RELIGION

1.   LA RELIGION EN EL HOMBRE.

2.   LA NUEVA ERA: RELIGION NEO PAGANA DEL SIGLO XXI.

3.   LA REENCARNACION: VERDAD O MITO.

4.   ¿POR QUE LA IGLESIA CATOLICA CONDENA LA BRUJERIA?

5.   CUANDO LA FE EN CRISTO ES PUESTA A PRUEBA.

6.   CUANDO EL ISLAM ATACA AL CRISTIANISMO.

 

LA RELIGION EN EL HOMBRE 

AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS.

 

I. CONTEXTO GENERAL 

La palabra Religión proviene del latín “Religare” y quiere decir ‘unir” o “atar” al hombre, como criatura creada; con Dios, como Ser creador y supremo. En las primeras civilizaciones, culturas y pueblos los elementos de la naturaleza como el sol, la luna, las montañas, lagunas y ciertos animales eran considerados como sagrados. Igualmente, se conservan restos de altares, monumentos y datos sobre honras fúnebres en homenaje a sus muertos.
 

II. RELIGIONES MONOTEISTAS Y POLITEISTAS 

El primer grupo es la religión revelada que cree en un solo y verdadero Dios representado en el Judaísmo (4.000 años atrás) en Irak; el Cristianismo (siglo primero de nuestra era) en Israel; y el Islam (siglo VI d.C.) en Arabia Saudita. El segundo grupo, son las religiones naturales que creen en varios dioses mitológicos y legendarios corno el Animismo (20.000 años atrás) de los pueblos ancestrales de Africa, Asia, Oceanía, Australia y las regiones selváticas; el Hinduismo (3.500 años atrás) en la India; el Zoroastrismo (3.000 a.C.) de la antigua Persia (Hoy Irán); el Budismo (2.500 a.C.) en el Nepal y el Sintoísmo (siglo VI d.C.) del Japón.

 

III. COSAS EN COMUN 

Para que se cumpla una religión en un plano general, son necesarias tres instancias: 

1.     La existencia de un Dios o dioses a quien adorar 

2.           La realización de un sacrificio en su honor como lo sangre de animales, frutas, oro e incluso en la antigüedad víctimas humanas como doncellas vírgenes y niños. 

3.           En toda sociedad, grupo, clan o tribu siempre ha habido una persona encargada de realizar oraciones y ofrendas en representación de los creyentes, que bien pueden llamarse: rabino para los judíos, sacerdote para los católicos, pastor o reverendo para los protestantes, imán para los islámicos, brahmán o gurú para los hindúes, bonzo para los budistas, o brujo, hechicero, curandero, chaman o zipa para los animistas. 

Cada religión llama a  sus deidades con nombres propios como en el caso de la trinidad hindú, que son: Brahma (dios creador), Visnú (dios del amor) y Shiva (diosa de la guerra); Mazda (dios del bien) y Arimán (dios del mal) en el Zoroastrismo; o  Buda (el iluminado) para el  budismo. Ya  en cuanto a las  monoteístas los judíos en la antigua alianza le daban el nombre de Yahvé (El que es) (Éxodo 3, 14); los cristianos en la nueva alianza le dicen Abba (Padre Nuestro) (Mateo 6,9); y los islámicos lo invocan con el nombre de Alá (el Misericordioso). Del mismo modo, todas tienen un fundador, enviado o profeta como Krisna en el hinduismo; Zaratustra en el Zoroastrismo; el príncipe Shidarta para el budismo; el emperador del Japón (llamado como el hijo del sol), en el Sintoísmo; Abraham  y Moisés en el judaísmo; Jesucristo para el cristianismo; y Mahoma en el Islam.  También tienen un libro sagrado como los textos Vedas (conocimiento) en el hinduismo; el Avesta, del zoroastrismo; el Mantra (herramienta para la meditación) en el budismo; la Torá  (ley mosaica) y el Talmud (ley escrita)  para los judíos; la Biblia (palabra de Dios) para  los cristianos; y el Corán (versos sagrados) en el Islam. Hay lugares de culto para las religiones monoteístas como: las sinagogas para los judíos, iglesias o templos para los cristianos y mezquitas para los musulmanes. También tienen un día sagrado: el viernes para los musulmanes, el sábado para los judíos y el domingo para los cristianos. Además de sus propios calendarios, mandamientos, santuarios, ritos, normas y fiestas religiosas.

 

IV. DATOS ESTADISTICOS 

Un estudio reciente revela que el 86% de la población mundial afirma pertenecer a alguna religión. El mismo informe también indica que los creyentes se agrupan en diecinueve grandes religiones. Así por ejemplo, de los 6.700 millones de habitantes que tiene aproximadamente la Tierra, 1.300 millones se declaran ateos, agnósticos o sin religión; 1.200 millones son islámicos; 1.131 millones son católicos, otros 1.000 millones de diferentes denominaciones cristianas, incluyendo a 400 millones pertenecientes a iglesias carismáticas y pentecostales, 350 millones de ortodoxos, 80 millones de anglicanos y 67 millones de evangélicos luteranos;  811 millones de Hinduistas; 300 millones de budistas; 100 millones de animistas; 100 millones de sintoístas;  20 millones de judíos entre otros.

V. LA RELIGION VERDADERA 

La única religión plenamente aceptado por el Altísimo es el cristianismo que abarca el “nuevo pueblo de Dios” (1 Pedro 2,9 - 10);  por la muerte de Cristo en la cruz (1 Corintios 1,18). Históricamente se inicia veintiún siglos atrás, cuando el Hijo de Dios funda la Iglesia Católico (Universal), en la persona del apóstol Pedro (roca) (Mateo 16, 16-18; Lucas 22,32; Juan 21, 15-17); tradición que se ha mantenido hasta nuestros días con el Papa Benedicto XVI.

 

VI. CISMA Y DIVISIONES 

Hay que anotar que el cristianismo que tiene a Jesús como cabeza (Colosenses 1,18); su cuerpo conformado por los hombres, ha sido fracturado con el transcurso de los siglos (1 Corintios 11, 19). Es así como en el siglo VI a raíz de la declaración del concilio de Calcedonia, varias iglesias cristianas de oriente como la Sirio-Jacobita, la Armenia, la copta y los abisinios se alejaron de la Iglesia Romana. Posteriormente, se separó la Iglesia Ortodoxa (considerada como hermana de la católica), en Constantinopla (Turquía) en el siglo XI, por cuestiones tanto políticas como teológicas. Más tarde, en el siglo XVI en Europa con la reforma protestante, Martín Lutero en Alemania  formó la Iglesia Evangélica,  Juan Calvino  en Suiza a los calvinistas o presbiterianos,  y el rey Enrique VIII la  Iglesia Anglicana de Inglaterra y la Episcopal en Estados Unidos. De estas tres iglesias se han multiplicado  las diversas congregaciones  como los metodistas, bautistas,  mormones, adventistas, testigos de Jehová,  asamblea de Dios, pentecostales y demás. En total  se estima que existen  unas treinta mil confesiones cristianas cada  una interpretando la Biblia de una manera distinta; cumpliéndose así las palabras de san Agustín: “La división de los cristianos es el triunfo de Satanás”. Mientras que la católica acepta a un solo Señor (Jesucristo), una sola fe (en la oración del  Credo), y un solo bautismo (Efesios 4.5), siendo la misma doctrina “que ha sido una vez dada a los santos” (Judas 3).
 

VII. LA SALVACION UNIVERSAL 

La Iglesia Católica como madre y maestra enseña  que todas las criaturas humanas incluyendo a los no cristianos y ateos de buen corazón, están llamadas al plan divino por caminos que el Padre Eterno conoce; pues “Jesucristo se ofreció en sacrificio para que nuestros pecados sean perdonados, y no sólo los nuestros, sino los de todo el mundo”  (1 Juan 2,2). 

 

LA NUEVA ERA: RELIGION NEO-PAGANA DEL SIGLO XXI 

AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS. 

“A Dios no lo podemos conocer del todo, pero si podemos saber lo que no es”  San Agustín  (Obispo de Hipona y Doctor de la Iglesia). 
 

I. ORIGEN Y PROPOSITO 

El 3 de febrero del 2003, la Santa Sede dio a conocer un documento  titulado “Una reflexión cristiana sobre la Nueva Era”, en dicho estudio se plantea la posición oficial de la Iglesia Católica con respecto a este movimiento científico- religioso que se remontan a la década de los años sesenta del siglo pasado; haciéndose popular en gran parte del mundo moderno. Su origen se debió al descontento de la juventud con la guerra en Vietnam, el movimiento hippie, la revolución de la Soborna en París y demás problemas sociales de la época. Sus líderes indujeron a las nuevas generaciones al uso de las drogas fuertes, el sexo libre, el rock pesado, la anarquía, el ateísmo y una rebeldía interior a todas los valores religiosos, morales y culturales establecidos en el judaísmo y el cristianismo. Su ideología abarca doctrinas extraídas del hinduismo, el budismo, creencias persas, caldeas, egipcias, el animismo, el panteísmo, la teosofía, el esoterismo, el ocultismo, la metafísica, el gnosticismo y la masonería. 

El principal objetivo de la Nueva Era es la búsqueda del hombre como centro del universo, dando origen a un nuevo orden mundial dominado por una nueva religión. Se trata pues de un “supermercado” de creencias donde cada cual toma lo que le gusta y deja lo demás. Esta Forma de pensar ha sido vista como la Terminación del proceso evolutivo del “Super-Hombre”,  propuesto  por  el  filósofo alemán  Friedrich Nietzche. 

En resumidas cuentas la “Era Solar” como también se le conoce, tiene cinco puntos básicos: 

No hay un fundador reconocido particularmente

No hay un libro sagrado que contenga toda su doctrina

No hay una estructura jerárquica organizada

No tiene dogmas o mandamientos fijos

No tiene un sistema religioso o filosófico propio. 

Hay tres etapas a los cuales los de la Nueva Era quieren llevar a toda la humanidad, de una manera inconsciente: 

“Iglesia Católica no, Cristo sí”. En este primer punto se pretende desacreditar a la Iglesia Romano y los religiosos, para llevar al convencimiento de creer solamente en el maestro Jesús 

“Cristo no, Dios sí”. En esta fase se llega por medio de la enseñanza en un nuevo  dios cósmico 

“Dios no, nueva religión sí”. Se logra con la instalación de centros de culto donde se practica lo visto anteriormente, para encontrarse con el “súper- yo”. 

Uno de los pilares para lograr tal fin, es cambiar el concepto teológico de un Dios “creador” y “omnipotente” por un dios “energía” o “fuerza”; quien se manifiesta en todo el universo como conjunto (panteísmo), siendo además incapaz de intervenir en los asuntos humanos. El hombre contemporáneo puede llegar a conectarse con este “nuevo dios”, no por la gracia divina, sino por su propio poder interior. Se niega la existencia del bien y del mal, al igual que el pecado y la virtud. En este sentido reconocen el principio de las religiones orientales que admiten que todas las almas son divinas y forman una sola alma universal (Nirvana budista), además al no existir un Dios supremo toda persona es su propio juez. Incluso, cada individuo de acuerdo con su Comportamiento terrenal determinará su próxima reencarnación (Karma hinduista). Comparar con (Salmo 68,28; Proverbios 15,3; Isaías 40,28-29;  Hebreos 4,13).

 
II.    EL PAPEL DE LA ASTROLOGIA 

La astrología también ha jugado un punto importante en la llamada “Era de la Luz”, pues se sabe que la historia de la humanidad ha estado dividido en eras que se hallan regidas por determinadas constelaciones que coincide con la presesión de los equinoccios, que ocurre cada 2000 años aproximadamente; así por ejemplo:    

BAJO LA INFLUENCIA DE TAURO:(4230 a. C) surgieron los imperios y las religiones de Mesopotamia, como los persas y los egipcios; quienes tenían como emblema divino un toro o becerro, que aparece representado en varias pinturas y estatuidas de ese tiempo. Además fue el mismo ídolo que los judíos idolatraron en el desierto del Sinaí (Éxodo 32; Hechos 7,40-41). 

BAJO LA INFLUENCIA DE ARIES: (2160 a. C) guió a la religión y la cultura judaica, representado por la figura de un cordero o un cabrito; animales propios para el sacrificio a Yahvé  (Éxodo 12,5; Levítico 16,20-22). 

BAJO LA INFLUENCIA DE PISCIS: (Desde el siglo I de nuestra era) símbolo del cristianismo, que se inicia con el nacimiento de Jesús, identificado por un pez; imagen que se encuentra desde los inicios del cristianismo en las catacumbas romanas. Esto se debe a que la palabra “Pez” en griego se escribe ICHTUS, que son las iniciales de la frase: “Jesús- Cristo- Hombre- Dios- Salvador. 

BAJO LA INFLUENCIA DE ACUARIO: (2026 d. C) este acontecimiento marcará el comienzo de la “Nueva Época”. El signo del acuario es la mezcla de todas las religiones, pero principalmente las de Oriente, Asia, África y Oceanía. Será un tiempo de abundancia en doctrinas esotéricas y en sabidurías humanas (Deuteronomio 18,9-11).

 

III.  LA LLEGADA DEL NUEVO MESIAS 

El plan de la redención humana que se cumple con el sacrificio de Jesús en la cruz, pasa a un segundo plano. Ya no es considerado como el “Hijo de Dios”, sino un “Iniciado” o “Maestro Espiritual” con la misma importancia de “Buda”, “Krishna”, “Zoroastros”, “Mazda”, “Confucio”, “Mahoma”, “Gurúnanda”, “Narayana”, o “Ghandi”. Siendo además sus Enseñanzas válidas para todos los hombres (Teosofía); pues cada mensaje en complementario del otro, hasta que aparezca finalmente un “Maestro Mundial”, quien encarnará la divinidad humana en los últimos tiempos. Este “Nuevo Mesías” para los seguidores de la “Era Solar” se vio identificado cuando en abril de 1982, se anunció en los veinte periódicos más importantes del mundo el titular “Cristo ya está aquí”, en la persona de Lord Maitreya; maestro por encima de todos los demás. Este extraño personaje asiático residente en Londres, de quien se decía que era nada menos que el Ungido para los judíos, el quinto Buda de los budistas, el Lord Krishna de los hindúes y el verdadero Cristo para los cristianos. 

Maitreya es el nombre de una divinidad budista anterior al príncipe Shirdarta Gautama, el séptimo y último Buda (el iluminado). Incluso, se aseguraba que este mismo sujeto fue el maestro de Jesús de Nazaret, quien sólo había sido un Cristo temporal. Ahora que Maitreya ha llegado, desaparecerán las enfermedades, las penalidades y todos podrán convertirse en dioses mediante un procedimiento secreto que él dará a conocer a toda la humanidad (Comparar con Génesis 3,5). La actriz Shirley Maclane es llamada como la gran sacerdotisa del movimiento, ella enseña en su propio programa de televisión sus experiencias extra- dimensiónales y ha escrito un libro relacionado con lo oculto y con el cosmos espiritual, también  afirma  que ha reencarnado nueve veces.   

La veneración a la “Virgen María”, lo han relacionado con la antigua idolatría que se rendía a la “diosa madre”, como Isis en Egipto y Horus, la Mater Matuta del imperio romano, Kali en el hinduismo; o también llamada en la Biblia como la “diosa Reina del Cielo” (Jeremías 7,18; 44, 16-17).

 

IV.   VARIEDAD RELIGIOSA 

La Era de Acuario pregona una serie de nuevas técnicas como la meditación trascendental, el método control mental Silva, la telepatía, el hipnotismo, el yoga, la gimnasia china, el zen, las regresiones hipnóticas y la armonía corporal; logrando así la proyección del “aura” o “cuerpo astral” de cada ser. Del esoterismo y el misticismo sobre sale la “angeología”, estudio de seres alados (los ángeles) con diferentes Nombres, que se pueden contactar por medio de normas que se explican  en libros, videos, casetes y juegos de mesa. No se puede dejar a un lado la “ufología”, estudio del fenómeno ovni y los extraterrestres, llamados como nuestros “hermanos mayores” del universo, o los “Elohim”, palabra hebrea que significa “Dios”.

 
V.     EL MERCADO DE LA ERA DE ACUARIO 

Hoy en día es común ver centros de estudios, festivales espirituales, seminarios, conferencias de los llamados “maestros de la luz”, donde se enseña la doctrina del movimiento Krishna, powa, reiki, akido, otaichi, el fenj shui, el shiatzu; acompañado de librerías, almacenes y centros naturalistas donde se consigue una amplia variedad de libros y revistas del doctor DeepaK Chopra, como su obra “Las siete leyes del éxito espiritual”, al igual que Sri Ravi SanKan, otro hindú de la casta de los brahamanes; ambos recorren el mundo difundiendo sus costosos métodos de meditación oriental. Otros temas son los libros del Dalai Lama Como “Los eternos valores humanos” y “Las religiones del mundo”, el “Libro de los espíritus” de Allan Kardec, los de J.J. Benítez y Anthony de Mello. Asimismo de sanación física, macrobiótica, teosofía, superación personal, parapsicología, alquimia, ocultismo, metafísica de Conny Méndez, el significado de los sueños, música de relajación (o étnia), artículos traídos de Egipto, Israel, Filipinas y la India. Incensarios para aromatizar el ambiente, collares, anillos, bolas de cristal, velas de diferentes colores y magia blanca, candelabros hebreos, esencias de diferentes plantas, lectura del tarot, quiromancia (lectura de la mano) y numerología, es decir, la influencia de los números en la vida de las personas o el horóscopo de Walter Mercado. (Compara con Salmo 94,11; Proverbios  14,15; Daniel 12,4; Romanos 10,2-3; 1 Corintios 3,18; Efesios 4,17-18; 1 Tesalonicenses 5,20-21; 1 Timoteo 6,20-21; 2 Timoteo 3,7-8;  Tito 1,16; Hebreos 5,11-12; 1 Juan 4,1).

 

VI.   LA MEDICINA DE LA ERA DE LA LUZ 

En el campo de la “Medicina Alternativa”, según los bioenergéticos el cuerpo humano tiene receptores para cada tipo de energía que recibe el nombre de “Chacras”, que son  meridianos o puntos específicos para cada parte del cuerpo; para lograr sus estímulos se cuenta con la homeopatía (Medicina con plantas), la acupuntura china, a electroacupuntura, que emplea un aparato llamado “dermatrón”, la utilización de cuarzos, cristales, agujas,  pirámides, la cruz de Caravaca, Budas, el ángel solar dorado, la estrella de David,  la espada del ángel San Gabriel, el dragón rojo, el unicornio de bronce celta o pulseras de plata y oro. La fonoterapia, o sea el empleo de frecuencias acústicas emitidas por instrumentos mecánicos o electrónicos, que sirven para purificar las vibraciones negativas; La mesoterapia, masajes  terapéuticos combinados con meditación y secciones de hipnosis, la cromoterapia, o manejo psicológico de los colores, que ayudan a fortalecer el sistema nervioso y psíquico, la campanología, es decir, el arte curativo del sonido de las campanas; Como las tibetanas, egipcias y Bizantinas; bien sea de oro para curar el cáncer y de plata para la migraña; o también la aromaterapia, utilización de los aromas naturales para mejorar la salud, el bienestar y la paz en el hombre cósmico. 

 

VII. CONCLUSION FINAL 

Ante todo este panorama tan variado y peligroso para la fe del creyente, lo único que nos resta; es pedir con fervor la misma súplica que hiciera siglos atrás el salmista: “Señor, muéstrame tus caminos; guíame por tus senderos;...encamíname en tu verdad” (Salmo 25,4-5). 

  

LA REENCARNACION: VERDAD O MITO 

AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS. 

“Al morir...nacemos para la vida eterna”.

San Francisco de Asís

Religioso –fundador de la orden de los frailes menores.

 

I.     LAS RELIGIONES ORIENTALES 

EL HINDUISMO: Para esta religión de la India la reencarnación tiene su origen en los textos sagrados Vedas (Conocimiento), que aparecieron entre los años 800 al 500 a.C., aquí se enseña que con la muerte sólo desaparece el organismo, mientras que el alma (Atman), vive muchas vidas en diferentes cuerpos hasta completar la liberación de su ser (Moksha), por medio de un proceso de nacimiento, muerte y reencarnación (Samsara); la meta final consiste en romper dicho ciclo y llegar a estar eternamente en la presencia de Brahma, el “Espíritu Universal” o el “Océano Divino”; Del que surgieron  todos los seres y al que deben retornar. 

La reencarnación va íntimamente ligada al “Karma” de cada persona (la palabra Karma tiene dos significados: “acción” y “los resultados buenos o malos de toda actividad física o mental”); y en tal caso, la existencia futura del Atman está predestinada por el comportamiento de toda su vida terrenal, la que será favorable o miserable; ya que el Karma opera de una manera implacable con las personas que se dedican al mal, teniendo como castigo el renacer en algún animal inferior, planta o cosa. Del mismo modo, la ley del Karma es independiente del tiempo y el espacio; y por eso, nada tiene Que ver que un individuo necesite trescientos o tres mil años de aprendizaje para evolucionar completamente.  

Para la religión de los “mil dioses” los méritos propios de cada persona, pueden tener su recompensa con el renacimiento de Alguna de sus divinidades, como es el caso de Shankara, filósofo, místico y poeta hindú; quien por su grado de santidad se le veía como la personificación viva de la diosa Shiva. Igualmente, en el Ramayana, poema épico de la literatura india, se narra que su héroe el príncipe Rama, era la reencarnación del dios Visnú. 

EL BUDISMO: Sus creencias religiosas se inician con la aceptación del proceso de cambio (samsara), las personas mueren y renacen en uno de los seis reinos de la existencia universal, descritos en la rueda budista de la vida; entre ellos el cielo y el infierno, estados imperfectos en los que la reencarnación depende de los progresos que se haya hecho allí. Por último, todos los seres humanos irán al reino “sin muerte” llamado “Nirvana”. La palabra Nirvana tiene su origen en el sánscrito y quiere decir “extinción”, bien sea de las pasiones, de los errores y demás defectos propios; lo que trae como resultado final el colmen de la iluminación, la serenidad y tranquilidad sin limites. Por lo tanto, quien llega al Nirvana ha vencido a la muerte y el dolor físico. 

Los budistas afirman que todos los individuos se reencarnarán varias veces antes del alcanzar el Nirvana, llamado también el “Gran Todo”; pero sólo los seres iluminados o “Budas” pueden recordar sus vidas pasadas; como  su fundador, el príncipe Sidharta Gautama (2500 a.C.), quien decía tener recuerdos de mil vidas anteriores. Asimismo,  los Lamas Tibetanos plenamente realizados (o Tulkus), pueden escoger las circunstancias de su próxima reencarnación, e incluso indicar el lugar exacto donde renacerán, en el cuerpo de un infante que nazca en ese preciso momento, y que deberá ser cuidadosamente buscado unos ocho años después por los monjes, gracias a determinadas señales y diversas pruebas de reconocimiento. El caso más conocido es el de su gran líder el Dalai Lama (Océano de Sabiduría), cuyo espíritu ha renacido catorce veces hasta llegar al actual, Tenzin Gyatso (1935 - ). 

LA SOCIEDAD TEOSOFICA: Fundada en 1875 por la rusa Elena Blavatsky, en compañía de varios masones de Estados Unidos, y algunos espiritistas. Esta secta de  lo oculto y lo secreto pregona que cada uno va experimentando progresivas reencarnaciones Hasta llegar a ser un dios o “Mahatma”; con la misión de gobernar todo el universo. Para llegar a esta meta tiene que pasar varios Siglos, como le sucedió a su fundadora, quien aseguraba haber pasado por 32 reencarnaciones durante 72000 años.
 

II.       EL CULTO A LOS MUERTOS 

La doctrina que predica la existencia del cielo y el infierno como moradas eternas para el alma humana después de esta vida, es un hecho más constante y generalizado en la historia universal. Así lo demuestra las antiguas culturas como los babilonios, asirios y egipcios; quienes levantaron templos y pirámides destinadas a sus reyes y faraones para estar más cerca de ellos, y que luego despertarían en el más allá.  

Por otra parte, para las religiones monoteístas como el judaísmo, las ofrendas a favor de los muertos son base de su fe; como lo constata la lectura del Machsor, libro de oraciones para los días sagrados del Yom Kipuer (La fiesta del perdón). También las iglesias  primitivas cristianas, a la cabeza con la Católica, los Ortodoxos Griegos y Rusos, los Arrianos, Nestorianos y Eutiquianos; conservaron en sus liturgias la costumbre de pedir por las almas de los fieles difuntos. Mientras que para el Islam esta práctica esta consignada en el libro del Corán.

 

III.  EL PUNTO DE VISTA BIBLICO 

Los reencarnacioncitas argumentan sus enseñanzas con las Sagradas Escrituras. Según ellos, se encuentran al menos unas 600 citas para testificar lo dicho, siendo las más importantes el encuentro de Jesús con Nicodemo, cuando le dice: “En verdad, en verdad te digo que el que no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3,3); a lo que los exegetas y teólogos aclaran, que el Mesías está haciendo referencia al sacramento del bautismo, que nos hace “volver a nacer por el agua y el espíritu”(5-7). Así también cuando se dice que Juan el Bautista era el profeta Elías (reencarnado), que “ha venido ya” (Mateo 11,14; 17,12); se da a entender que la fuerza del profeta recae en la misión del Bautista, quien fue el  precursor de la primera venida de Cristo, y Elías lo será de la segunda (Parusía).  De Igual manera cuando Juan es Interrogado por una comisión del Sanedrín, si era realmente Elías, éste responde categóricamente  “no lo soy” (Juan 1,21). Sin embargo, se había predicho que Juan Bautista precedería al Mesías “con el espíritu y el poder de Elías” (Lucas 1,17; Malaquías 4, 5-6; Eclesiástico 48,10). Además el antiguo profeta de Israel se hace visible al lado de Moisés en la transfiguración en el monte Tabor (17,1-9).  

La Revelación Divina también nos dice que “está establecido que los hombres mueran una sola vez” (Hebreos 9,27); “De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí “(Romanos 14,12). Con la muerte, “el polvo (o poéticamente ‘el cuerpo’) vuelve a la tierra como vino de ella, y el espíritu a Dios, que lo ha dado” (Eclesiastés 12,7). “Sólo aquel que peque morirá. Ni el hijo ha de pagar por los pecados del padre, ni el padre por los pecados del hijo” (Ezequiel 18,20). “Porque todos tienen que presentarnos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le corresponde, según lo bueno y lo malo que haya hecho  mientras estaba en el cuerpo” (2 Corintios 5,10); además la resurrección del Salvador, y las realizadas por él, son La prueba de que cada alma fue creada para un cuerpo humano ((1 Corintios 15,12-57). El apóstol Pablo agrega que al final de los tiempos habrá resurrección tanto de “buenos” como de “malos” (Hechos 24,15); que serán juzgados ante el tribunal supremo del Hijo de Dios (Mateo 25,31-46; Juan 6,40; Hechos 17,31; Apocalipsis 20,11-15).

 

IV.   EL CONTEXTO TEOLOGICO 

La reencarnación presenta varias lagunas difíciles de explicar: 

- No puede definir con claridad en qué momento el alma humana empieza a existir

- No se sabe cuántas vidas tienen que experimentar

- No se determina cuánto tiempo tiene que pasar entre una reencarnación y la otra - No está establecido cuánto tiempo dura todo este proceso de nacer, morir y renacer hasta alcanzar el ciclo final

- No presenta una explicación lógica al origen del mal, pues si solamente los buenos o los menos buenos reencarnan en seres humanos; los malos que renacen en seres inferiores, tendrán una desventaja al no tener  conciencia de sus errores pasados.

Por otra parte, la Iglesia Católica desde sus raíces históricas siempre negó la reencarnación como un hecho real, y con la sola excepción de Orígenes (s. III), quien dudó si sería posible que se admitiera en el cristianismo; los demás Padres de la Iglesia como San Agustín, Tertuliano o San Jerónimo; la rechazaron tajantemente. Además el emperador Justiniano I fue uno de los principales enemigos de la misma, en el II concilio de Constantinopla en el siglo VI. La reencarnación fue definitivamente condenada por el magisterio eclesiástico en 1917, bajo el pontificado de Benedicto XV.

 

V.     LAS PRUEBAS CIENTIFICAS 

En estos últimos años se han hecho famoso en el mundo entero, las experiencias médicas de algunos psicoterapeutas, parapsicólogos y siquiatras como el doctor Brian Weiss; autor de varios libros sobre este tema, quien sostiene que es posible que con las llamadas “regresiones hipnóticas”, los seres humanos puedan viajar por el pasado experimentando diferentes situaciones de otras vidas. Es importante aclarar que este método no es capas de demostrar científicamente la existencia de la reencarnación, pues muchos de los testimonios han sido imprecisos, incorrectos, no se ajustan a la realidad de los hechos;  varios pacientes coinciden en haber sido un personaje importante como “Cleopatra” o “Napoleón”. También influye de manera especial fenómenos de percepción extra-sensorial, telepatía, clarividencia o simplemente el terapeuta es quien induce a la persona a recrear una serie de situaciones irreales, sugeridas o predispuestas. Del mismo modo, se pone de manifiesto que solamente un 40%  de los individuos sometidos a esta prueba resultan positivos. 

Para muchos expertos este método tiene la misma fiabilidad que los sueños, ya que ambos son elaborados por nuestras fantasías, mezcladas con imágenes de momentos reales, de deseos y temores del subconsciente; que constituye un depósito de Información mucho mayor del que podamos pensar. Es más, si las reencarnaciones sucesivas del alma humana fueran ciertas; nuestra memoria, que junto con la inteligencia y la libre voluntad, son facultades propias del individuo; sería correcto creer, que todas las personas en estado de normalidad síquica, sin recurrir a la hipnosis, deberían recordar perfectamente ciertos instantes de sus anteriores vidas. 

Tampoco es de extrañarse el hecho de que los pacientes empiecen ha hablar en otros “idiomas”, que a veces son comprensibles pero con frecuencia no lo son. Como los casos Narrados en el Nuevo testamento, de los primeros cristianos que hacían uso del “don de Lenguas”; y a los que el apóstol San Pablo puso un toque de desconfianza,  pues “es preferible decir cinco palabras que se entiendan, para enseñar a otros, que decir diez mil palabras en lenguas extrañas” (1 Corintios 14,19).

 

¿POR QUE LA IGLESIA CATOLICA CONDENA LA BRUJERIA? 

AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS. 

INTRODUCCION: El Diccionario Enciclopédico Mentor define el término “Brujo”como: “Persona que, tiene pacto con el Diablo y, por medio de éste, hace cosas extraordinarias”. Por su parte, el Catecismo de la Iglesia Católica considera la brujería, la adivinación, la hechicería o la magia; como actos contrarios al primer mandamiento de la ley de Dios (Artículos 2115 al 2117), y todo aquel individuo que persista en estos ritos, se expone sin duda a una condenación eterna (Apocalipsis 21,8).

 

I.           EL FUNDAMENTO BIBLICO 

En el Antiguo Testamento Yahvé le advierte al pueblo judío: “Cuando hayan entrado en el país que el Señor su Dios les va a dar, no imiten las horribles costumbres de esas naciones. Que nadie de ustedes ofrezca en sacrificio a su hijo haciéndolo pasar por el fuego, ni practique la adivinación, ni pretenda predecir el futuro, ni se dedique a la hechicería, ni a los encantamientos, ni consulte a los adivinos y a los que invocan espíritus, ni consulten a los muertos. Porque al Señor le repugnan los que hacen estas cosas”. (Deuteronomio 18,10-12). La ley mosaica condenaba estas prácticas  con la pena de muerte: “No dejes con vida a ninguna hechicera” (Éxodo 22,18), “El hombre o la mujer que estén poseídos por un espíritu, o que practiquen la adivinación, serán muertos a pedradas y serán responsables de su propia muerte” (Levítico 20,27)

Del mismo modo, el cristiano tiene que tener toda su confianza depositada en el “Hijo de Dios” (filipenses  4,13). Porque no puede haber ninguna relación entre “Cristo y el demonio” (2 Corintios 6,15), ni “beber de la copa del Señor, y, a la vez, de la copa de los demonios; ni pueden sentarse a la mesa del Señor, y a la vez, a la mesa de los demonios” (1 Corintios 10,21); ya que unos son “hijos de Dios” mientras que otros son “hijos del diablo” (1 Juan 3,10). 

La iglesia primitiva entendió muy bien este mensaje, así lo encontramos en varios pasajes del libro de los Hechos de los Apóstoles: 

En Samaria había un hombre importante llamado Simón, que había practicado la brujería, se había hecho bautizar, pero cuando vio como el Espíritu Santo descendía sobre las personas por medio de la imposición de las manos de los apóstoles, quiso comprar este don divino; lo que le valió la reprobación de Pedro (8,9-24). 

Cuando Bernabé, Saulo y Juan “llegaron a Pafos, donde encontraron a un brujo judío llamado Barjesús, el cual era además un mentiroso que decía hablar de parte de Dios. Este brujo estaba con el gobernador Sergio Paulo, que era un hombre inteligente. El gobernador mandó a llamar a Bernabé y a Saulo, porque quería oír el mensaje de Dios. Pero el brujo, cuyo nombre griego era Elimas, se les opuso, tratando de impedir que el gobernador creyera. Entonces Saulo, también llamado Pablo, lleno del Espíritu Santo, lo miró fijamente y le dijo: -¡Mentiroso, malvado, hijo del diablo, y enemigo de todo lo bueno! ¿Por qué no dejas de torcer los caminos rectos del Señor? Ahora el Señor te va a castigar: vas a quedar ciego, y por algún tiempo no podrás ver la luz del sol. Inmediatamente Elimas quedó en total oscuridad, y buscaba que alguien lo llevara de la mano porque estaba ciego. Al ver esto, el gobernador creyó admirado de las enseñanzas acerca del Señor”. (13,6-12). 

En la ciudad de Macedonia Pablo y Silas encontraron “a una muchacha poseída por un espíritu de adivinación. Era una esclava que, adivinando, daba a ganar mucho dinero a sus amos. Esa muchacha comenzó a seguirnos a Pablo y a nosotros gritando: -¡Estos hombres son servidores del Dios altísimo, y les anuncian a ustedes el camino de salvación! Esto hizo durante muchos días, hasta que Pablo, ya molesto, terminó por volverse y decirle al espíritu que la poseía: -En el nombre de Jesucristo, te ordeno que salgas de ella. En aquel mismo momento el espíritu la dejó”. (16,16-18).   

En la ciudad de Efeso “muchos de los que creyeron llegaban confesando públicamente todo lo malo que antes habían hecho, y muchos que habían practicado la brujería trajeron los libros y los quemaron en presencia de todos” (19,19).
 

II.       LAS FUERZAS DEL MAL ENFRENTADAS A LAS FUERZAS DEL BIEN 

Cuando Moisés y Aarón se entrevistaron con el faraón Ramsés II, ocurrió un hecho sorprendente: “El Señor les dijo a Moisés y Aarón: -Si el faraón les pide que hagan un milagro, les dirás a Aarón que tome su bastón y que lo arroje al suelo ante el faraón, para que se convierta en una serpiente. Moisés y Aarón fueron a ver al faraón, e hicieron lo que el Señor había ordenado: Aarón arrojó su bastón al suelo delante del faraón y de sus funcionarios, y el bastón se convirtió en una serpiente. El faraón, por su parte, mandó llamar a sus sabios y magos, los cuales con sus artes mágicas hicieron también lo mismo: cada uno de ellos arrojó su bastón al suelo, y cada bastón se convirtió en una serpiente. Pero el bastón de Aarón se comió los bastones de los sabios y magos”. (Éxodo 7, 8-12).  

Santa Agueda, nació en Catania, y fue una joven mártir (testigo de Cristo), que pertenecía a una noble y rica familia. Su extraordinaria belleza llamó la atención del cónsul Quinciano, quien la pidió como esposa. Pero Agueda le había prometido ya su vida a otro esposo, Cristo. El cónsul no se dio por vencido y hasta recurrió a la ayuda de una bruja llamada Afrodisia. La mujer echó mano de todos los filtros amorosos que la mentalidad popular consideraba eficaces, y esperaba que la joven se enamorara de su insistente pretendiente. Pero pronto la pitonisa se vio vencida ante la fe y la pureza de la santa. El despechado cónsul pasó del amor al odio, primero trató de amenazarla inútilmente, y luego la hizo torturar quemándola con carbones ardientes, hacia el año 250 de nuestra era. 

En el siglo V, san patricio fue a evangelizar a Irlanda, territorio dominado por aquel entonces por los Druidas (Sacerdotes de la religión Celta). Cierta noche de un sábado santo, el obispo desafiando la prohibición de los falsos sacerdotes prendió una hoguera que simbolizaba el fuego nuevo de Jesucristo, vencedor de la muerte y de las tinieblas. El hecho enfureció tanto a los druidas, que fue hecho prisionero y llevado ante el jefe de esa comarca, quien pidió una prueba para ver si los dioses celtas eran más poderosos que el Dios de Patricio. Al conjuro de un druida empezó a caer una copiosa nevada, seguidamente el santo obispo bendijo los cuatro puntos cardinales, y al instante la nieve desapareció, y el sol disipó la oscuridad. 

 

CUANDO LA FE EN CRISTO ES PUESTA A PRUEBA 

AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS. 

INTRODUCCION: El Papa Benedicto XVI como guardián supremo de nuestra religión, ha declarado que “la Iglesia Católica sabrá superar las pruebas que le deparan el futuro, igual que resistió en el pasado a las invasiones musulmanas, a los nazis y al comunismo que quisieron destruir el catolicismo”. De hecho, el mismo Jesucristo había presagiado “Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán” (Juan 15,20). A continuación relatamos tres ejemplos que pueden ilustrar mejor el tema.

 

I.           EL MARTIRIO DEL APOSTOL PABLO 

Uno de las mayores conversiones al cristianismo es  la de Pablo de Tarso, quien de ser perseguidor pasó a ser perseguido por la nueva fe de los llamados “nazarenos” (Hechos 24,5). El mismo en su segunda carta a los fieles de Corinto (11,23-28), narra a comparación de otros, la gran cantidad de padecimientos que le ha tocado vivir: “¿Son siervos de Cristo? Yo soy más que ellos, aunque al decir esto hablo como un loco. Yo he trabajado más que ellos, me han encarcelado más veces que a ellos, he sido azotado más que ellos, y muchas veces he estado en peligro de muerte. En cinco ocasiones los judíos me castigaron con los treinta y nueve azotes. Tres veces me apalearon, y una me apedrearon. En tres ocasiones se hundió el barco en que yo viajaba, y, a punto de ahogarme, pasé una noche y un día en alta mar. He viajado mucho, y me he visto en peligro de ríos, en peligro de ladrones, y en peligro entre mis paisanos y entre los extranjeros. También me he visto en peligros en la ciudad, en el campo y en el mar, y en peligro entre falsos hermanos. He pasado trabajos y dificultades; muchas veces me he quedado sin dormir; he sufrido hambre y sed; muchas veces no he comido; he sufrido por el frío y la falta de ropa. Además de estas y otras cosas, cada día pesa sobre mí la preocupación por todas las iglesias”. Por esta razón, también llegó a decir: “De ahora en adelante no quiero que nadie me cause más dificultades; pues las cicatrices que tengo en mi cuerpo muestran que soy un siervo de Jesús” (Gálatas 6,17). 

Posteriormente, San Pablo fue martirizado en Roma. De la permanencia del apóstol de lo gentiles en la Ciudad Eterna, aparece constatada al final del libro de los hechos de los apóstoles, en la epístola a los romanos, y en la segunda carta a Timoteo; cuando estaba preso en la cárcel mamertita. Aquí en una celda se puede observar la columna en la que fue atado. San Pablo por ser ciudadano romano fue decapitado en las afueras de la ciudad. La tradición cristiana asegura que la cabeza del  mártir dio tres vueltas sobre la tierra, y en cada punto brotó una fuente de agua; es por eso que este lugar es conocido como “tre fontane”. La tumba de este príncipe de los apóstoles está en la basílica de San Pablo Extramuros, edificada por el emperador Constantino el Grande en el siglo IV. En el año 2006, se dio a conocer la noticia del descubrimiento del sarcófago del apóstol de las gentes, donde se puede leer la inscripción en latín: Paulo Apostolo Mart (Pablo, apóstol y mártir).   

 

II.       LOS CUARENTA SOLDADOS DE CRISTO 

Durante los primeros años del siglo IV, en el llamado período de las “persecuciones romanas”, en la ciudad de Sebastes, en Armenia, y por orden del emperador Licinio; fueron encarcelados cuarenta soldados cristianos que se habían negado a ofrecer sacrificios a los ídolos falsos. El gobernador Agricoloa, después de atormentarlos cruelmente, los mandó a arrojar a un estanque de agua fría, en lo más crudo del invierno, para que allí murieran congelados. Esa noche junto al estanque helado había un baño de agua tibia, al que podía pasar los que renegaran de su fe católica. Todos los soldados perseveraban animándose mutuamente, pero uno de ellos se acobardó y se pasó al baño caliente, donde murió en el acto. Un centinela que presenciaba el suplicio, vio que bajaban del cielo ángeles portando cuarenta resplandecientes coronas, y al ver que sobraba una, fue tocado por la gracia divina y no dudó en ocupar el lugar del apóstata, entregando así su vida con sus compañeros de martirio. De estos “soldados de Cristo”, dice Las Santas Escrituras: “Dichoso el hombre que soporta la prueba con fortaleza, porque al salir aprobado recibirá como premio la vida, que es la corona que Dios ha prometido a los que le aman”. (Santiago 1,12).

 

III.    SACERDOTES VICTIMAS  DEL COMUNISMO 

En el año 1996, cuando se celebraban las bodas de oro sacerdotal del Papa Juan Pablo II,  durante el rezo de vísperas en el aula Pablo VI, y ante más de mil sacerdotes de 89 países, el Pontífice abrazó al jesuita albanés padre Luli, de 86 años, quien llevaba impresas aún en sus manos las huellas de las torturas a que fueron sometidos los miembros del clero y seglares en los primeros años del comunismo en las naciones del Este y Centro de Europa. El jesuita quedó en libertad a los 79 años de edad, después de permanecer 41 años en prisión: “mis carceleros me han robado la vida” afirmó en aquella ocasión. “Al principio me hicieron permanecer nueve meses en una letrina, me debía postrar ante los excrementos endurecidos sin conseguir jamás acostarme del todo, pues las dimensiones no lo permitían”. Además de ser sometido a diversas torturas fue obligado a realizar trabajos forzosos, pese a lo cual se las ingenió para celebrar él solo la misa. 

Otro presbítero, el rumano Ioan Rosca, relató también su odisea en las cárceles de su país. El padre Rosca es miembro de la Iglesia greco-católica de Rumania, que fue proscrita por orden del dictador José Stalin en 1948, año en que fueron arrestados los seis obispos de esta Iglesia y luego fueron encarcelados los otros seis que habían sido consagrados clandestinamente para sustituirlos. “De los doce obispos murieron en la cárcel siete, así como más de 300 sacerdotes y muchísimos fieles laicos no salieron jamás de prisión”. El sacerdote rumano dijo que tras ser golpeado toda la noche para que rechazara sus creencias religiosas, cayó de rodillas en una celda inmunda y fría, y dio gracias a Dios por el privilegio de ser perseguido a causa de  Jesucristo (Comparar con Lucas 21, 12-13). Los supervivientes de esta Iglesia fiel al Papa de Roma fueron liberados en 1964, y entonces comenzó para ellos la clandestinidad, que duró hasta 1989, cuando con la caída del régimen comunista pudieron abrir nuevamente los seminarios y las parroquias, cumpliéndose así las palabras proféticas de la Virgen María en Fátima, en 1917: “Si atendieren mis pedidos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia; los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir, varias naciones serán aniquiladas; por fin, mi Inmaculado Corazón triunfará”.  

 

CUANDO EL ISLAM ATACA AL CRISTIANISMO 

AUTOR: GUIDO ROJAS. LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS.

 

I. INTRODUCCION 

En el viaje del Papa Benedicto XVI a su natal Alemania, el día 13 de septiembre de 2006, pronunció un discurso en la Universidad de Ratisbona sobre el tema de “la razón y la fe”, criticó el uso de la violencia en el nombre de la religión, citando un aparte de un diálogo entre el emperador bizantino Manuel II con un erudito persa en 1391 en Ankara (hoy capital de Turquía). “Mostradme qué ha traído Mahoma que fuera nuevo, y allí sólo encontrarás cosas malignas e inhumanas, tales como su orden de extender mediante la espada la fe que él predica…A Dios no le gusta la sangre”. Ante estas palabras del Vicario de Cristo, el mundo musulmán reaccionó con furia, así por ejemplo un grupo armado iraquí, amenazó en un comunicado: “Juramos destruir su Cruz en el corazón de Roma (…) y que su Vaticano será golpeado y llorado por su Papa”, en Indonesia el Frente de Defensores del Islam, agregó que “el profeta Mahoma es sublime, el Papa es pequeño y vil”. También fueron lanzados cócteles molotov contra dos iglesias católicas en el norte de Cisjordania, otros cinco templos fueron atacados en Palestina. Una religiosa italiana de 66 años de Las Misioneras de la Consolata, fue asesinada en un hospital pediátrico de Mogadiscio (capital de Somalia). De hecho, en el mes de febrero del mismo año, un sacerdote fue martirizado en Turquía a manos de un joven musulmán, en represalia por la publicación de varias caricaturas del profeta Mahoma en un periódico de Dinamarca.   

En vista de toda esta oleada de “fanatismo religioso”, el Romano Pontífice en el rezo del Ángelus dominical, en la plaza de Catelgandolfo, dijo: “Me siento extremadamente afligido de que una cita tomada de un texto histórico haya sido interpretada como una agresión mía al islamismo. Ese pasaje en sólo una cita que no compromete de ninguna forma mi posición personal frente al Islam”. Esta última declaración de Benedicto XVI  logró aplacar un poco los ánimos, pero queda la pregunta: ¿Serán ciertas las palabras de un emperador cristiano (dichas hace 615 años), sobre las agresiones de la “Media Luna Islámica” contra la “Cruz Cristiana”? El siguiente informe dará una respuesta al respecto. 

 

II. MAHOMA Y EL ISLAM 

El Islam (Sometimiento a Dios), es la religión monoteísta más numerosa del planeta con 1.200 millones de seguidores. Se inició en el siglo VII en Arabia con Mahoma,  el “glorificado” o “alabado”, considerado el último y más grande de los profetas del Dios Único, Alá, el “compasivo” o “misericordioso”. Esta religión enseña que el mundo está dividido en dos grandes grupos: Los territorios dominados por el Islam, y los territorios (de los infieles) que tienen que ser conquistados por el Islam. Siempre se ha dicho que para todo musulmán (seguidor del Islam), el libro del “Corán” (Versos Sagrados) en una mano y la “espada” en la otra, son sus dos elementos de vida; y es por eso, que se habla de la Jihad  o “guerra santa”. Este mandato esta consignado explícitamente en su libro sagrado: “Combatid a vuestros enemigos en la guerra iniciada para defender la religión… matad a vuestros enemigos allí donde los encontréis, hasta que no haya otra religión sino la de Alá” (8,39). Además, a los mahometanos que mueran en esta campaña tienen asegurado un “paraíso”, donde vestirán esplendidos ropajes, disfrutarán de jardines con árboles frutales surcados por ríos de leche, agua, miel, vino; y estarán servidos por hermosísimas mujeres vírgenes llamadas las huríes.

 

III. LA CONQUISTA DEL ISLAM EN TIERRAS CRISTIANAS 

En cuestión de pocos siglos de existencia la “Media Luna” (símbolo religioso del Islam), se apoderó a sangre y fuego de los patriarcados católicos de Alejandría (en Egipto), Antioquía (en Siria), Constantinopla (en Turquía) y el de Jerusalén (en Israel), donde el califa Omar mandó a construir en el año 691, la monumental mezquita (lugar de culto) llamada el “Domo de la Roca”, sobre el monte Moria (sitio donde la tradición islámica creé que Abraham iba a sacrificar a su hijo Ismael en vez de  Isaac).  

Los “sarracenos” (así se les llamaba en el Edad Media) en “Tierra Santa”, asaltaban las caravanas de peregrinos llegados de Europa, y los fieles laicos eran muchas veces vendidos como esclavo. Esto sin contar la destrucción de la basílica del Santo Sepulcro en la misma Ciudad Santa por el califa loco Hakin en el año 1009. Dichos acontecimientos dieron origen en el año 1095 a las famosas “Cruzadas”, convocadas por Pedro el Ermitaño y con el apoyo del Papa Urbano II, al grito de ¡Dios lo quiere! (Joel 3,9-11.17). Los enfrentamientos entre ambos bandos finalizaron en 1291, cuando a consecuencia del fracaso de la cuarta cruzada, “Tierra Santa” quedó nuevamente en manos del  Islam.  

En este mismo período de tiempo fue fundada en el año de 1218 la Orden de la Merced en la ciudad de Barcelona (España), por San Pedro Nolasco, con la ayuda del rey Jaime I de Aragón. El motivo principal de su creación no era otro que poder redimir a los cristianos esclavizados por los mahometanos. A partir de su fundación, y durante los seis siglos siguientes, redimió a miles de cautivos, liberándolos y permitiéndoles mantener y extender la fe católica; apostolado que costó la pérdida de miles de vidas. 

En el año 1250, el emperador Federico II, desoló el país de Spoleto, perteneciente a los Estados Pontificios. Comandando una banda de sarracenos asalariados, a su paso destruían las iglesias, capillas y conventos. Habiendo sitiado la ciudad de Asís, quisieron asaltar el convento de San Damián. Estaban ya los musulmanes a punto de subir las murallas, cuando Santa Clara viendo el peligro a que se enfrentaba con sus hermanas religiosa, en un acto de confianza en la divina providencia sacó de la capilla la custodia con el Santísimo Sacramento a la vista de los enemigos, en ese momento escuchó una voz que salía de la custodia: “Yo os protegeré  siempre”. Al punto se sintieron los mahometanos sobrecogidos con un pavor espantoso, bajando precipitadamente de las murallas para huir en desbandada.     

La osadía del Islam ha sido tal que en 1453, Mahoma II, sultán de los turcos, había prometido dar de comer a su caballo en el altar mayor de la Basílica de San Pedro del Vaticano, epicentro de la Iglesia Católica.  

Tres años más tarde, San Juan Capistrano se encontraba en la ciudad de Belgrado (amenazada por el mismo ejército turco), animando a las tropas cristianas, armado con una cruz de madera, y con una voz fuerte decía: “Invoquen el nombre de Jesús. ¡En él está la salvación¡”.  

El Islam sufrió otros fracasos, como la expulsión definitiva de los moros en Granada (España), por los Reyes Católicos en 1492, tras ocho siglos de dominación.  

La arremetida turca en el Centro del Mediterráneo llegó hasta las puertas de Viena (Austria), y fueron aniquilados por la liga de los Estados Católicos convocados por el Papa San Pío V, y al mando de Don Juan de Austria, en la recordada batalla naval de Lepanto en 1571.  

Otra de las grandes derrotas que se dio por la intervención divina, se presentó en Polonia en el año 1621, cuando el sultán otomano Osmán II con un ejército de cuatrocientos mil guerreros quería invadir esta nación católica. El general polaco Juan Carlos Chodkiewicz mandó a traer de Roma la cabeza del santo joven jesuita Estanislao Kostka. Cuando la reliquia llegaba a la ciudad de Varsovia, al mismo tiempo los soldados católicos inferior en número, arrasaron a las tropas turcas, quienes perdieron cien mil hombres en combate. 

 

IV. PERSECUCIONES A LOS CRISTIANOS EN TIERRAS DEL ISLAM 

En muchos países donde impera el “fundamentalismo islámico”, como en Sudán, Argelia, Nigeria, Somalia, Arabia Saudita, Irán, Irak, Afganistán, Pakistán, Marruecos, Túnez o en la India; los cristianos católicos, ortodoxos, armenios, sirios, caldeos, nestorianos y coptos; se han visto sometidos a una serie de infamias, así por ejemplo: 

Los musulmanes que se conviertan a la fe cristiana son sentenciados con la pena de muerte, algunos incluso son crucificados vivos o lapidados. 

Los musulmanes no impiden a un cristiano entrar en su religión, pero una vez convertido a la fe mahometana no puede salirse del Islam. 

Aunque hay muchos pasajes en el Corán que hablan sobre la libertad religiosa, lo cierto del caso es que muchas constituciones islámicas tienen prevista a los conversos la pérdida de todos sus derechos civiles, el trabajo, la custodia de sus hijos o su herencia es repartida entre sus parientes musulmanes. 

Hay leyes islámicas que prohíben a los cristianos ayudar a los conversos.  

Varios obispos, sacerdotes y religiosos (as) han sido asesinados, torturados,  encarcelados o deportados por llevar la palabra de Dios. 

Les está prohibido llevar la cruz, leer la Biblia en público, tampoco son aceptadas las publicaciones religiosas que fomenten el cristianismo. 

En las escuelas, colegios y universidades católicas no se puede hacer ninguna clase de proselitismo religioso. 

Las iglesias, capillas y cementerios han sido incendiados, dinamitados o demolidos, incluyendo la profanación de la eucaristía y la destrucción de las imágenes sagradas; también son transformados en baños públicos o como corrales para el ganado. 

No se les permite celebrar las fiestas religiosas o realizar procesiones en Semana Santa. 

Están completamente prohibidos los matrimonios entre cristianos y musulmanes.

Los cristianos no tienen derecho al voto popular o a ocupar cargos públicos.
 

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