La Coronilla de la Misericordia y las Tribulaciones

Un látigo poderoso para usar contra las próximas amenazas (tormentas, terremotos, erupciones volcánicas, tsunamis, etc.)

Dos casos aparecen en el Diario de Santa María Faustina que envuelven tormentas, #1731 y # 1791, y en ellos ella usa la Coronilla de la Divina Misericordia como un látigo poderoso:

“Hoy me despertó una gran tormenta, el viento estaba enfurecido y llovía como si hubiera un huracán, a cada rato caían rallos. Me puse a rogar que la tempestad no causara ningún daño; de repente oí estas palabras: Reza la coronilla que te he enseñado y la tempestad cesara. En seguida he comenzado a rezar la coronilla y ni siquiera la he terminado cuando el temporal ha cesado y oí estas palabras: A través de ella obtendrás todo, si lo que pides esta de acuerdo con mi voluntad.” (1731)

“Cuando se acercaba una gran tormenta me puse a rezar la coronilla. De repente oí la voz de un ángel: no puedo acercarme con la tempestad, porque el resplandor que sale de su boca me rechaza a mí y a  la tormenta. Se quejaba el ángel con Dios. De súbito conocí lo mucho que habría de devastar con esa tempestad, pero conocí también que esa oración era agradable a Dios y lo potente que es la coronilla.” (1791)

Historia y más promesas:

En 1935, Santa Faustina recibió la visión de un ángel enviado por Dios para amenazar cierta ciudad. Ella comenzó a orar por misericordia, pero sus oraciones no tuvieron poder. De repente, vio a la Santísima Trinidad y sintió el poder de la gracia de Jesús en ella. Al mismo tiempo, se encontró a ella misma abogando a Dios por misericordia con palabras que escucho interiormente.

“Padre  Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero; por Su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.” (Diario, 476)

“Mientras ella continuo diciendo esta oración inspirada, el ángel se quedo sin ayuda y no pudo llevar a cavo el castigo merecido” (ver Diario, 474, 475)

PARTE 2

Al día siguiente, mientras entraba a la capilla, escucho de nuevo esta voz interior, instruyéndola como recitar la oración que Nuestro Señor mas tarde llamaría “la Coronilla”. Desde ese momento, ella recito esta forma de oraron casi constantemente, ofreciéndola especialmente por los moribundos.

En posteriores revelaciones, el Señor hizo claro que la Coronilla no era solo para ella, sino para todo el mundo.  El también atribuyó promesas extraordinarias a su recitación.

“Anima a las almas a rezar la Coronilla que te he dado” (Diario, 1541)

“Quienquiera que la rece recibirá gran misericordia a la hora de la muerte” (Diario, 687)

“Cuando recen esta coronilla junto a los moribundos, Me pondré ante el Padre y el alma agonizante no como Juez justo sino como el Salvador Misericordioso.”  (Diario, 1541)

“Los sacerdotes se la recomendaran a los pecadores como la ultima tabla de salvación. Hasta el pecador mas empedernido, si reza esta coronilla una sola vez, recibirá la gracia de Mi misericordia infinita.” (Diario, 687)

“A través de ella  obtendrás todo, si lo que pides esta de acuerdo con Mi voluntad” (Diario, 1731)

“Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia” (Diario 687)

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