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En la cima del monte Krievac, a la altura de unos 520 metros sobre el mar, se abren al
mundo los brazos de una inmensa cruz.
La cruz es testigo de un pueblo que, a pesar de sufrir siglos de persecuci�n y aislamiento, su fe no se quebrant�. Para honrar al Se�or, los feligreses junto con el p�rroco de Medjugorje construyeron con enormes esfuerzos esta cruz de hormig�n armado de 8,56 m de longitud. Los materiales eran dif�ciles de construir y todo le deb�an llevar hasta la inaccesible cima.
En la cruz grabaron las palabras: "A Jesucristo, Redentor de la raza humana, como un signo de su fe, amor y esperanza, el pastor Bernadine Smoljan y la parroquia de Medjugorje erigieron esta cruz. De todo mal, l�branos, oh Jes�s."
Como signo de fidelidad al Se�or y a la Iglesia, consiguieron de Roma un pedazito de la aut�ntica Cruz de Nuestro Se�or Jesucristo (la reliquia mas grande de la cruz est� en la Bas�lica de la Santa Cruz de Jerusal�n en Roma) y la incrustaron en el centro de la enorme cruz. Terminaron la obra el 15 de marzo, de 1934. Mas tarde comenzaron a celebrar la Santa Misa el primer domingo despu�s de la Natividad de Nuestra Se�ora, en recuerdo de la inauguraci�n de la Santa Cruz.
Desde El Monte de la Cruz (Krievac) hay una estupenda vista. A un lado el valle donde est� Medjugorje, al otro lado un panorama de picos de monta�as que parece no terminar nunca. Es especialmente bello al atardecer cuando todo suele tomar un aspecto dorado y parece uno estar muy cerca del cielo. Pero no es la belleza natural la que mueve a los peregrinos a vencer la ardua subida hasta la cima. Es la cruz misma. En el camino se hace el V�a Crucis.
Tras las primeras apariciones de la Virgen, muchos testigos dicen haber visto luces y otras se�ales emanando de �sta cruz. Las apariciones se han relacionado estrechamente con la CRUZ. El mensaje de la Virgen requiere que abracemos la cruz. Sin ella no hay salvaci�n posible. La cruz es el camino �nico para llegar a la verdadera paz. La Virgen nos acompa�a en nuestro caminar hacia Jes�s como acompa�� a San Juan hasta la Cruz. Por eso en la ardua subida a Krievac los peregrinos hacen el V�a Crucis y se encomiendan a la Virgen.
Si observamos que el Podbrdo es un camino duro lleno de cruces, entendemos lo central que es la cruz para los mensajes de la Virgen. El hombre moderno evade la cruz y busca el camino f�cil. La Madre ha venido para llamarnos a la conversi�n.
Mateo 7:13-14 "Entrad por la entrada estrecha; porque ancha es la entrada y espacioso el camino que lleva a la perdici�n, y son muchos los que entran por ella; mas �qu� estrecha la entrada y qu� angosto el camino que lleva a la Vida!; y poco son los que lo encuentran."
Muy pocos de los que construyeron la cruz llegaron a ver desde la tierra las grandes multitudes de peregrinos. Al contrario las cosas parec�an ir de mal en peor. Sufrieron en el camino la II Guerra Mundial. Lo vieron desde el cielo.
Dios premi� la perseverancia . �Hoy usted est� leyendo sobre lo que ellos hicieron con tanto amor para agradecerle al Se�or la Redenci�n por Su Santa Cruz!
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Laudetur Jesus Christus.
Et Maria Mater ejus. Amen.
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