La paz requiere:
Respeto al derecho internacional y mejor distribución de recursos.
Juan Pablo II 13- XII-2002 -ZENIT.org
Ver también: Iglesia y Mundo*
La paz es uno de los bienes más preciosos para las personas, para los pueblos y para los Estados. Se realiza respetando el orden internacional y el derecho internacional, que deben ser las prioridades de todos aquellos que tienen a su cargo el destino de las Naciones.
Las miserias y las injusticias son fuente de violencia y contribuyen al mantenimiento y al desarrollo de conflictos locales o regionales. Pienso en particular en países en los que el hambre se desarrolla de manera endémica.
La comunidad internacional está llamada a hacer todo lo posible para que estos flagelos puedan ser poco a poco suprimidos, en particular a través de medios materiales y humanos que ayudarán a los pueblos más necesitados. Un apoyo más importante a la organización de las economías locales permitiría sin duda a las poblaciones autóctonas poder asumir mejor su porvenir.
La pobreza pesa hoy día de manera alarmante en el mundo, poniendo en peligro los equilibrios políticos, económicos y sociales.
Hay que reconocer el derecho de cada uno a tener lo necesario, a poder beneficiarse de una parte de la riqueza nacional.
El Papa concluyó haciendo un llamamiento a la comunidad internacional «para que cuanto antes se replantee la doble cuestión de la repartición de las riquezas del planeta y la de una asistencia técnica y científica equitativa para los países pobres, algo que constituye un deber para los países ricos».
ZS02121306