Virgen de Luján si el vestuario
Talla sin revestir, muestra la imagen de terracota completa con 4 angelitos a sus pies.


Virgen de Lujan, revestida
Talla revestida con tela, tal como se venera tradicionalmente.

Nuestra Señora de Luján
Patrona de Argentina
Fiesta: 8 de mayo
Padre Jordi Rivero

Otras devociónes Argentinas:
Nuestra página de Argentina
María del Rosario de San Nicolás
Santa María de la Pampa
Nra. Sra. de las Mercedes de Tucumán

La pequeña imagen de arcilla cocida (terracota) apenas mide 38 centímetros pero es inmensa porque representa a la Madre de Dios. Tiene un aire parecido a las obras de Murillo. Se trata de una representación de la Inmaculada Concepción modelada en Brasil y enviada a la Argentina en mayo de 1630. La capilla primitiva estuvo en la casa de Don Rosendo. Un santuario mayor y mas bello se terminó en 1685 y el templo actual fue construido en el siglo XIX.

 En 1887 la imagen fue recubierta de un armazón de plata sólida pensando así detener su deterioro. Viste una hermosa túnica blanca y un manto azul celeste (colores de la bandera Argentina). La Virgen es morena, de rostro ovalado y ojos azules. Tiene las manos en oración junto al pecho.

 

Fachada de la Basílica de Luján
La hermosa basílica de Luján,
 fachada en reparación, feb. 2002.
foto: catolico.org

Altar de la Basílica de Luján
Altar de la Basílica de Luján.
La Virgen a la derecha
foto: catolico.org
 

Detalle del altar mayor

Detalle del altar mayor de la bas
ílica
foto: catolico.org
 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 


 

También de Argentina: Nuestra Señora de Itatí y otras

La Virgen llega a Luján
Antonio Farías Sáa, un hacendado radicado en Sumampa (Santiago del Estero) quería colocar en su estancia una capilla para la Virgen. Le pidió a un amigo que vivía en Brasil que le enviara una imagen que representara la Inmaculada Concepción de María. El amigo le envió dos, la que le había encargado y otra de la Virgen con el Niño Jesús. Cuando llegaron, fueron colocadas en una carreta y partieron en caravana rumbo a Sumampa.

La imagen era llevada en carreta de Buenos Aires a Santiago del Estero cuando se detuvo inexplicablemente a las orillas del río Luján (67km de Buenos Aires), cerca de la casa de Don Rosendo Oramas.  Se cambiaron los bueyes y se bajó la carga, pero sin resultado. Los bueyes rehusaban cruzar el río. Entonces alguien observó las dos pequeñas cajas con las imágenes de la Virgen. Bajaron la estatua de la Virgen con el Niño sin que nada sucediera, pero cuando removieron la caja con la Inmaculada, inmediatamente los bueyes echaron a andar. Los asombrados testigos repitieron esto una y otra vez, con idénticos resultados. Así comprendieron que Nuestra Señora quería quedarse en Luján y ellos con gusto y alegría la complacieron. Pronto la noticia se propagó y llegaban numerosos peregrinos. Al principio la imagen fue llevada a la casa de Don Rosendo, quien fabricó la capilla primitiva donde se veneró a Nuestra Señora durante cuarenta años. 

Un esclavo escogido por la Virgen: Manuel
Manuel fue traído de Africa y vendido como esclavo en Brasil. Llegó al Río de la Plata a los 25 años de edad, en la misma embarcación donde venia la bendita imagen de la Virgen. Presenció el milagro en la estancia de don Rosendo y dedicó desde entonces su vida a cuidar a la Virgen de Luján.

La tradición nos dice que Manuel, recibió el don de curación con el sebo de las velas de la capilla y relataba a los peregrinos los viajes de la Santa Virgen, que salía de noche para dar consuelo a los afligidos. Con los años, don Rosendo falleció y el lugar quedó casi abandonado, pero éste hombre fue siempre fiel y continuó al servicio de la Virgen.

Doña Ana de Matos
Viuda de Siqueyras, Doña Matos tenía tierras junto al río Luján, y quería construir una capilla y llevar la imagen a su casa. En el 1671 habló con el Padre Juan de Oramas, administrador de los bienes de don Rosendo y la colocó en su casa, pero la Santa Virgen desapareció y la encontraron en su antigua capilla. Doña Ana volvió a llevar la imagen a su casa y por segunda vez regresó a la estancia de Don Rosendo.

Doña Ana consultó entonces a las autoridades eclesiásticas y civiles, quienes viajaron al lugar y examinaron lo sucedido, esta vez la Virgen fue trasladada en una devota peregrinación y en compañía de Manuel. Desde ese momento la imagen no retornó más a su antigua capilla.

Luego de confirmar la veracidad de lo sucedido, la autoridad eclesiástica, autorizó oficialmente el culto público a la "Pura y Limpia Concepción del Río Luján". Doña Ana donó el terreno para la realización del nuevo templo en el año 1677 lugar en donde actualmente se encuentra la hermosa Basílica de Luján.

CONTINUA: LUJAN 2DA. PARTE >>>


siervas_logo_color.jpg (14049 bytes)
Regreso a la página principal
www.catolico.org
Laudetur Jesus Christus.
Et Maria Mater ejus. Amen
Copyright © 2005