LOS CARISMAS EN LA VIDA DE LA IGLESIA.

Los carismas no son ¨algo¨ sino manifestaciones de la presencia de Dios en nosotros que nos enriquece en diversas maneras. Dios mismo es el Don que realmente nos satisface. Como Dios es amor, todos los dones estan ordenados en el amor.

1 El Espíritu Santo reparte diversidad de carismas a todos

|v1 En cuanto a los dones espirituales, no quiero, hermanos, que estéis en la ignorancia. |v2 Sabéis que cuando erais gentiles, os dejabais arrastrar ciegamente hacia los ídolos mudos. |v3 Por eso os hago saber que nadie, hablando con el Espíritu de Dios, puede decir: «¡Anatema es Jesús!»; y nadie puede decir: «¡Jesús es Señor!» sino con el Espíritu Santo (1 Co 12, 1-3).

El Espíritu Santo es el origen de todos los carismas. Hay carismas colectivos, como es propio de las órdenes y congregaciones religiosas o de los movimientos; y hay carismas personales, que recibe cada uno según la libertad del Espíritu Santo. Todos hemos recibido diferentes carismas. Unos son más notables, otros son más ocultos.

|v4 Hay diversidad de carismas, pero el Espíritu es el mismo; |v5 diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo; |v6 diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios que obra en todos (1 Co 12, 4-6).

Ningún cristiano está desprovisto de carismas.

|v7 A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común (1 Co 12, 7).

La distribución de los carismas depende de la liberalidad del Espíritu.

|v11 Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad (1 Co 12, 11).

Y todos deben alegrarse de los carismas ajenos.

|v26 Si sufre un miembro, todos los demás sufren con él. Si un miembro es honrado, todos los demás toman parte en su  gozo (1 Co 12, 26).

Cada miembro no tiene todos los carismas, pero Dios reparte todos los carismas al conjunto de su Iglesia.

|v4 Doy gracias a Dios sin cesar por vosotros, a causa de la gracia de Dios que os ha sido otorgada en Cristo Jesús, |v5 pues en él habéis sido enriquecidos en todo, en toda palabra y en todo conocimiento, |v6 en la medida en que se ha consolidado entre vosotros el testimonio de Cristo. |v7 Así, ya no os falta ningún don de gracia a los que esperáis la Revelación de nuestro Señor Jesucristo (1 Co 1, 4-7).

2 Algunos carismas enumerados por San Pablo.

|v8 Porque a uno se le da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; |v9 a otro, fe, en el mismo Espíritu; a otro, carismas de curaciones, en el único Espíritu; |v10 a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversidad de lenguas; a otro, don de interpretarlas. |v11 Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad (1 Co 12, 8-10).

|v28 Y así los puso Dios en la Iglesia, primeramente como apóstoles; en segundo lugar como profetas; en tercer lugar como maestros; luego, los milagros; luego, el don de las curaciones, de asistencia, de gobierno, diversidad de lenguas (1 Co 12, 28).

|v11 El mismo «dio» a unos el ser apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelizadores; a otros, pastores y maestros, |v12 para el recto ordenamiento de los santos en orden a las funciones del ministerio, para edificación del Cuerpo de Cristo, |v13 hasta que lleguemos todos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, al estado de hombre perfecto, a la madurez de la plenitud de Cristo (Ef 4, 11-13).

3 Debemos aspirar a recibir carismas del Espíritu, pues son para el bien de la Iglesia.

|v29 ¿Acaso todos son apóstoles? O ¿todos profetas? ¿Todos maestros? ¿Todos con poder de milagros? |v30 ¿Todos con carisma de curaciones? ¿Hablan todos lenguas? ¿Interpretan todos? |v31 ¡Aspirad a los carismas superiores! Y aun os voy a mostrar un camino más excelente (1 Co 12, 29-31).

|v1 Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe. |v2 Aunque tuviera el don de profecía, y conociera todos los misterios y toda la ciencia; aunque tuviera plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo caridad, nada soy (1 Co 13, 1-2).

|v1 Buscad la caridad; pero aspirad también a los dones espirituales, especialmente a la profecía (1 Co 14, 1).

|v12 Así pues, ya que aspiráis a los dones espirituales, procurad abundar en ellos para la edificación de la asamblea (1 Co 14, 12).

Tanto los carismas colectivos como los carismas personales son para el bien de la Iglesia.

|v7 A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común (1 Co 12, 7).

4 Oración en lenguas y don de interpretación.

Es un carisma para alabanza de Dios, y también el Espíritu Santo impulsa una oración en lenguas para liberación o sanación. Es un hablar incomprensible tanto para el que habla, como para el que escucha, que requiere el don de interpretarlas.

|v17 Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas [...] (Mc 16, 17).

|v3 Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; |v4 quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse (Hch 2, 3-4)

|v44 Estaba Pedro diciendo estas cosas cuando el Espíritu Santo cayó sobre todos los que escuchaban la Palabra. |v45 Y los fieles circuncisos que habían venido con Pedro quedaron atónitos al ver que el don del Espíritu Santo había sido derramado también sobre los gentiles, |v46 pues les oían hablar en lenguas y glorificar a Dios. Entonces Pedro dijo: |v47 «¿Acaso puede alguno negar el agua del bautismo a éstos que han recibido el Espíritu Santo como nosotros?» |v48 Y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo (Hch 10, 44-48).

|v2 Pues el que habla en lengua no habla a los hombres sino a Dios. En efecto, nadie le entiende: dice en espíritu  cosas misteriosas. [...] |v4 El que habla en lengua, se edifica a sí mismo; el que profetiza, edifica a toda la asamblea. |v5 Deseo que habléis todos en lenguas; prefiero, sin embargo, que profeticéis. Pues el que profetiza, supera al que  habla en lenguas, a no ser que también interprete, para que la asamblea reciba edificación (1 Co 14, 2-5).

|v13 Por tanto, el que habla en lengua, pida el don de interpretar. |v14 Porque si oro en lengua, mi espíritu ora, pero mi mente queda sin fruto. |v15 Entonces, ¿qué hacer? Oraré con el espíritu, pero oraré también con la mente [...] (1 Co 14, 13-15).

Esta oración en lenguas puede ser también un canto en lenguas:

|v15 [...] Cantaré salmos con el espíritu, pero también los cantaré con la mente. |v16 Porque si no bendices más que con el espíritu ¿cómo dirá «amén» a tu acción de gracias el que ocupa el lugar del no iniciado, pues no sabe lo que dices? |v17 ¡Cierto!, tu acción de gracias es excelente; pero el otro no se edifica (1 Co 14, 15-17).

|v18 Doy gracias a Dios porque hablo en lenguas más que todos vosotros (1 Co 14, 18).

|v23 Si, pues, se reúne toda la asamblea y todos hablan en lenguas y entran en ella no iniciados o infieles, ¿no dirán que estáis locos? |v24 Por el contrario, si todos profetizan y entra un infiel o un no iniciado, será convencido por todos, juzgado por  todos. |v25 Los secretos de su corazón quedarán al descubierto y, postrado rostro en tierra, adorará a Dios confesando que  Dios está verdaderamente entre vosotros. |v26 ¿Qué concluir, hermanos? Cuando os reunís, cada cual puede tener un salmo, una instrucción, una revelación, un discurso en lengua, una interpretación; pero que todo sea para edificación. |v27 Si se habla en lengua, que hablen dos, o a lo más, tres, y por turno; y que haya un interprete. |v28 Si no hay quien interprete, guárdese silencio en la asamblea; hable cada cual consigo mismo y con Dios (1 Co 14, 23-28).

5 Don de profecía.

Significa articular palabras inspiradas, con la finalidad de edificar, exhortar o consolar.

|v3 [...] el que profetiza, habla a los hombres para su edificación, exhortación y consolación (1 Co 14, 3).

|v29 En cuanto a los profetas, hablen dos o tres, y los demás juzguen. |v30 Si algún otro que está sentado tiene una revelación, cállese el primero. |v31 Pues podéis profetizar todos por turno para que todos aprendan y sean exhortados. |v32 Los espíritus de los profetas están sometidos a los profetas, |v33 pues Dios no es un Dios de confusión, sino de paz (1 Co 14, 29-33).

|v39 Por tanto, hermanos, aspirad al don de la profecía, y no estorbéis que se hable en lenguas. |v40 Pero hágase todo con decoro y orden (1 Co 14, 39-40).

|v21 Acaso vas a decir en tu corazón: «¡Cómo sabremos que esta palabra no la ha dicho Yahveh?» |v22 Si ese profeta habla en nombre de Yahveh, y lo que dice queda sin efecto y no se cumple, es que Yahveh no ha dicho tal palabra; el profeta lo ha dicho por presunción; no le tengas miedo (Dt 18, 21-22).

|v6 Pero teniendo dones diferentes, según la gracia que nos ha sido dada, si es el don de profecía, ejerzámoslo en la medida de nuestra fe; |v7 si es el ministerio, en el ministerio; la enseñanza, enseñando; |v8 la exhortación, exhortando. El que da, con sencillez; el que preside, con solicitud; el que ejerce la misericordia, con jovialidad (Rm 12, 6-8).

6 Palabra de sabiduría (o conocimiento).

Dios concede una palabra de sabiduría o conocimiento para llevar a los hombres a Dios, para dirigir una acción, para revelar un pecado, para dar ánimo en tiempos de tribulación, para impartir conocimiento de cosas futuras, o revelar cosas ocultas.

|v47 Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño». |v48 Le dice Natanael: «¿De qué me conoces?» Le respondió Jesús: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi» (Jn 1, 47-48).

|v10 Había en Damasco un discípulo llamado Ananías. El Señor le dijo en una visión: «Ananías». El respondió: «Aquí estoy, Señor». |v11 Y el Señor: «Levántate y vete a la calle Recta y pregunta en casa de Judas por uno de Tarso llamado Saulo; mira, está en oración |v12 y ha visto que un hombre llamado Ananías entraba y le imponía las manos para devolverle la vista» (Hch 9, 10-12).

|v1 Envió Yahveh a Natán donde David, y llegando a él le dijo: «Había dos hombres en una ciudad, el uno era rico y el otro era pobre. [...] |v5 David se encendió en gran cólera contra aquel hombre y dijo a Natán: «¡Vive Yahveh! que merece la muerte el hombre que tal hizo. |v6 Pagará cuatro veces la oveja por haber hecho semejante cosa y por no haber tenido compasión». |v7 Entonces Natán dijo a David: «Tú eres ese hombre» (2 Sm 12, 1-7).

|v1 Un hombre llamado Ananías, de acuerdo con su mujer Safira, vendió una propiedad, |v2 y se quedó con una parte del precio, sabiéndolo también su mujer; la otra parte la trajo y la puso a los pies de los apóstoles. |v3 Pedro le dijo: «Ananías, ¿cómo es que Satanás llenó tu corazón para mentir al Espíritu Santo, y quedarte con parte del precio del campo? |v4 ¿Es que mientras lo tenías no era tuyo, y una vez vendido no podías disponer del precio? ¿Por qué determinaste en tu corazón hacer esto? Nos has mentido a los hombres, sino a Dios». |v5 Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y un gran temor se apoderó de cuantos lo oyeron (Hch 5, 1-5).

7 Palabra de ciencia.

Nos capacita para hablar y actuar con ciencia divina. Es una participación de la ciencia divina, impartida de manera sobrenatural por el Espíritu Santo. Suple la ciencia inmediata para conocer qué cosa decir o hacer en una situación determinada.

|v27 Vuelven a Jerusalén y, mientras paseaba por el Templo, se le acercan los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos, |v28 y le decían: «¿Con qué autoridad haces esto?, o ¿quién te ha dado tal autoridad para hacerlo?» |v29 Jesús les dijo: «Os voy a preguntar una cosa. Respondedme y os diré con qué autoridad hago esto. |v30 El bautismo de Juan, ¿era del cielo o de los hombres? Respondedme». |v31 Ellos discurrían entre sí: «Si decimos: "Del cielo", dirá: "Entonces, ¿por qué no le creísteis?" |v32 Pero ¿vamos a decir: "De los hombres?"» Tenían miedo a la gente; pues todos tenían a Juan por un verdadero profeta. |v33 Responden, pues, a Jesús: «No sabemos». Jesús entonces les dice: «Tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto» (Mc 11, 27-33).

|v22 ¿Nos es lícito pagar tributo al César o no?» |v23 Pero él, habiendo conocido su astucia, les dijo: |v24 «Mostradme un denario. ¿De quién lleva la imagen y la inscripción?» Ellos dijeron: «Del César». |v25 El les dijo: «Pues bien, lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios». |v26 No pudieron sorprenderle en ninguna palabra ante el pueblo y, maravillados por su respuesta, se callaron (Lc 20, 22-26).

|v3 Los escribas y fariseos le llevan una mujer sorprendida en adulterio, la ponen en medio |v4 y le dicen: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. |v5 Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué dices?» |v6 Esto lo decían para tentarle, para tener de qué acusarle. Pero Jesús, inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la tierra. |v7 Pero, como ellos insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra» (Jn 8, 3-7).

|v12 «Pero, antes de todo esto, os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles y llevándoos ante reyes y gobernadores por mi nombre; |v13 esto os sucederá para que deis testimonio. |v14 Proponed, pues, en vuestro corazón no preparar la defensa, |v15 porque yo os daré una elocuencia y una sabiduría a la que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios (Lc 21, 12-15).

8 Don de discernimiento.

El discernimiento de espíritus nos permite penetrar dentro del reino espiritual para distinguir entre el espíritu de Satanás (los espíritus del mal), el Espíritu de Dios y el espíritu humano. Por medio de ese don podemos discernir el origen de ciertas acciones, enseñanzas, circunstancias, etc., que han sido inspiradas por los seres espirituales.

|v21 Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén y sufrir mucho de parte de los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y ser matado y resucitar al tercer día. |v22 Tomándole aparte Pedro, se puso a reprenderle diciendo: «¡Lejos de ti, Señor! ¡De ningún modo te sucederá eso!» |v23 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: «¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Escándalo eres para mí, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres! (Mt 16, 21-23).

|v43 ¿Por qué no reconocéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi Palabra. |v44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo y queréis cumplir los deseos de vuestro padre. Este era homicida desde el principio, y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él; cuando dice la mentira, dice lo que le sale de dentro, porque es mentiroso y padre de la mentira. |v45 Pero a mí, como os digo la verdad, no me creéis. |v46 ¿Quién de vosotros puede probar que soy pecador? Si digo la verdad, ¿por qué no me creéis? |v47 El que es de Dios, escucha las palabras de Dios; vosotros no las escucháis, porque no sois de Dios (Jn 8, 43-47).

|v16 Sucedió que al ir nosotros al lugar de oración, nos vino al encuentro una muchacha esclava poseída de un espíritu adivino, que pronunciando oráculos producía mucho dinero a sus amos. |v17 Nos seguía a Pablo y a nosotros gritando: «Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, que os anuncian un camino de salvación». |v18 Venía haciendo esto durante muchos días. Cansado Pablo, se volvió y dijo al espíritu: «En nombre de Jesucristo te mando que salgas de ella». Y en el mismo instante salió (Hch 16, 16).

|v13 Porque esos tales son unos falsos apóstoles, unos trabajadores engañosos, que se disfrazan de apóstoles de Cristo. |v14 Y nada tiene de extraño: que el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz. |v15 Por tanto, no es mucho que sus ministros se disfracen también de ministros de justicia (2 Co 11, 13-15).

|v1 Queridos,  no os fiéis de cualquier espíritu, sino examinad si los espíritus vienen de Dios, pues muchos falsos profetas han salido al mundo. |v2 Podréis conocer en esto el espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa a Jesucristo, venido en carne, es de Dios; |v3 y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios; ese es el del Anticristo. El cual habéis oído que iba a venir; pues bien, ya está en el mundo. |v4 Vosotros, hijos míos, sois de Dios y los habéis vencido. Pues el que está en vosotros es más que el que está en el mundo (1 Jn 4, 1-4).

9 Don de la fe.

Es la dotación especial dada a una persona que Dios llama a que dé pasos de acción imposibles, debido a lo que Él le ha hablado. Dios vacía cualquier duda de nosotros sobrenaturalmente, y nos llena con la fe especial que nos capacite para lograr sus propósitos a pesar de toda circunstancia contraria y contradictoria en la vida.

|v12 Entonces habló Josué a Yahveh, el día que Yahveh entregó al amorreo en manos de los israelitas, a los ojos de Israel y dijo: «Deténte, sol, en Gabaón, y tú, luna, en el valle de Ayyalón». |v13 Y el sol se detuvo y la luna se paró hasta que el pueblo se vengó de sus enemigos. ¿ No está esto escrito en el libre del Justo? El sol se paró en medio del cielo y no tuvo prisa en ponerse como un día entero. |v14 No hubo día semejante ni antes ni después, en que obedeciera Yahveh a la voz de un hombre. Es que Yahveh combatía por Israel (Jos 10, 12-14).

|v1 Elías tesbita, de Tisbé de Galaad, dijo a Ajab: «Vive Yahveh, Dios de Israel, a quien sirvo. No habrá estos años rocío ni lluvia más que cuando mi boca lo diga» (1 Re 17, 1).

|v25 Y a la cuarta vigilia de la noche vino él hacia ellos, caminando sobre el mar. |v26 Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, se turbaron y decían: «Es un fantasma», y de miedo se pusieron a  gritar. |v27 Pero al instante les habló Jesús diciendo: «¡Animo!, que soy yo; no temáis». |v28 Pedro le respondió: «Señor, si eres tú, mándame ir donde ti sobre las aguas». |v29 «¡Ven!», le dijo. Bajó Pedro de la barca y se puso a caminar sobre las aguas, yendo hacia Jesús (Mt 14, 25-29).

|v2 Se encontraba mal y a punto de morir un siervo de un centurión, muy querido de éste. |v3 Habiendo oído hablar de Jesús, envió donde él unos ancianos de los judíos, para rogarle que viniera y salvara a su siervo [...] |v6 Iba Jesús con ellos y, estando ya no lejos de la casa, envió el centurión a unos amigos a decirle: «Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres bajo mi techo, |v7 por eso ni siquiera me consideré digno de salir a tu encuentro. Mándalo de palabra, y quede sano mi criado. |v8 Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: "Vete", y va; y a otro: "Ven", y viene; y a mi siervo: "Haz esto", y lo hace». |v9 Al oír esto Jesús, quedó admirado de él, y volviéndose dijo a la muchedumbre que le seguía: «Os digo que ni en Israel he encontrado una fe tan grande» (Lc 7, 2-9).

10 Carisma de curaciones (o sanación).

Operan sobrenaturalmente para sanar enfermedades y dolencias sin hacer uso de los medios naturales de alguna índole. Puede ser sanación espiritual, emocional o física. El Espíritu obra para liberar a los enfermos y personas sufrientes, para señalar el señorío de Cristo, para confirmar la Palabra, para abrir los corazones a la Buena Nueva del evangelio, para gloria de Dios.

|v10 Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados - dice al paralítico -: |v11 "A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa."» |v12 Se levantó y, al instante, tomando la camilla, salió a la vista de todos, de modo que quedaban todos asombrados  y glorificaban a Dios, diciendo: «Jamás vimos cosa parecida» (Mc 2, 10-12).

|v23 Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. |v24 Su fama llegó a toda Siria; y le trajeron todos los que se encontraban mal con enfermedades y sufrimientos diversos, endemoniados, lunáticos y paralíticos, y los curó (Mt 4, 23-24).

|v37 Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis; |v38 pero si las hago, aunque a mí no me creáis, creed por las obras, y así sabréis y conoceréis que el Padre está en mí y yo en el Padre» (Jn 10, 37-38).

|v29 Y ahora, Señor, ten en cuenta sus amenazas y concede a tus siervos que puedan predicar tu Palabra con toda valentía, |v30 extendiendo tu mano para realizar curaciones, señales y prodigios por el nombre de tu santo siervo Jesús» (Hch 4, 29-30).

|v14 Los creyentes cada vez en mayor número se adherían al Señor, una multitud de hombres y mujeres. |v15 ... hasta tal punto que incluso sacaban los enfermos a las plazas y los colocaban en lechos y camillas, para que, al pasar Pedro, siquiera su sombra cubriese a alguno de ellos. |v16 También acudía la multitud de las ciudades vecinas a Jerusalén trayendo enfermos y atormentados por espíritus inmundos; y todos eran curados (Hch 5, 14-16).

|v37 Vosotros sabéis lo sucedido en toda Judea, comenzando por Galilea, después que Juan predicó el bautismo; |v38 cómo Dios a Jesús de Nazaret le ungió con el Espíritu Santo y con poder, y cómo él pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el Diablo, porque Dios estaba con él (Hch 10, 37-38).

11 Poder de milagros.

Dios nos reviste del poder del Espíritu Santo para hacer algo fuera del plano de la capacidad o habilidad humana, cuando Dios interviene modificando el curso ordinario de la naturaleza. Él nos otorga tal poder para un momento específico y para un propósito especial. Son una prueba innegable de la resurrección, de que Jesús está vivo en su Iglesia.

|v33 Dispuso leña, despedazó el novillo y lo puso sobre la leña. |v34 Después dijo: «Llenad de agua cuatro tinajas y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña». Lo hicieron así. Dijo: «Repetid» y repitieron. Dijo: «Hacedlo por tercera vez». Y por tercera vez lo hicieron. |v35 El agua corrió alrededor del altar, y hasta la zanja se llenó de agua. |v36 A la hora en que se presenta la ofrenda, se acercó el profeta Elías y dijo: «Yahveh, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, que se sepa hoy que tú eres Dios en Israel y que yo soy tu servidor y que por orden tuya he ejecutado toda estas cosas. |v37 Respóndeme, Yahveh, respóndeme, y que todo este pueblo sepa que tú, Yahveh, eres Dios que conviertes sus corazones». |v38 Cayó el fuego de Yahveh que devoró el holocausto y la leña, y lamió el agua de las zanjas. |v39 Todo el pueblo lo vio y cayeron sobre su rostro y dijeron: «¡Yahveh es Dios, Yahveh es Dios (1 Re 18, 33-39).

|v1 Después de esto, se fue Jesús a la otra ribera del mar de Galilea, el de Tiberíades, |v2 y mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en los enfermos (Jn 6, 1-2).

|v4 Pedro fijó en él la mirada juntamente con Juan, y le dijo: «Míranos». |v5 El les miraba con fijeza esperando recibir algo de ellos. |v6 Pedro le dijo: «No tengo plata ni oro; pero lo que tengo, te doy: en nombre de Jesucristo, el Nazoreo, ponte a  andar». |v7 Y tomándole de la mano derecha le levantó. Al instante cobraron fuerza sus pies y tobillos, |v8 y de un salto se puso en pie y andaba. Entró con ellos en el Templo andando, saltando y alabando a Dios. |v9 Todo el pueblo le vio cómo andaba y alababa a Dios (Hch 3, 4-9).

|v5 Felipe bajó a una ciudad de Samaria y les predicaba a Cristo. |v6 La gente escuchaba con atención y con un mismo espíritu lo que decía Felipe, porque le oían y veían las señales  que realizaba; |v7 pues de muchos posesos salían los espíritus inmundos dando grandes voces, y muchos paralíticos y cojos quedaron  curados. |v8 Y hubo una gran alegría en aquella ciudad (Hch 8, 5-8).

|v38 Y mandó detener el carro. Bajaron ambos al agua, Felipe y el eunuco; y lo bautizó, |v39 y en saliendo del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe y ya no le vio más el eunuco, que siguió gozoso  su camino. |v40 Felipe se encontró en Azoto y recorría evangelizando todas las ciudades hasta llegar a Cesarea (Hch 8, 38).

|v3 Pablo había reunido una brazada de ramas secas; al ponerla sobre la hoguera, una víbora que salía huyendo del calor, hizo presa en su mano. |v4 Los nativos, cuando vieron el animal colgado de su mano, se dijeron unos a otros: «Este hombre es seguramente un asesino; ha escapado del mar, pero la justicia divina no le deja vivir». |v5 Pero él sacudió el animal sobre el fuego y no sufrió daño alguno. |v6 Ellos estaban esperando que se hincharía o que caería muerto de repente; pero después de esperar largo tiempo y viendo que no le ocurría nada anormal, cambiaron de parecer y empezaron a decir que era un dios (Hch 28, 3-6).



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