gloriosa y Bendita”. Aquí aparece por primera vez la expresión griega “Theotokos”, que literalmente significa” la que ha engendrado a Dios”.   

El día sábado en la liturgia del tiempo ordinario ha sido dedicado a Nuestra Señora, ya que una antigua tradición afirma que en ese día de la semana, nació y murió. 

La Madre del Señor vino al mundo muy probablemente en Jerusalén, capital de Israel. San Joaquín, era descendiente de la familia de David. Santa Ana, era de la estirpe  de Aarón. María pertenecía a la tribu de Judá. Su prima Santa Isabel estaba casada con Zacarías, sacerdote del Templo de la tribu de Leví (Lucas 1,5). Otro pariente mencionado en La Biblia era su cuñada María, esposa de Cleofás, llamada comúnmente como  la hermana de la Madre de Jesús (Juan 19,25).  

En Jerusalén hay una iglesia edificada en el siglo V en las cercanías de la piscina probática, lugar en el cual la tradición sostenía que estaba ubicada la casa de Joaquín y Ana. Sobre sus ruinas, construyeron luego los cruzados la Basílica dedicada a Santa María, donde nació, hoy denominada de Santa Ana. Desde el mismo siglo V fue sitio de peregrinación. 

María, entró en el Templo de Jerusalén para pasar los años de su infancia y de la adolescencia, dedicándose con otras niñas de su edad a la oración, el estudio de Las Escrituras y a la piedad; como ocurrió también con la profetiza Ana (Lucas 2,36-37). De hecho, había mujeres que servían en el santuario (Éxodo 38,8; Jueces 11,28-40; 1 Samuel 2,22). 

El Protoevangelio de Santiago hace alusión a que la santa niña recibía alimento de las manos de un ángel.    

María permaneció en el interior del Santuario sobre el monte Moria, hasta la muerte de sus padres, y se fue a vivir a Nazaret (Lucas 1,26-27). 

Los primeros cristianos al referirse a María la llamaban con el término griego “Aeí-Parthenos”, es decir, “Siempre Virgen”. 

San Epifanio (siglo V), enseñó contra la secta de los coliridianos, que tributaban culto idolátrico a la Madre de Jesús. 

El cuarto mandamiento de la ley de Dios exige: “Honrar a tu padre y a tu madre” (Éxodo 20,12). La palabra “honrar” en hebreo también significa “glorificar”. Por lo tanto, Jesús glorificó a María.   

En la ciudad de Ain- Karen cerca de Jerusalén, se levanta la iglesia de “la Visitación” de María a su prima Isabel, allí también se ve una fuente de agua milagrosa, que según una antigua tradición brotó en el momento del encuentro de las dos santas mujeres (Lucas 1,39-40).   

En Nazaret se encuentran dos basílicas marianas: 

La iglesia griega de San Gabriel,  que se levantó en el lugar donde María recibió el anuncio del cielo (Lucas 1,28). Esta pequeña gruta hacía parte de un lugar imprescindible en las casa de los hebreos: allí se retiraban a hacer oración. En el santuario existen dos columnas, dedicadas a la Virgen  y al arcángel San Gabriel. La primera fue derribada por los musulmanes en busca de tesoros ocultos. Fue reconstruida por los frailes franciscanos. 

La iglesia de la Anunciación, se encuentra no lejos de la primera. Morada donde vivió la Madre del Señor antes de los esponsales. Es una gruta natural situada en una colina, que los apóstoles en el año 44 consagraron como templo y San Pedro celebró con la bendición del pan. Una nueva basílica fue construida en 1969, sobre la iglesia que levantaron en 1739 los franciscanos, en el mismo sitio del templo dejado por los cruzados.  

Los padres franciscanos al construir la actual basílica, encontraron grafitos del siglo II que dicen: “Charia María” (alabada sea María).  En las Excavaciones realizadas también se halló un mosaico judeo-cristiano anterior al año 427, de una piscina bautismal cristiana.  

En noviembre de 1997, un grupo de arqueólogos israelíes que excavaban en la Katisma (El asiento, en griego), la mayor iglesia bizantina erigida en Palestina hacia el siglo V, descubrieron la roca en la que según la tradición cristiana descansó la Virgen María antes del nacimiento del Emmanuel. El templo como un monasterio vecino fueron edificados con las donaciones de una viuda, y se hallaba en medio del camino entre las antiguas rutas judías que conducían de Jerusalén a Belén y Hebrón de Cisjordania. Su forma octogonal inspiró al califa Abed el Melek en el siglo VII para construir en la Ciudad Santa la Mezquita de Omar o “Domo de la Roca”, por Omar el “príncipe de los creyentes islámicos”.   

En la basílica de la Natividad en Belén, se localiza una estrella de plata que indica el lugar donde nació Cristo Jesús (Lucas 2,7). 

En la catacumba de Priscila en Roma, hay una pintura que representa a la Virgen María y al Niño en compañía del profeta Balaam. Es considerada la referencia más antigua de la devoción de la Iglesia Católica a Nuestra Señora. 

En Belén se puede visitar la llamada “Gruta de la Leche”, donde según una piadosa leyenda la Virgen Santísima mientras amamantaba al Niño dejó caer una gotas de su leche, al instante las rocas se tornaron blancas y blandas. Desde entonces este lugar es objeto de veneración por los cristianos y musulmanes, sobre todo por las mujeres estériles o lactantes que le piden a la Madre de Jesús por estos dos favores. 

Relatan los evangelios apócrifos que durante el viaje al destierro de la Sagrada Familia, las palmeras se inclinaban para darles sombra y dejaban caer sus frutos, aparecían manantiales de agua, las flores abrían sus pétalos a su paso, y los leones iban a postrarse a los pies del Divino Niño. 

Cerca del Cairo, donde José, María y el Niño permanecieron durante el exilio, se conserva un sicómoro llamado el “árbol de la Virgen”. Cuenta la tradición que la Sagrada Familia se refugiaba bajo su sombra del candente sol. Este árbol ha sido objeto de veneración no-solo por las mujeres cristianas sino también por las mahometanas, que dejan atados al sicómoro pañuelos y cintas como gratitud de algún favor recibido de la Madre del profeta Jesús. En tanto que todas las fuentes de agua de la comarca son salobres, cerca del “árbol de la Virgen” brota un manantial de agua dulce que era utilizado por María.   

A dos kilómetros de Nazaret existe una capilla construida por los franciscanos de nombre “Santa María del Temblor”, que indica el lugar donde estaba la Madre del Señor, cuando los judíos lo intentaron tirar por un precipicio (Lucas 4,29).  

El padre Silverio explica que en el evangelio cuando Cristo estaba en la cruz no llama a Juan por su nombre, sino que le dice “hijo”; para dar a entender que el Salvador la dio por Madre a todos los que por la profesión de cristianos son discípulos suyos (Juan 19,26-27). 

El cenáculo y el monte Calvario, tenían para la Madre de Jesús una especial importancia hacia el final de su vida terrenal.

 

APUNTES SOBRE LA MADRE DE DIOS II. 

AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS. 

Más niñas han recibido el nombre de María que el de cualquier otra figura de la historia de la humanidad. 

En las catacumbas de Roma se encuentran varias pinturas de los primeros siglos que representan a María y el Niño, con el título “María Madre de Dios”. 

Se calcula que todos los días se rezan dos billones de Avemarías. 

Cada año varios santuarios marianos tienen gran cantidad de peregrinos, así por ejemplo: Fátima (Portugal) reúne a cinco millones de creyentes; la Madona Negra de Czestochowa (Polonia) atrae a otros cinco millones; la gruta de Lourdes (Francia) es visitado por unos seis millones de personas, muchas de ellas no cristianas, para beber sus aguas sanadoras. La basílica de Guadalupe (México), congrega a catorce millones de fieles. 

En el Islam se menciona a Mariam (o María) con el título de “La Mujer Piadosa de la Palabra”. Ella junto con Fátima (la hija de Mahoma), son las dos mujeres más importantes para los musulmanes.   

María es presentada en el Corán, libro sagrado para los mahometanos, como: “La única mujer que no ha sido tocada por el Demonio”. 

En el siglo XVI, Albania tenía como patrona a Nuestra Señora del Buen Consejo. En ese entonces la nación católica fue invadida por las tropas musulmanas. El día 25 de abril de 1467, en medio de la desolación, el cuadro de la Virgen salió del lugar donde había permanecido durante siglos en la ciudad de Scutari, y cruzando el mar Adriático se posó definitivamente en una pequeña iglesia en la ciudad italiana de Genazzano, cerca de Roma, donde se encuentra hasta hoy en un santuario de la Orden de San Agustín. 

Leopoldo, rey de Alemania, dijo un día públicamente que con el escapulario de la Virgen del Carmen había batido y derrotado a los turcos”. Igualmente, el católico Maximiliano, duque de Baviera, generalísimo del ejército del emperador Fernando II, con los principales oficiales, recibió el mismo escapulario que le impuso el P. Domingo de Jesús María, y para entrar en batalla de Praga su esposa mandó hacer miles de escapularios para se impusieran al ejército que iba a entrar en combate, del que salió victorioso, a pesar de la inferioridad numérica y desventajosa situación. 

En los primeros siglos del cristianismo la Santa Madona se manifiesta para animar en la fe al apóstol Santiago (El Mayor) en España y a los mártires; después sugiere la fundación de lugares de culto, iglesias, conventos y monasterios. En el siglo XVI interviene en México (Guadalupe) para impulsar el proceso de pacificación e integración entre los conquistadores españoles y la población azteca. En el transcurso de los siglos, Nuestra Señora ha estado junto a místicos y santos, acompañándolos en su caminar en la fe. Ya a partir del siglo XIX, a medida que los tiempos se hacen más peligrosos y el materialismo crece, las apariciones se hacen vez más frecuentes; y para algunos mariólogos señalan que “Así como Juan Bautista preparó el camino para la primera venida de Jesús, María lo hará para su segunda venida”. 

En agosto de 1995, en San Petesburgo (Rusia), se celebró la reapertura de la catedral de Nuestra Señora de Kazan, convertida por Lenin y Stalin en el museo central del ateísmo científico durante la época de la ex Unión Soviética. En ese entonces al precioso cuadro se le colocó una leyenda que decía: “Icono de la Virgen de Kazan, un objeto de superstición popular”. Y encima una enorme placa de mármol con el escrito del astronauta Titov: “Estuve en el espacio largo rato y busqué a dios y no lo pude encontrar por ninguna parte”. Hoy en día el recinto sagrado ha vuelto a ser restaurado para el culto de la Iglesia Ortodoxa.     

En noviembre de 1996, un avión de carga de la compañía norteamericana Millon Air se estrelló contra el campanario de una iglesia de la ciudad portuaria de Manta (Ecuador); sin embargo, una imagen de bronce de tres metros de la Virgen “La Dolorosa” quedó intacta.

En el año del jubileo del 2000, se presentó en Egipto un nuevo itinerario turístico que incluía seguir los pasos de la Sagrada Familia –de Belén al país de los faraones- para escapar de la ira del rey Herodes. La primera parada está al norte del Sinaí en la localidad de Al Farma, cuyos ídolos romanos quedaron destruidos al paso de la Santa Familia, y otra basílica –en la salida norte hacia el delta del Nilo -, donde Jesús hizo brotar una fuente de agua con la que calmó la sed de su familia, y curó a los enfermos. La segunda ruta está en la iglesia y monasterio de Santa María de Maadi, donde según la tradición fue este el lugar donde San José, María y el pequeño Jesús se embarcaron para abandonar la ciudad de Babilonia (antiguo Cairo).  

En este santuario se dice que en el año 1976 apareció flotando una antigua Biblia abierta en el capítulo de Isaías en el que dice: “y bendeciré a Egipto, mi pueblo”. Al secarse esta hoja se dibujo una figura que representaba a la Virgen Bendita, con el Niño en sus brazos, sentada sobre un burro del que tiraba San José. Este hecho, además de que la Biblia fue recuperada prácticamente intacta, fue considerado como una señal de Dios para levantar el santuario. Más al sur, a orillas del Nilo, aún se conserva el llamado árbol de Mataríyah (uno de los lugares más venerados por los cerca de ocho millones de cristianos coptos que viven en Egipto), en cuya sombra se sentó a descansar la Virgen María. Su destino final fue la actual ciudad de Asiut, en el centro del país, donde vivieron los casi tres años que duró su exilio.   

En diciembre de 2004, las olas avasalladoras del Tsunami asiático retrocedieron a sólo cien metros en la costa oriental en India, donde se levanta una basílica dedicada a María. El agua llegó a la entrada principal del santuario donde está colocada la imagen de Nuestra Señora de Vailankinni, y se retiró tras haber escalado los primeros peldaños que llevan a la puerta, donde se encontraban miles de fieles. No obstante, los edificios cercanos fueron destruidos. 


LAS APARICIONES DE LA VIRGEN MARIA 

AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS. 

En la historia del cristianismo la Virgen María ha jugado un papel  especial, pues desde sus mismos orígenes hasta nuestros días se han registrado infinidad de apariciones suyas; se calculan que son cerca de 2.400. Solamente en el siglo XX se presentaron casi 500 manifestaciones marianas en 100 partes distintas. Es importante anotar que todas guardan cierta relación con la visión que narra el Apocalipsis (12,1), que dice: “Apareció en el cielo una  gran señal: una mujer envuelta en el sol como en un vestido, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en la cabeza”. Del mismo modo, todos los videntes describen a la madre del Redentor como una mujer hermosísima no mayor de 20  años, con facciones bien delineadas, un rostro maternal y puro, en ocasiones sonriendo o con una mirada triste; además radiante y luminosa, pero se le puede mirar a la cara sin hacerle daño a la vista. Incluso, tomando a veces los rasgos típicos de cada región, como en México donde se mostró como una princesa azteca. 

Sus vestimentas son de diferentes tonalidades, en Fátima apareció con un traje blanco sujeto por un cordón dorado y un manto bordado en oro; en Lourdes, de blanco con una cinta azul en la cintura, en el convento de las hijas de la caridad en París se dejó ver toda de blanco, y en Guadalupe, lo primera aparición reconocida oficialmente por la iglesia romana, tenía una túnica rosada con un manto azul verdoso. Igualmente, sus ropajes pueden ser un símbolo de protección para el creyente, como ocurrió con la revelación a San Simón Stock de Nuestra Señora del Carmen  con un manto café y un velo blanco.  Asimismo, la Santísima Virgen se ha dado a conocer con diferentes títulos como: “La Inmaculada Concepción”, “La siempre Virgen María”,”La Virgen del rosario”, “La Reina de la paz” del “cielo” y demás. 

Otra cosa en común, es que antes de las apariciones se presenta un ángel como antesala de las mismas, la virgen puede verse  sola, otras veces al lado de José y el pequeño Jesús en brazos, con los ángeles Custodios, o Juan Bautista y Juan Evangelista. También van acompañas de luces, rayos y truenos, olores y música celestial, hechos milagrosos como el manantial que hizo  brotar en   Lourdes,   que ha curado a miles de enfermos; lluvia de pétalos que desaparecen antes de tocar la tierra, caída de copos de nieve o una especie de escarcha;  o la famosa danza del sol en Fátima, ante la mirada atónita de casi cien mil personas. 

Ya en cuanto los mensajes son de diferentes características, pues pide insistentemente el rezo del rosario, la penitencia,  comunión reparadora, promesas  y palabras de consuelo, lugares de culto a su devoción, además para poner fin a una epidemia o anunciar un futuro castigo si el mundo no deja de ofender a Dios. Ahora bien, las personas escogidas para estos eventos sobrenaturales van desde papas, cardenales, obispos, fundadores de órdenes religiosas, monjes del desierto, misioneros en tierras lejanas, místicos, emperadores, caciques, madres de familia, mendigos, niños o por medio de los sueños como ocurrió con el sacerdote San Juan Bosco en Turín (Italia).   

De estos videntes podemos destacar al indígena san Juan Diego a quien la Virgen de Guadalupe, le dejó impresa su imagen en su capa  en el cerro del Tepeyac (México), en 1.531. Santa Catalina Labouré, monja vicentina  a quien se le manifestó Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, en París en 1.830. A los niños Melania y Maximino, en La Salette, en los Alpes franceses, en 1846. A una aldeana adolescente de nombre Santa Bernardé Soubiriú, en la gruta de Massabielle (Francia), en 1.858. Al igual, que a los tres Pastorcitos: Lucia y sus primos los beatos  Francisco y Jacinta, en el valle de Cova de Iría (Portugal),  en 1.917.  

Una de las apariciones de la Santa Virgen más sorprendentes que se dieron en el siglo XX, ocurrió en Zeitoun (Cairo), porque fue vista por miles de personas de diversas religiones cristianas y musulmanes. Zeitoun es un suburbio del Cairo donde la Madre del Redentor acompañada de ángeles, se apareció allí por primera vez el 2 de abril de 1968, día de Pascua, sobre la iglesia copta de San Damián. Las apariciones se repitieron durante más de dos años, duraban hasta dos horas seguidas y produjeron curaciones y conversiones. El hecho fue confirmado tanto por el Patriarca Copto, el Patriarca Católico en Egipto y el representante de la Iglesia Evangélica en el Cairo.  

La Iglesia Católica aclara que la “revelación divina” terminó con la venida del Mesías a la tierra (Hebreos 1,1-2), cuyo mensaje quedó concluido con la muerte de Juan, el último de los apóstoles, en el año 102 d.C. (1 Juan 1,1-3). Por lo tanto, estas apariciones marianas que han sido certificadas como auténticas después de un largo y detallado estudio, y las que se encuentran en este proceso por las autoridades eclesiásticas, son consideradas como “revelaciones particulares”, que tienen  como meta ayudar a vivir más plenamente la fe del pueblo de Dios, de acuerdo a la doctrina del magisterio de la Iglesia.

 

LA VIRGEN DE GUADALUPE 

AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS

 

I. EL RELATO HISTORICO 

La aparición de la Virgen de Guadalupe se remonta a los tiempos de la conquista de América, en los territorios de México a manos de Hernán Cortés; cuando en el año 1531 y a escasos doce (1519) de la llegada de los españoles, al recién convertido indio Juan Diego Cuauhtlatoatzin (El  águila que habla), se le manifiesta la Reina del Cielo en el cerro del Tepeyac desde el 9 de diciembre hasta el 12 del mismo mes. Ella lo saluda en su lengua nativa el náhuatl, y se llama a sí misma con el nombre de Coatlaxopeuh, que significa  “aquella que pisa la serpiente” (comparar con Génesis 3,15). Envía además un mensaje a fray Juan de Zumárraga, primer obispo de México. Es la voluntad de la Santa Señora, que se le construya un templo en su honor en el sitio de las apariciones, en donde ella se encargará de oír las súplicas de quien la invoque, y de remediar todos los males por su bendita intercesión. 

Como era de esperar al pobre indígena se le tildó de loco, pero en vista de su insistencia el alto prelado le manda a pedir a la Señora del Cielo alguna señal divina. La Virgen asede a esta petición y manda a su siervo a cortar diferentes rosas de Castilla en el mismo cerro. Aquí se produce el primer milagro, pues como lo confirman los botánicos era imposible que el frío mes de diciembre, pudiera florecer de forma natural las rosas, en lo alto del monte. Al llegar al palacio obispal y estando solamente en su presencia, el indio Juan Diego deja ver su blanca capa en donde había guardado las rosas tocadas por la Señora, y para asombro de todos aparece la preciosa imagen de la Virgen Santísima. El mismo jerarca la llamó con el nombre de “Guadalupe”, en recuerdo de una advocación  mariana en Extremadura, España, y coloca la milagrosa tilma en su capilla privada, hasta que se construyó la primera iglesia en el sitio De las apariciones. El santo indígena se trasladó a vivir en una pequeña celda en el cerro del Tepeyac, dedicándose a la oración y a la atención de los peregrinos hasta su muerte el año de 1548. 

Otro hecho importante es que en torno a la Virgen de Guadalupe se creó  pronto una enorme devoción, se logró en los primeros diez años la conversión de no menos de ocho millones de aztecas y la unidad de su pueblo fracturada por la conquista extranjera. Ya sobre las pruebas históricas se encuentran plasmada en el código Escalada,  descubierto por un jesuita español,  y fechado en el mismo año de 1548. Igualmente, se conoce el famoso relato Nican-Mopohua, escrito por el también indio Antonio Valeriano, entre los años 1545 y 1550.
 

II. MILAGROS Y ANALISIS CIENTIFICOS 

La tilma o ayate es una pieza fabricada con fibra de maguey, el manto consta de dos partes, en el centro se puede distinguir  una  costura  de hilo   del   mismo   origen   que  las  mantiene  unidas.  Sus  medidas  son aproximadamente 1,66 metros de largo por 1,05 de ancho. 

Llama la atención para los expertos textiles como la manta que estuvo expuesta directamente al medio ambiente, el polvo, insectos y la intensa humedad; hubiera creado una especie de protección natural durante al menos los 116 primeros años de su exposición, posteriormente  fue protegida  por una urna de cristal. Es casi imposible que una capa que suele tener una duración máxima de veinte años, se conserve intacta y con aquella viveza en sus colores después de más de  470 años. 

Tampoco se explica como  ha resistido los negros vapores de infinidad de candelabros y lámparas que ardían día y noche  a Escasa distancia de la impronta. Además la tilma ha sufrido  la continua frotación de cientos de miles de estampas, distintivos, banderas, escapularios, medallas y manos; sin afectarla en lo más mínimo. 

En 1791 mientras un orfebre limpiaba el  marco de oro y plata  que protege la imagen, un frasco de ácido nítrico se derramó accidentalmente sobre la parte superior del ayate, según los especialistas la caída de este ácido corrosivo hubiera provocado una considerable destrucción al tejido; pero nada de esto sucedió. Aparece eso sí, una mancha amarilla que está desapareciendo con el tiempo. Asimismo, en la mañana del 14 de noviembre de 1921, un obrero Depositó un ramo de flores cargado con dinamita en el altar mayor de la antigua basílica; la bomba hizo impacto a escasos metros de la urna. La explosión demolió las gradas de mármol del altar mayor, los candelabros, floreros, ventanales de la casa vecinas y un Cristo de latón de dobló; pero para sorpresa de todos, ni siquiera el cristal que cubría la imagen de la Virgen sufrió ningún daño. 

En el año 1785 se fabricaron don copias de la Virgen Morena, con los mismos materiales y por los mejores pintores de la época; sin embargo las reproducciones no fueron iguales a la original, y con el tiempo se fueron descolorando y deshaciéndose.  

En el año 1936 el premio Nobel de química, Ricardo Kuhn examinó dos fibras del manto,  llegando a la conclusión  que  el  origen  de los colores, no  pertenecían a ningún elemento animal, vegetal o mineral.   

En el  año  1979  se llevó acabo nuevas investigaciones por científicos de la NASA, con el apoyo de la tecnología moderna. Se descubrió que toda la imagen de  aquel tosco e imperfecto material no fue pintada por mano humana; el rostro de la Guadalupana es perfecto y no tiene ningún trazo de pincel. La túnica rosa y el manto azul son tan brillantes y coloridos, como si acabaran de ser hechos, además tienen un simbolismo, pues son los colores del dios supremo de los aztecas, sólo el emperador podía utilizarlos; sobresalen en el pecho unas cintas negras que eran llevadas por las indígenas embarazadas. Así la Madre del Redentor presenta a su Unigénito al Nuevo Mundo. La  Señora  también  está  sostenida  por un ángel cuyas alas son de las plumas del Tzinitzcan, usadas por los aztecas para confeccionar los ornamentos más preciosos y considerados superior al oro. Las estrellas que lleva en su vestido, corresponden a la exacta posición de las principales constelaciones en el solsticio del invierno, es decir, del momento de la aparición. Por lo tanto, toda la Virgen de Guadalupe es un mensaje cifrado de acuerdo a la cosmovisión de los nativos mejicanos. 

La tilma mantiene una temperatura constante de 36.6 grados, la misma que el cuerpo de una persona viva. 

Uno de los médicos que analizó el ayate colocó su estetoscopio debajo de la cinta del vestido y escuchó latidos que rítmicamente se repiten a 115 pulsaciones por minuto, igual que un bebé en el vientre materno. 

Los colores flotan a una distancia de tres décimas de milímetro sobre el tejido del manto de Guadalupe 

III. LOS OJOS DE LA VIRGEN 

Para los científicos lo que más les llamó la atención, han sido las figuras humanas descubiertas mediante ampliaciones por computadora, en los ojos de tan sólo cuatro milímetros; en ellos aparecen entre otros el  santo vidente  y el obispo Zumárraga. Incluso, si se pasa un haz de luz con un oftalmoscopio en los ojos negros de la Virgen, se puede apreciar como el iris brilla y adquiere profundidad; fisiológicamente son perfectos, tal cual como si estuvieran vivos.  

IV. LA EMPERATRIZ DE AMERICA 

La Virgen de Guadalupe Fue declarada en el año 1910 por el Papa San Pío X, como “Celestial Patrona de toda América y las Filipinas”; su fiesta religiosa se celebra el 12 de diciembre. Su basílica es la segunda más visitada en todo el orbe católico, después de San Pedro en el Vaticano. Son innumerables los milagros, las curaciones, las gracias y conversiones que se le atribuyen a la “Morenita del Tepeyac”, cumpliendo así la promesa que le hizo a San Juan Diego: “No estoy yo aquí que soy tu Madre”.
 

IMAGENES DE LA VIRGEN QUE LLORAN Y SANGRAN ¿FRAUDE O REALIDAD? 

AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS 

“Negar lo sobrenatural en la Iglesia Católica, es negar la esencia misma del Cristianismo”.  -Papa Juan Pablo II.
 
I. LA VIRGEN DE LAS LAGRIMAS 
Sucedió en Siracusa, ciudad de Sicilia (Italia) el sábado 29 de agosto de 1953. En un barrio muy poblado y pobre, llamado Santa Lucía, en las afueras de la ciudad,   en la casa de los jóvenes esposos Angelo Jannuso y Antonieta Giusto, casados por lo católico hacía cinco meses, los cuales vivían con otros familiares. El día de su matrimonio su cuñada María Gracia, les regaló un bello cuadro con un relieve de yeso del Corazón Inmaculado de la Santa Madonna. 
Aquel día Angelo fue al trabajo muy preocupado porque su esposa que estaba esperando un hijo, sufría de extrañas convulsiones que la dejaban medio muerta, con periodos alterados  de ceguera, sordera y mudez. A las 8 de la mañana la joven mujer que se encontraba sin sentido recobró el conocimiento y la vista, y clavando su mirada fijamente en el cuadro de la Virgen que estaba en la cabecera  de la cama, notó con asombro que de los ojos salían gruesas lágrimas. “La Virgencita llora”  gritó Antonieta, llamando inmediatamente a su suegra y a su cuñada que estaban en la pieza cercana. Las dos mujeres no quisieron creer al principio, pero pronto se convencieron de la realidad al acercarse a la imagen que ya había empapado la cabecera de la cama, y seguía derramando gotas de lágrimas continuamente. Apreciaron también que los ojos de la pequeña estatua estaban enrojecidos e hinchados.   
Tremendamente impresionadas salieron de la casa para informar a los vecinos. Los primeros en ver llorar a la Virgen fueron los comunistas y protestantes, los últimos los sacerdotes; también la policía que acudió al lugar se percató del hecho. De la gran cantidad de personas que desfilaron junto al cuadro se empezaron a presentar conversiones y curaciones, como: ciegos que recobraban la vista al contacto con las lágrimas de la imagen, cojos que andaban, sordos que oían, dolores que desaparecían, infecciones que se curaban inmediatamente entre otros milagros. Los periodistas empezaron a tomar fotografías del cuadro de la Virgen llorando, y la noticia se propagó por todo el mundo.  
El prodigio se prolongó por cuatro días, término en el que la mujer embaraza se curó de su enfermedad. El arzobispo del lugar nombró una comisión de especialistas para que analicen el cuadro y las lágrimas. Médicos, químicos, farmaceutas y profesores universitarios examinaron en un laboratorio el líquido que salía del cuadro, los resultados obtenidos demostraron que “son verdaderas lágrimas frescas de ojos humanos que están llorando”. Se observó además con microscopio los ojos de la Virgen para ver si se notaba alguna causa de estas lacrimaciones, y no quedó la menor duda de que se trataba de un acontecimiento sobrenatural. El que había fabricado la imagen después de revisarla, juró que estaba tal cual como había sido hecha sin ningún cambio. El Laboratorio Oficial del Gobierno vigiló y analizó todas estas investigaciones. Finalmente, todos los obispos de Sicilia reunidos en Conferencia Episcopal declararon el milagro de las lágrimas de la Virgen. En 1994 el papa Juan Pablo II inauguró el santuario de la imagen de la Virgen de Siracusa.
 

II. LA VIRGEN DE CIVITAVECCHIA 

Este caso ocurrió el 2 de febrero de 1995 en la ciudad portuaria de Civitavecchia (Italia), una región de pocos católicos y con un alcalde ex comunista, donde una pequeña imagen de yeso y cemento blanco (42 cm.) de la “Reina de la Paz” de Medjugorje (localidad ubicada en la ex Yugoslavia, y donde presuntamente se está apareciendo la Santísima Virgen) lloró lágrimas de sangre en la casa de Fabio y Ana María Gregori y de sus hijos Jessica y David, que viven en la región de Pantano, en la periferia de la ciudad. La estatua traída de Bosnia-Herzegovina, fue regalada por el párroco del barrio, el sacerdote español Pablo Martín Santiago a esta familia, para que la colocaran en el jardín de la casa, y así poderse defender de los acosos de los testigos de Jehová. La primera en darse cuenta de lo ocurrido fue la pequeña Jessica, de cinco años, cuando toda la familia se estaba preparando para ir a la misa dominical; luego las lágrimas brotaron 13 veces durante varios días, y en frente de al menos 50 testigos, con una duración, cada una, de más de cinco minutos. Las lágrimas de sangre derramadas de ambos ojos llegaban hasta el pecho de la estatuilla donde se coagulaban, tenía además un color rojo y brillante, típico de la sangre viva y fresca. El 15 de marzo lo hizo por última vez en manos del obispo de la diócesis, monseñor Jerónimo Grillo, mientras celebraba la Santa Misa en la capilla de su palacio episcopal, quien de escéptico pasó a ser un defensor del fenómeno, pues durante ese año en Italia surgieron doce esculturas de vírgenes con idénticas características, algunas acompañadas con mensajes apocalípticos. Después de esto se creó una comisión compuesta por once expertos, dirigidos por el padre René Laurentin, quienes llevaron a cabo numerosos análisis de la sangre de la figura de la “Madonnina” (como se le llama) que había quedado coagulada en sus mejillas, aquella sangre no desapareció como las anteriores muestras que habían sido recogidas en pañuelos.   

La sangre examinada por los Institutos de Medicina Legal del Pontificio Gemelli y de la Universidad la Sapienza de Roma, ha dado como resultado ser plasma humana, y de tipo masculino: “la sangre de Jesús vertida en la Madre”, comentó alguno. La talla sometida a rayos X y a TAC, no ha revelado nada que pudiera prestarse a trucos de algún género. Algunos incluso llegaron a la conclusión de que se podría tratar de una “presencia diabólica”, por los que varios exorcistas, entre ellos el padre Gabriel Amorth, la estudiaron y descartaron la hipótesis maligna.   

La imagen de Nuestra Señora está ahora en una gruta de la iglesia de San Agustín de Pantano, y es visitada por muchos peregrinos. Desde entonces se han presentado muchas curaciones milagrosas, y gran cantidad de conversiones entre los que se encuentran 120 ex testigos de Jehová, protestantes, agnósticos y budistas. También se han dejado en la iglesia ex-votos como anillos de parejas separadas y luego reconciliadas, ropa de bebé, jeringas de  drogadictos y demás.    

 

MARIA Y LOS PROTESTANTES 

AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS. 

María simboliza la perfecta armonía entre lo divino y la respuesta humana. -John Maquarrie, Teólogo protestante. 

Martín Lutero, el fundador de la Reforma Protestante, hizo un hermosísimo elogio a María como Madre de Dios: 

“Por lo cual (el ser Madre de Dios), le fueron dados tan ingentes bienes y tan espléndidos que superan toda comprensión; de aquí dimana todo honor y felicidad de que en todo el género humano sea la única persona superior a todos, a quien nadie puede igualarse, por tener en común con el Padre celestial un Hijo tan glorioso. Llamándola, pues, Madre de Dios se compendian en esta sola expresión todos los loores, ya que nadie puede decir de ella o a ella anunciarle cosa más grande, aunque tuviera tantas lenguas como hierbas y flores la tierra, arenas el mar, estrellas el firmamento” 

Cierta parte del protestantismo se está abriendo al fervor mariano, es así como: 

En Walsingham (Inglaterra), recibe anualmente unos cien mil peregrinos que visitan los dos santuarios marianos de Nuestra Señora de Walsingham. El uno es católico, y el otro, anglicano. El singular hecho tuvo su origen mucho antes de la Reforma Protestante del siglo XVI, cuando Inglaterra era una nación católica romana, con gran cantidad de santuarios dedicados a la Madre de Dios. Uno de los más antiguos y el más importante se encuentra precisamente en este condado inglés. Tuvo su origen en 1061, cuando la esposa del señor Walsingham edificó una casa en el pueblo. Según, la leyenda, se dieron los detalles de su construcción en una visión, pues se suponía que la vivienda era una réplica de aquella en la que vivió la Virgen María, en Nazaret. En la Edad Media reyes y plebeyos por igual peregrinaban a Walsingham. Aparte de la imagen de madera de María con el Niño Jesús, también se afirmaba que ocurrían curaciones milagrosas. 

Durante la Reforma, la recién creada Iglesia Anglicana expropió todas las pertenencias de la Iglesia Católica. En el año 1538, el santuario de la “Bruja de Walsihgham”, como había llegado a conocerse, fue destruido por orden del rey Enrique VIII, cabeza de la Iglesia de Inglaterra, y se vendió el solar. La imagen de la Virgen con el Niño fue llevada a Londres y quemada públicamente. A principios del siglo XX la Iglesia Anglicana restauró el santuario esta vez como capilla protestante. En 1921 se colocó en la parroquia una talla idéntica a la primera, y los primeros peregrinos modernos llegaron un año después. Por su parte, los católicos erigieron en la misma ciudad su Santuario Nacional de Nuestra Señora. Este contiene una segunda réplica y se encuentra en la antigua capilla de las Zapatillas, el lugar donde los fieles solían dejar su calzado para seguir descalzos hasta llegar al santuario original. Todos los años en mayo se hace una procesión con la imagen por las calles de la ciudad, pero llama la atención el hecho que en el santuario protestante se presentan algunos disturbios, pues afirman algunos anglicanos que esto fomenta la mariolatría y representa un rechazo de su herencia protestante. 

El teólogo de la Iglesia Valdense, Ricca, en el año 1994 declaró en la inauguración del año académico de la Pontificia Facultad teológica Marianun, que “el protestantismo tiene que obrar y actuar hacia una plena recuperación de la mariología bíblica, reconociendo que la ausencia de María no es bíblica. De esta manera se puede valorar y encontrar mejor a María como ‘hermana en la fe’ “. 

En la Iglesia Metodista de Estados Unidos se están introduciendo himnos religiosos en honor a la Madre del Señor. 

Gustavo Bickeil, profesor protestante universitario y conocedor de las lenguas orientales, estaba copiado un himno desconocido de San Efrén (siglo IV), en el que el santo ensalzaba a la madre del Redentor, cuando empezó a pensar: “Los protestantes rechazamos el culto a María, pero aquí en estos documentos de los primeros siglos hay un elocuente testimonio, luego el protestantismo no puede ser la religión verdadera”. Dos años después, en 1865, el ex profesor universitario, ya católico, decía su primera misa junto a la tumba de San Bonifacio, el apóstol de Germania. 

En mayo del 2005, la Comisión Internacional Anglicano-Católico, que integra a su vez un selecto grupo de teólogos y académicos de ambas iglesias, dieron a conocer un documento sobre la Virgen María, en donde se declara de común acuerdo que los dogmas de la Inmaculada Concepción y la Asunción de María a los cielos en cuerpo y alma, hasta ahora rechazados por la Iglesia de Inglaterra, “son consonantes con las Escrituras” y no deben dividir a las dos iglesias, que, así sea con distintos énfasis, comparten la fe mariana.
 

CONVERSIONES AL CATOLICISMO POR LA INTERCESION DE MARIA 

AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS. 

INTRODUCCION: Según el CELAM (Conferencia Episcopal Latinoamericana), cada día más de 11 mil ex fieles abandonan la Iglesia Católica para pasarse a alguna de las sectas protestantes. Pero poco se sabe de las historias de personas que han encontrado la verdad plena en nuestra religión. Aquí presentamos cuatro ejemplos que se dieron por la intercesión de la Santísima Virgen María.  

I.           EL JUDIO INCREDULO 

En el año de 1830 la Madre de Dios se presentó a una novicia de nombre Catalina Labouré, en el convento de las Hijas de la Caridad en París (Francia). En esta ocasión la Reina del Cielo pide que se fabrique una medalla con su imagen tal  como apareció en aquella ocasión, y con la inscripción: “OH, María, concebida sin pecado, ruega por nosotros que recurrimos a Ti”. Además prometió que aquella persona que la llevara con fe recibiría grandes gracias. 

Entre los hechos más notables en relación con la llamada “medalla milagrosa” está la conversión del judío Alfonso de Ratisbona (1812-1884), abogado y banquero ateo muy hostil al cristianismo, quien se encontraba en Roma por motivos de salud, en casa de una familia católica amiga, la pareja le regaló una “medalla Milagrosa” para que la cargara en todo momento. El 20 de enero de 1842, fue a visitar por curiosidad la iglesia de Sant´Andrea delle Fratte, y alzando los ojos hacia el altar vio a la Virgen María, de la misma forma que llevaba en la imagen en su pecho. Quedó tan maravillado por la  visión que se hizo católico, y en 1847 se ordenó como sacerdote jesuita, y luego fundó la congregación de los “Sacerdotes de Nuestra Señora del Sión”,  con sede en Israel, y con la misión especial de buscar la conversión al catolicismo del pueblo judío (Romanos 11, 25-26). 

II.       DE ADVENTISTA FANATICO A HIJO DE MARIA 

Bruno Cornacchiola era un italiano quien en la guerra civil española conoció a un protestante alemán que le había inculcado un odio feroz contra el Papa y la Iglesia Católica. Al volver a su patria se hizo primero bautista y luego adventista, caracterizándose por criticar abiertamente el culto a la Virgen María. 

El 12 de abril de 1947, Bruno se encontraba paseado con sus hijos Carlo, Isola y Gianfranco en las afueras de la ciudad de Roma, en la colina Laurentina. Mientras los tres niños juegan, Bruno prepara un texto con el que pretendía demostrar que María no es virgen, que la Inmaculada Concepción es una fantasía al igual que la Asunción al cielo. Mientras Cornacchiola consultaba la Biblia para demostrar sus afirmaciones, los niños lo interrumpen diciéndole que han perdido la pelota. Lo sucedido después lo cuenta él mismo en un libro que relata su experiencia con la “Santa Madonna”. 

“Le pido a Gianfranco que no se mueva, luego con los demás me pongo a revisar el lugar. Para asegurarme de que el más pequeño no se aleje lo llamo de cuando en cuando, pero, en cierto momento no me responde más. Entonces, me precipito a ver. Y descubro al niño en la entrada de una gruta, de rodillas y con las manos juntas. Hablaba con alguien que yo no veía pero que parecía estar con él, diciéndole: “¡Bella Señora!”. Llamo a mis otros dos hijos. Nos acercamos los tres a Gianfranco. De pronto, Isola se arrodilla y junta las manos y exclama: ¡”Bella Señora”!, Carlo también se arrodilla y mira junto a donde lo hacen sus dos hermanos. Me lleno de miedo y busco sacudir a los niños, pero parecen de piedra. Los miro mejor, se han vuelto blanquísimos, casi transparentes. “¡Bella Señora, sálvanos tú!”, murmuró espontáneamente. Apenas termino la invocación y me parece sentir dos manos detrás que me empujan y me quitan un velo de los ojos. En ese instante, la gruta desaparece ante mí, rodeado de una luz eterna, en medio de la cual veo la figura de una mujer. Luego la “Bella Señora” habló con voz hermosísima y dijo: “Soy la Virgen de la Revelación. Tú me persigues, pero ¡basta! Entra en el rebaño santo”. Bruno se siente invadido de una intensa felicidad, al tiempo que la cueva –de costumbre maloliente- despide un dulcísimo perfume. La Madre de Cristo le manda con un mensaje ante el Papa, pastor supremo de la cristiandad; luego le señala a Bruno la Biblia que aún tiene en la mano, posteriormente se voltea y se aleja entre las rocas. El gesto de las Santas Escrituras puede interpretarse como una invitación a buscar allí la verdad que él estaba combatiendo antes de la aparición (Hebreos 4,12).

Padre e hijos salen del éxtasis, se dirigen hacia su casa y comentan lo sucedido a su esposa, con los días ambos se confiesan y comulgan, y vuelven a hacer parte de la comunidad parroquial, de la que hacía tiempo habían salido. Después de esto, siguen las apariciones en la gruta, y se convierte en un sitio de peregrinación. El vidente se entrevistó personalmente con el Papa Pío XII en 1949. Desde 1956, el lugar es custodiado por los frailes menores franciscanos. Bruno Cornacchiola fundó una comunidad llamada “Escuadras Ardientes de Cristo rey Inmortal”, que congrega a fieles que quieren vivir un ideal de conversión, oración, paz y amor. 

III. LA VISIONARIA DE MARIA   

Adrianne Von Speyr (1902-1967), es una de las grandes místicas de nuestros tiempos. Nacida en Chaux-de-Fonds en la Suiza francesa. De familia evangélica, se convirtió al catolicismo en 1940, luego de un largo período de búsqueda personal. No obstante, mucho antes de su decisión, cuando tan solo tenía 15 años de edad tuvo una aparición extraordinaria de la Madre de Dios. Adrianne nunca habló acerca de la aparición con nadie, y ni siquiera con su pastor protestante, a pesar de que en ese tiempo no pensaba en hacerse católica. Luego, cuando decidió hacerlo, habló del asunto con el sacerdote que se convirtió en su guía espiritual. Después de su conversión siguieron las curaciones milagrosas y la aparición de los estigmas visibles (1942), que con el tiempo desaparecieron, y dieron origen a los invisibles, que le duraron hasta su muerte. 

IV. EL PERIODISTA PROTESTANTE 

El periodista norteamericano Waine Weyble, era un protestante que solamente se conformaba con los sermones dominicales de su pastor luterano que evitaba hablar sobre la Madre de Cristo, a la cual tampoco se le rendía culto en su iglesia. Todo cambió en la víspera de la navidad del año 1985, mientras hacía una investigación en Medjugorje (ex-Yugoslavia), que daba cuenta de supuestas apariciones de María, durante más de cuatro años consecutivos, a seis jovencitos. Cuando llegó al lugar de los hechos, escuchó una voz interior que le decía: “Tú también eres mi hijo y vas a hacer el trabajo de mi Hijo”. Después de esta experiencia mística Weyble afirma que “la fe católica es la verdadera”, y ahora se dedica a ir de país en país comunicando este mensaje de amor de la Reina de la Paz. 

 

LA VIRGEN MARIA: PROTECTORA DE LOS EJERCITOS CATOLICOS 

AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS. 

INTRODUCCION: a lo largo de la historia del cristianismo no han sido pocas las veces en que la Madre de Dios ha brindado su maternal protección a sus hijos contra los ejércitos enemigos de nuestra fe; haciéndose evidente la antigua oración de San Bernardo: “Acuérdate OH María Santa que jamás se oyó decir que alguno te haya implorado sin tu auxilio recibir”. Aquí relatamos tres memorables ejemplos:  

I. LA BATALLA DE LEPANTO 

Corría el año de 1571 y las fuerzas turcas  estaban empeñadas en destruir la cruz cristiana en Europa. Cada vez más se apoderaban de nuevos territorios amenazando incluso con llegar hasta la misma ciudad de Roma. Fue entonces cuando el Romano Pontífice San Pío V, convocó a los príncipes católicos al mando de Don Juan de Austria, para crear un ejército capas de hacer retroceder a la temible invasión de la media luna islámica.  

El día domingo 7 de octubre del mismo año, se encontraron los dos bandos en el golfo de Lepanto. Los mahometanos comandados por Alí-Pachá tenían 290 galeras y 120.000 soldados, los cristianos eran inferiores en número y poseían 208 navíos. Antes de empezar la batalla, los ejércitos católicos con el rosario sobre sus cuellos se confesaron, oyeron la santa misa, comulgaron, rezaron el santo rosario, y entonaron un cántico a la Madre de Dios. Terminado estos actos religiosos se lanzaron en busca de las fuerzas enemigas. A eso del mediodía la capitana de Juan de Austria, da un cañonazo como señal de ataque, al cual contesta Alí-Pachá con otro tiro que acepta el reto. Al principio el combate era desfavorable para los cristianos, pues el viento corría en dirección opuesta y detenía sus embarcaciones. Pero luego de manera sorpresiva el viento cambio de rumbo, batió fuertemente las velas de los barcos de los católicos, dándoles una ventaja contra sus adversarios. Luego se vieron  desmoralizados cuando hacia las cinco de la tarde una bala acaba con la vida del comandante turco. Al finalizar el combate 112 galeras del Islam yacen en el fondo de las aguas del Mediterráneo, al par que flotan sobre las olas treinta mil cadáveres musulmanes, el resto son hechos prisioneros. Por su parte, la armada católica perdió 15 naves y ocho mil marinos.

Es de notar que mientras la batalla se llevaba a cabo, una gran multitud de fieles recorría en procesión las calles de Roma rezando el santo rosario. Hacia la misma hora del triunfo de la flota naval cristiana, el Papa San Pío V se asoma por una ventana del Vaticano, y en una visión consoladora profetiza la victoria que se ha producido. En agradecimiento a tan esplendido hecho, el Vicario de Cristo mandó que en adelante cada año se celebrara el 7 de octubre la fiesta de “SANTA MARÍA DE LA VICTORIA”, que más tarde fue cambiada con el título del “SANTÍSIMO ROSARIO”; además quiso que en las letanías lauretanas se invocara siempre esta oración: “MARÍA AUXILIO DE LOS CRISTIANOS, RUEGA POR NOSOTROS”.

 

III.    UNA EPOPEYA EN EL SANTUARIO DE CZESTOCHOWA 

El santuario de Jasna Gora (Montaña Blanca) era ya conocido en 1655, año del sitio, como el centro de la vida religiosa de la nación polaca. Hacía casi 300 años que allí se veneraba el Icono milagroso de la Madre de Dios que, según la piadosa tradición, había sido pintada por San Lucas, el evangelista. A final del siglo XVI el rey Segismundo III hizo edificar fuertes murallas. La Montaña Blanca tomó entonces aire de verdadera fortaleza. 

Jasna Gora se transformó rápidamente en símbolo de la adhesión de los polacos a la fe católica. Dominar la Montaña Blanca era entonces apoderarse del símbolo de Polonia. Durante la guerra los invasores suecos, protestantes, no encontraron prácticamente ninguna resistencia. No obstante, en Jasna Gora, los monjes guiados por la voz de su prior, el padre Agustín Kordecki, exhortaron a los habitantes a ofrecer su vida por la defensa del santuario mariano, y a depositar toda su confianza en la Virgen María. El prior pidió que todos estuviesen presentes en la misa que iba a celebrar frente al icono de Nuestra Señora de Czestochowa. Hizo llevar el Santísimo Sacramento en procesión alrededor de las torres y murallas del lugar; bendijo los cañones, las bombas y los barriles de pólvora. 

Los enemigos llegaron al pie de la Montaña Blanca el 18 de noviembre. El comandante de las tropas suecas, el general Miller envió una carta al prior proponiendo la capitulación de Jasna Gora, para evitar derramas sangre inútilmente. “No nos pareció conveniente responder por carta”, cuenta el padre Kordecki en sus memorias. “No era tiempo de escribir, sino de actuar con las armas. Le respondimos con la boca de nuestros cañones”. Comenzó entonces un largo y violento sitio. Algunos proyectiles explotaron en los techos y en el exterior de los muros. Una de ellas que había sido tirada contra la capilla donde se encontraba el cuadro milagroso de Nuestra Señora de Czestochowa “como si hubiera sido conducida por una mano invisible, se devolvió contra el campo enemigo”, relató el padre Kordecki. Los suecos no fueron los únicos oponentes contra los cuales el padre Kordecki debió enfrentarse, ya que dentro de las murallas unas cincuenta familias nobles habían encontrado refugio en Jasna Gora. Con excepción de cinco, las demás rehusaron tomar parte en la defensa para no comprometerse en caso de una derrota; esto provocaba un continuo desánimo y vacilación entre la guarnición y los monjes. 

La vigilia de la Navidad, los sitiados vieron numerosos refuerzos llegados al campo de las tropas protestantes. Los religiosos velaron toda la noche, algunos en las  murallas y otros en la iglesia. El 25, hacia el mediodía, comenzó el ataque masivo que duró toda la jornada. Muy a menudo, las bombas rebotaban en la fortificación, causando bajas entre los suecos. Numerosos soldados dijeron haber visto por encima de la edificación a la Reina del Cielo, protegiendo milagrosamente el monasterio y la fortaleza. Después de 38 días de asedio militar, y viendo que la determinación de los defensores católicos no disminuía, los enemigos levantaron el sitio.     

En sus memorias, el valiente prior, concluye: “¿Cómo pudo hacerse, para que setenta religiosos (no combatientes), sintiesen tanta fuerza en ellos, que cinco nobles y sus criados, más 160 soldados –la mayor parte habitantes de la villa- osasen oponer resistencia a una armada tan numerosa, si Dios mismo, protegiendo este lugar consagrado a la gloria de su querida Madre, no hubiera inspirado esta determinación a los monjes, y no hubiera estimulado al coraje en medio del pavor generalizado?”.   

III. LA GENERALA DEL ALCAZAR DE TOLEDO 

En 1936 España se vio amenazada por el régimen imperialista del comunismo. La ciudad de Toledo fue ocupada por la horda enemiga, que se caracterizaba por un odio especial contra el clero y la piedad popular del pueblo español, pero lo único que no pudieron dominar fue el ALCAZAR DE TOLEDO. Esta era una academia militar, donde se habían refugiado 750 combatientes católicos con sus familias. En total eran 1.100 hombres acompañados por 800 mujeres y niños. Por su parte, 10.000 milicianos del ejército rojo los atacaban. Cada mañana el jefe comunista le gritaba al coronel Moscardo, jefe del Alcázar: “¿Cuándo se van a rendir?” –“¡Nunca jamás!”, era su respuesta. La confianza a tales palabras se debía al hecho que todos los que se encontraban atrincherados en la escuela militar se habían consagrado a la Virgen Santísima. Entronizaron solemnemente una imagen de Nuestra Señora y la nombraron “GENERALA DEL ALCÁZAR”. Organizaron el rezo del rosario perpetuo, de manera que todo el día y toda la noche hubiera alguien suplicando ante el trono de María. Dos veces por día se reunía toda la guarnición para meditar con gran devoción en los misterios de esta oración mariana. 

Cuando los cañones de las tropas comunistas eran más fuertes, las 1.900 personas tenían que refugiarse en los sótanos. Allí pasaban horas enteras con poco aire y una escasa luz, sin que ninguna epidemia los llegara a afectar. Al faltar el agua, hicieron una procesión con la imagen de la Virgen Bendita, y poco después descubrieron una cisterna profunda que contenía agua fresca y pura. El alimento era pan con moho y carne de mula. Las operaciones quirúrgicas a los valerosos “soldados de María” estaban a cargo de tres médicos que no tenían camillas, anestesia, elementos para desinfectar el lugar, o luz eléctrica. 

Los enemigos pusieron una enorme carga explosiva debajo del Alcázar. Se abrió una brecha de 100 metros de diámetro. Todos los que se encontraban rezando cayeron al suelo, pero ninguno quedo herido. A los 72 días de continuo asedio un avión dejaba caer un mensaje del general Francisco Franco, jefe de la resistencia católica: “Estamos llegando en su auxilio”. El entusiasmo de los sitiados fue indescriptible, se oyeron gritos de jubilo, llorando y cantando todos se dirigieron a la estatua de María Santísima, el propio coronel Moscardo llevaba la bandera, profundamente conmovido por el inminente rescate tomó en sus manos la sagrada imagen y entre lágrimas exclamo: “Madre tú nos has salvado, porque no abandonas nunca a aquellos que en ti confían”.     

EL TRASLADO DE LA SAGRADA CASA DE NAZARET 

AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS. 

Luego de la estadía de José y María en Belén, para cumplir las ordenes del emperador César Augusto, con motivo del censo del año 7 a.C., y del nacimiento allí de Jesús, la santa familia debió huir a Egipto, para salvar al Niño Dios de las tropas del rey Herodes el grande, que buscaban a todos los primogénitos menores de dos años para matarlos.  

Fallecido el monarca y pasado el peligro, los tres regresaron para asentarse en  Nazaret, pequeña aldea de la provincia de Galilea, en donde José ejercía como carpintero, oficio que aprendió el joven Jesús. 

La palabra Nazaret quiere decir “Flor de Galilea”, como la llamaba San Jerónimo. La actual ciudad no está situada en el mismo lugar, pues fue arrasada por los musulmanes y levantada nuevamente entre los siglos XII y XIII. 

En el siglo IV, la emperatriz Santa Helena edificó en torno de la casa donde vivió María, una basílica que fue sustituida por otra de estilo bizantino, en el año 420. Luego los cruzados construyeron una tercera en el año 1100 y se encargó de su custodia a la orden franciscana. 

Según relatan los archivos históricos de Jerusalén, durante la dominación islámica se impidió a los religiosos católicos celebrar el sacrificio de la misa. Cuenta la tradición que mientras permaneció la clausura, en e interior de la iglesia se oían todas las noches música y cánticos celestiales, mientras un resplandor emanaba del santo lugar. 

Posteriormente, se desató un terrible incendio en toda Nazaret, en la noche del 9 de mayo de 1291; cuenta una leyenda piadosa que los ángeles arrancaron parte de la construcción y la llevaron a la colina de Raunizza, Dalmacia, región montañosa costera en Croacia (ex-Yugoslavia). Allí permaneció tres años. Luego, en otra noche, la del 9 al 10 de diciembre de 1294, el recinto fue trasladado a cinco millas de Recanati, en la provincia de Ancona, Italia, en el bosque lauretano o de Loreto. 

Pero este no fue su lugar definitivo. Allí estuvo sólo ocho meses, pues el trozo de casa fue colocado por tercera vez una milla más lejos, sobre una colina perteneciente a los señores nobles de Rainaldi. Un cuarto designio divino envió la edificación al camino que lleva desde el bosque de Recanati a las orillas del mar Adriático. 

Lo que la leyenda no cuenta es la razón de tanto traslado, ni por qué los seres celestiales sólo se llevaron la mitad. El hecho es que los católicos de la región levantaron primero un pórtico en torno a la sagrada casa. Luego se construyó un templo gótico, hasta que el papa Paulo II, en el siglo XV, mandó a construir el actual santuario de Nuestra Señora del Loreto. Todos los pontífices, desde Bonifacio VII, en el siglo XII, hasta Benedicto XVI han reconocido con solemnes actas canónicas el origen milagroso de la casa. 

No contento con las bendiciones papales, el gobernador del Tersat, en Dalmacia, Nicolás Frangipano, envió a Nazaret una comisión encargada de investigar el hecho. Allí se encontró los cimientos y el suelo restante del aposento bíblico. También se confirmó la semejanza de los cortes y de las medidas de las piedras y morteros de ambas edificaciones. Asimismo, el ya mencionado Bonifacio VII y Clemente VII (siglo XVI), comisionaron a Dalmacia y Nazaret embajadas pontificias para comprobar el milagro. Del mismo modo, el cardenal Bartolini  tomó piedras, tanto de la casa de Nazaret como la de Loreto, para que el químico Francisco Bassi  las examinara. Este declaró en 1857 que todos los elementos son de la misma especie,  compuestos por yeso, carbón natural y paja, nunca usados en las construcciones antiguas en Italia. Investigaciones realizadas en el año 2006, demostraron también lo dicho anteriormente. 

La casa de María en Nazaret se componía de una gruta excavada en la roca, tal como se conserva dentro de la basílica de la Anunciación. Las medidas de la gruta son 5.50 metros de profundidad, por 6.14 de ancho y 3.85 de alto. El resto de la morada, es muro de piedra, fue el que los ángeles llevaron a Loreto. La segunda parte de la casa es una habitación oscura de 9 metros de largo por 4 de alto y ancho. Las paredes son de piedra  rojiza. En el centro hay un altar con una imagen de la Santa Madona atribuida a San Lucas, la cual fue robada en 1797 por las tropas napoleónicas y rescatadas en 1801 por mediación de Pío VII. 

 

LA CASA DE LA VIRGEN EN EFESO 

AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS.

Tanto en Jerusalén cerca del monte de los olivos (Israel), como en la ciudad de  Efeso (Turquía), hay dos iglesias que reclaman el derecho de ser la tumba de la Virgen María. Ambas versiones tienen fuertes raíces en la tradición cristiana: 

A. En la Ciudad Santa se cree que en el mismo Cenáculo donde Jesús celebró con sus apóstoles la Última Cena, fue el lugar donde la Santísima Virgen se durmió en la paz del Señor. El sepulcro de María se halla muy cerca del huerto de los Olivos, había allí una iglesia de tiempos de los cruzados, varias veces los sarracenos la destruyeron con el convento de los franciscanos que se levantaba junto a ella. Hoy en día este santuario está en poder de los ortodoxos griegos, sirios y armenios; por esta razón, en el siglo XIX próximo al monte Sión, los padres benedictinos construyeron una abadía y una iglesia consagrada a la Asunción de María, lugar de culto para los católicos. 

B. Numerosos autores cristianos de Oriente y Occidente, desde los primeros siglos, han afirmado sobre la permanencia de María acompañada del apóstol Juan en una casa situada a cuatro kilómetros de la ciudad de Efeso (Turquía). En la que se encontraba la sede de la primera de las sietes iglesias mencionadas en el Apocalipsis. Igualmente, la beata Ana Catalina Emmerich (1774-1824), viajó en espíritu a Tierra Santa, donde presenció los lugares recorridos por Jesús y María. La monja estigmatizada narra que antes de morir la Santísima Madre volvió por algún tiempo a Jerusalén, para peregrinar en los sitios donde su hijo había vivido y muerto; al volver a Efeso murió a la edad de sesenta y tres años. “María fue sepultada por los apóstoles y a la noche siguiente sucedió la Asunción a los cielos, en alma y cuerpo, acompañada con tres coros de ángeles presididos por Jesús”.

La mística describe igualmente el hogar donde vivía la Virgen con San Juan: una casa rectangular de piedra, de un solo piso, con el techo plano y la hoguera en el centro, en medio de un bosque a las afueras de la ciudad, porque Ella deseaba vivir apartada de los hombres. Sin embargo, no fue sino hasta el año 1891 cuando dos sacerdotes franceses de la congregación de la Misión (Lazaristas), los padres Henry Jung y Eugéne Poulin, salieron en busca de la casa de María, teniendo como referencia las visiones de la religiosa alemana mencionada anteriormente. 

Los dos sacerdotes subieron a la llamada “la colina del ruiseñor”, que se eleva por encima de la llanura de Efeso. Tras muchos esfuerzos, junto a una fuente, encontraron las ruinas de una casa, que daba la impresión de haber sido utilizada como capilla, y que correspondía perfectamente a la descripta por la Beata. Los cristianos ortodoxos del lugar lo conocían como el “Monasterio de las tres Puertas, la Toda Santa”, a causa de los tres arcos de la fachada. Esos cristianos griegos, acudían a este sitio en peregrinación en la octava de la fiesta de la dormición de Nuestra Señora, el 15 de agosto.

Igualmente, los dos presbíteros hicieron una investigación entre los habitantes de la comarca y pudieron confirmar la existencia de una devoción que reconocía en la capilla en ruinas como la última residencia terrenal de la Madre María. Estudios arqueológicos realizados entre 1898 y 1899 sacaron a la luz, los restos de una casa del siglo I de nuestra era, así como los escombros de una pequeña población que se levantó alrededor de la vivienda a partir del siglo VII.  

El Papa León XIII (1878-1903) se pronunció favorablemente sobre estos descubrimientos, y restableció en el Ordo Romanus una nota que con motivo de la fiesta de la Asunción, mencionaba a Efeso como probable lugar de la dormición de la Virgen. El santuario fue restaurado en los años cincuenta del siglo pasado con piedras y material del lugar. La Iglesia es custodiada por los frailes capuchinos, quienes señalan lo que ha quedado de la morada original, los muros del perímetro con la hoguera central. La Casa de la Virgen fue visitada por Pablo VI en 1967, por Juan Pablo II en 1979 y por Benedicto XVI en el 2006. Es meta de peregrinación no solamente de católicos y ortodoxos, sino también de musulmanes.

 

ULTRAJES CONTRA LA SANTISIMA VIRGEN 

AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS. 

A través de los tiempos se han cometido graves ultrajes contra la Santísima Virgen, como por ejemplo: 

Una de las primeras herejías contra la virginidad perpetua de María, la escribió el filósofo pagano Celsio en el año 180 d.C. en su obra “Doctrina Verdadera”, inspirado en fuentes judías y cuyo texto, escrito en latín, no se ha conservado. En él afirmar que “Jesús había nacido de una pobre campesina que se ganaba la vida hilando. La  había expulsado su marido carpintero cuando fue condenada por adulterio con un soldado romano reclutado en Germania,  llamado Ben Pantera. De ahí que algunos lo conocieran como hijo de Pantera”. Supone que por esta razón, huyó a Egipto donde adquirió conocimientos de magia que le fueron muy útiles a su regreso a Judea cuando ya se presentó a sí mismo como Dios. 

Los nuevos miembros de la mafia italiana conocida como la “Cosa Nostra”, tienen que hacer un juramento de sangre, que consiste en una ceremonia en la que se le hace una pequeña incisión en el dedo índice de la mano con la que puede disparar. Las gotas de sangre son derramadas en una estampa de la Virgen Anunciadora, cuya fiesta religiosa cae el 25 de marzo y es considerada como la protectora de la mafia. A continuación se le prende fuego a la imagen, y el iniciado, evitando que se apague la llama, la hace circular de una mano a otra, mientras jura solemnemente no traicionar jamás las reglas de su organización y merecer –en caso contrario- arder de igual modo que el retrato de la Virgen. 

En la pequeña localidad de Torrejón de Ardoz, en Madrid (España), hay un museo de Iconos Sagrados entre los que se encuentra la Virgen de Iverskaia, patrona de Rusia. Tanto el rostro de María como en el del Niño se aprecian los impactos de bala que recibió al ser fusilada en 1917, por los ejércitos bolcheviques cuando invadieron la capilla junto al Kremlin donde era expuesta a la veneración pública. 

En 1985 se exhibió la película “Dios te Salve María” de producción francesa. En la cinta se presenta a “María, como hija de un empleado de gasolinera, aficionada al baloncesto. José, es un taxista, son novios y se van a casar. El tío Gabriel le anuncia que ella va a tener un hijo. José, celosos está completamente amargado, pero después termina por aceptar la situación. María da a luz un hijo (Jesús), que con los años abandona el hogar. La película presentan a María desnuda y también insultando a Dios por su situación, además de diálogos con lenguaje vulgar, y una pelea entre José y Gabriel. Ante está presentación cinematográfica, el propio Papa Juan Pablo II, rezó un rosario de desagravio en la radio vaticana el día cuatro de mayo del mismo año. 

En octubre de 1995, la cadena de televisión brasilera Record, de propiedad de la Iglesia Universal del Reino de Dios, una secta neopentecostal ampliamente diseminada en este país. En el programa matutino “Despertad la Fe”, un pastor hizo un polémico sermón contra el catolicismo y después la emprendió con puños y puntapiés contra una estatuilla de la Virgen Aparecida, a la que calificó como un “muñeco feo y desgraciado” que no merece la adoración que los brasileros le profesan. Este hecho provocó la indignación del pueblo católico contra el ultraje a su patrona, cuya historia se remonta al año 1717, cuando unos pescadores sacaron de entre sus redes una pequeña imagen de la Virgen de rostro negro de las aguas del río Paraiba en el estado de Sao Paulo, a lo cual siguió una especie de pesca milagrosa. Cada año su santuario es visitado por más de 7 millones de peregrinos.    

En noviembre de 2007, se realizó una muestra artística en la universidad nacional de Córdoba (Argentina), en donde se exhibió un cuadro de la Virgen María, la que es orinada por un ángel. 

 

FRASES CELEBRES EN HONOR DE MARIA 

AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS. 

No hay pues, en lo absoluto, otro medio de recibir a Cristo sino por medio de María. -Papa San Pío X.

La Virgen María ocupa el lugar más alto y más cercano a nosotros, después de Cristo Jesús. -Papa Pablo VI.

No se puede ser cristiano sin ser mariano. -Pablo VI.

Contemplemos a Jesús con los ojos de María. -Papa Juan Pablo II. 

Mientras se honra a la Madre, el Hijo es mejor conocido, más amado, mejor glorificado y obedecido. -Concilio Vaticano II.

La Virgen María es para el cristiano: signo de esperanza segura y de consuelo.  -Concilio Vaticano II.

María es Madre espiritual de todos los que en Jesucristo han puesto su esperanza. -Concilio Vaticano II.

María despierta en nosotros el corazón filial que duerme en cada uno. -Puebla.

María es el modelo que cada cristiano se debe proponer para imitar.  -Puebla.

Dios te salve; esperanza del alma, auxilio del cristiano, refugio de pecadores, defensa de corazones fieles, salud de todo el mundo. -San Efrén. 

No hay redención sin Jesús, tampoco hay encarnación sin María.  -San Efrén.

La Virgen María se parece a la Sagrada Biblia en que trae al mundo aquel que es la Palabra de Dios.  -San Clemente de Alejandría.

No se puede hablar de la Iglesia Católica, si no está presente la Virgen María.  -San Cromacio.

María es auxilio de los que vivimos en la tierra, y alegría de los que ya están en el cielo.  -San Sofronio.

Acuérdate OH María Santa que jamás se oyó decir que alguno te haya implorado sin tu auxilio recibir.  -San Bernardo.

Llegar a Jesús por medio de María.  -San Bernardo.

Ni a Dios le convenía otra Madre que no fuera una Virgen. Ni a una Virgen un Hijo que no fuera Dios.
San Bernardo.
 
Bienaventurados los devotos de la Santísima Virgen, porque ellos tendrán sus nombres escritos en el Libro de la Vida Eterna.
San Buenaventura.
 
Dios reunió todas las aguas en un recipiente y lo llamó mar, y reunió todas las cualidades femeninas en una mujer y la llamó María.
San Luis María Grignon de M.
 
La salvación del mundo comenzó por medio de María, y por medio de Ella debe consumarse.
San Luis María Grignon de M. 
 
Lo que Lucifer perdió con su orgullo, lo ganó María con su humildad.
San Luis María Grignon de M.
 
María es el camino más seguro, corto y perfecto para llegar a Jesucristo.
San Luis María Grignon de M.
 
A quien Dios se propone hacerlo más santo, lo hace más devoto de María.
San Alfonso María de Liborio.
 
Ser devoto de María Santísima es señal segura de salvación.
San Alfonso María de Liborio.
 
A todos los que piadosamente me sirven quiero asistirles como Madre piadosísima, para consolarlos y ampararlos.
Palabras de la Santísima Virgen a Santa Matilde.
 
Si quieres no ser engañado o devorado por el Demonio, tienes que acudir con fe y devoción a la Madre de Dios.
Santa Catalina de Siena.
 
La Madre del Hijo de Dios es también mi Madre.
San Estanislao.
 
Yo amo a los que me aman, honro a los que me honran y defiendo a los que invocan.
Palabras de la Santísima Virgen a San Juan Bosco.
 
Si son para Mí unos hijos cariñosos Yo seré para vosotros una Madre misericordiosa.
Palabras de la Santísima Virgen a San Juan Bosco.
 
Cuando María ruega, todo se obtiene, nada se niega.
San Juan Bosco.
 
Cuando hablamos en honor de la Virgen María es preferible extenderse que quedarse corto.
Beato Duns de Escoto.
 
María ocupa en la historia de la salvación, una posición esencial, única y definitiva.
Karh Rahner.
 
En la medida en que cada cristiano se asemeje más a María, mejor será la Iglesia. de Jesús.
Karh Rahner
 
En la vida de maría por cada rosa hubo diez espinas.
Cardenal John Henry Newman. (Comparar con Salmo 34,19).
 
De María puede decirse todo, menos que es una diosa.
Anónimo.
 
Recurrir a María en todo momento de nuestra vida, no nos hace alejar de su hijo Jesús, antes por el contrario, nos acerca cada vez más a El.
GARZ.
 
Solo María Virgen bella, después de ser más santa; gozo de madre y honra de doncella.
Lope de Vega.
 
La santidad crece en la medida a al devoción que se profesa a María.
P. Faber.
 
Debemos honrar a María porque es la Madre del Nuestro Señor, pues quien no honra a la Madre, ofende sin duda al Hijo.
B. Elred.
 
No hay en el mundo, pecador alguno tan perdido y enfangado, que sea aborrecido de María.
Blosio.
 


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Amor meus crucifixus est