CONDON
EL "PRESERVATIVO"

Llamar al condón "preservativo" es un engaño. Mas bien es una grave amenaza tanto para la salud física y la espiritual como para el matrimonio.  Los condones crean una falsa seguridad que conduce a un incremento de la promiscuidad sexual. El riesgo causado por la promiscuidad es mayor que la efectividad del condón. 

INDICE
Datos sobre el condón
La evidencia muestra la sabiduría de la doctrina católica
Sida

Un sacerdote responde a la sátira contra la Iglesia sobre el condón

Este tema en otras páginas
Los valores de la Familia Contra el Sexo Seguro 
-Cardenal Alfonso López Trujillo, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia.
Preservativo, HLI
El éxito de Uganda contra el sida, explicado por una doctora africana  Forum Libertas

 
Condom_Expose, HLI -brief.  Condom_Expose -
Full doc.
Family_Values_Vs_Safe_Sex -Cardinal Lopez Trujillo
 


Datos

  • La efectividad del condón basado en el uso (condiciones reales) es de 85% [1].

  • Aprox. 6.8 millones de parejas usan el condón como su medio primario de anticoncepción en USA. [2]

  • En 1987, durante la III Conferencia Internacional sobre SIDA, realizada en Washington D.C., se presentó un estudio realizado por el Dr. Fishel en Florida en el cual se evidenció que el 30% de los encuestados había adquirido el VIH de su cónyuge por haber tenido relaciones sexuales sabiendo que éstos estaban infectados pero usando condón como protección. Este mismo estudio revelo que los preservativos fallaron en un 16% en proteger contra la infección del virus del SIDA.

  • Los Angeles Times reportó, 12 de septiembre de 1989, que en cuatro de las más populares marcas de condones vendidas en la nación se había probado que dejaban escapar el VIH, por lo que los investigadores advertían a los usuarios del riesgo que conllevaba su uso como profiláctico para evitar la diseminación de la enfermedad. El estudio se llevó a cabo en la Universidad de California en Los Angeles. El artículo también afirma que los investigadores encontraron que 1 de 10 condones probados fallaron en tres de las marcas, y 6 de 25 en la cuarta marca.

  • Con el preservativo quedan embarazadas aproximadamente un 10% de las mujeres al cabo de un año de uso (cfr. J. Lejeune, "Desinformación sobre el SIDA", en Boletín de Vida Humana Internacional, XI-XII/1989). Si no es una barrera infranqueable para los espermatozoides, menos aún para el virus del SIDA, que es 450 veces más pequeño. Por tanto, las campañas para fomentar el uso de preservativos, al favorecer con su equívoco mensaje el aumento de relaciones sexuales esporádicas, provocará un riesgo entre los adolescentes que no se encontraban en peligro de contraer SIDA

  • 1,609 de 4,666 mujeres (34.5%) que abortan en el centro de abortos Leeds Marie Stopes International estaban usando condones que fallaron. [3]

  •  27% de los abortos en el hospital St. Louis de Paris se hacen porque falló el condón. [4]

  • Un estudio del 1996 de estudiantes que pidieron “contraceptivo de emergencia” en el Centro de Salud Rusholme, en Manchester dicen que les falló el condón. [5]

  • En Botswana, Africa, HIV entre las mujeres embarazadas de la zona urbana aumentó de un 27% a un 45% de 1993 a 2001, mientras la ventas de condones se triplicó. En Cameroon, HIV entre adultos aumentó de 3% a 9% mientras la venta de condones aumentó de seis millones a 15 millones en el mismo período [6].

  • Cambodia instituyó un “Programa Condón 100%” temprano en su lucha contra el Sida. El uso de condones aumentó de 99,000 en 1994 a 16 millones en 2001. Las infecciones de HIV reportadas aumentó de 14 en 1994 a mas de 16,000 en 2001 [7].

  • La directora de salud del estado de Arkansas promovió el uso de condones por todos los medios posibles, incluso en 24 escuelas superiores, desde 1987 a 1992. Los resultados: Aumentó 17% el número de embarazos entre adolescentes durante ese mismo período, la sífilis entre adolescentes aumentó un 130% y el HIV un 150% [8].

  • El caso de Uganda. En 1991, Uganda tenía una de las proporciones mas altas de HIV entre adultos. 15% de todos los adultos en el país estaban infectados. 10 años mas tarde, Uganda había cortado la proporción  de infección en dos-terceras partes, a un 5%. Fue la única nación en Africa que redujo la infección de HIV en ese período de tiempo y su reducción de HIV fue la mayor del mundo. La clave para esa reducción fue una estrategia que ningún otro país quiso implementar: El programa ABC: Abstención de sexo hasta el matrimonio,  Fidelidad en el matrimonio, uso de condones si no se practica la abstinencia y la fidelidad. El enfoque del mensaje no fue el condón sino la reducción de comportamiento sexual arriesgado.  En Uganda ocurrió un cambio masivo de comportamiento sexual. [9].
     

Fuentes:
1- Lee Warner, Ph.D., M.P.H., Robert A. Hatcher, M.D., M.P.H., and Markus J. Steiner, Ph.D. “Male Condoms.” Capítulo 16 en Robert A. Hatcher, M.D., M.P.H., et. al. Contraceptive Technology (18th Revised Edition). New York: Ardent Media, Inc., 2004.

2- United States Department of Commerce, Bureau of the Census.  Reference Data Book and Guide to Sources, Statistical Abstract of the United States 2006 (126th Edition) [Washington, D.C.: United States Government Printing Office].  Table 92, “Contraceptive Use by Women, 15 to 44 Years of Age:  1995 and 2002.”

3- Judy Murty y Sue Firth del Marie Stopes Centre. “Use of Contraception By Women Seeking Termination of Pregnancy.” The British Journal of Family Planning, April 27, 1996, pag 6 al 9.

4- Le Monde, 28 Mayo, 1996.

5- M. Gabbay and A. Gibbs. “Does Additional Lubrication Reduce Condom Failure?” Contraception, March 1996, pages 155 to 158.

6 - ”Condom Promotion for AIDS Prevention in the Developing World: Is it Working?” Studies in Family Planning, Marzo 2004.

7- ”Condom Promotion for AIDS Prevention in the Developing World: Is it Working?” Studies in Family Planning, March 2004; UNAIDS, UNICEF and WHO. “Epidemiological Fact Sheet on HIV/AIDS and STIs: Cambodia.” 2004 Update.

8- Don Feder. “CDC Opts to Wage Its Own Trojan War.” The Boston Herald, 19 Agosto, 1993; Kentucky Citizen’s Digest, January/February 1993, pag 4 y 5.

9- Joint United Nations Program on HIV/AIDS (UNAIDS). “Uganda: Epidemiological Fact Sheet on HIV/AIDS and Sexually Transmitted Diseases,” 2000.

President Yoweri Museveni of Uganda. What is Africa’s Problem? [Minneapolis: University of Minnesota Press], 2000.

Tom Carter. “Uganda Leads by Example on AIDS.” The Washington Times, March 13, 2003.


La evidencia muestra la sabiduría de la doctrina católica
1 de octubre de 2005. Fuente: ZS05100101, ZENIT.org

Con frecuencia se culpa a la Iglesia Católica de ser un obstáculo a la prevención de la enfermedad (VIH/Sida).  No obstante, existen abundantes datos que demuestran la sabiduría de la doctrina de la Iglesia. Confiar en los preservativos es catastrófico no solo para la salud espiritual sino también para el cuerpo.

A más católicos, menos infecciones

Una carta del bioético australiano Amin Abboud, publicada el 30 de julio en la British Medical Journal, observaba que cualquier cambio en la postura de la Iglesia católica sobre los preservativos sería en detrimento de África.
Según Abboud, un análisis estadístico de la situación en el continente muestra que cuanto mayor es el porcentaje de católicos en un país, menor es el nivel de VIH. «Si la Iglesia católica está promoviendo un mensaje sobre el VIH en dichos países», añadía, «parece que funciona».

Los datos de la Organización Mundial de la Salud ponen la cifra de infección de VIH en Swazilandia en un 42,6% de la población. Sólo el 5% de la población es católica. Y en Bostwana, donde el 37% de la población adulta está infectada de VIH, sólo el 4% de la población es católica. En Uganda, sin embargo, donde el 43% de la población es católica, la proporción de adultos infectados con VIH es del 4%.

Abboud comentaba que, desde la muerte de Juan Pablo II, ha habido una «campaña concertada... para atribuirle la responsabilidad por la muerte de muchos africanos». Pero, continuaba, «tales acusaciones deben apoyarse siempre con datos sólidos. No se ha presentado ninguno hasta ahora».

Un comentario, publicado el 27 de noviembre del año pasado en el Lancet, recogía el reconocimiento del valor de promover la abstinencia, en vez de sólo confiar en los preservativos. Escrito por un grupo de expertos médicos, y apoyado por una larga lista de expertos en cuidados sanitarios, el artículo observaba que cuando las campañas tienen como objetivo a la gente joven que no ha iniciado su actividad sexual, «la primera prioridad debería ser animarles a la abstinencia o al retraso en el comienzo de su actividad sexual, acentuando, por lo tanto, el evitar el riesgo como la mejor forma de prevenir el VIH y otras infecciones de transmisión sexual así como el embarazo indeseado».

El artículo apoyaba el uso del preservativo, pero también precisaba que incluso para quienes ya tienen una actividad sexual, «volver a la abstinencia o a ser mutuamente fieles con una pareja no infectada son las formas más efectivas de evitar la infección». Esto vale incluso para los adultos: «Cuando se tiene como objetivo a adultos sexualmente activos, la primera prioridad debería ser promover la fidelidad mutua con una pareja no infectada como la mejor forma de asegurar que se evita la infección de VIH», indicaba el artículo.

Este argumento se basa en sólidas evidencias médicas, precisaban los autores: «La experiencia de países donde ha descendido el VIH sugiere que la reducción de parejas es de una importancia epidemiológica central a la hora de lograr una reducción a gran escala en la incidencia del VIH, tanto en epidemias generalizadas como en las más concentradas».

Cambiar de comportamiento
Edward Green es un científico investigador del Centro de Estudios de Población y Desarrollo de Harvard y miembro del comité consultivo sobre VIH/Sida del Presidente de Estados Unidos. Escribió «Rethinking AIDS Prevention» (Repensar la Prevención del Sida), 2003.

Nadie le puede acusar a Green de estar prejuiciado a favor de la posición de la Iglesia Católica. De hecho Green no tiene objeciones morales contra el uso del preservativo y en el pasado trabajó con organizaciones que promueven los anticonceptivos y los programas de "planificación familiar".  No obstante, abriga serias dudas sobre la sabiduría de luchar contra el Sida confiando en la distribución de preservativos.

En África, repetidas encuestas de población muestran que el cambio de comportamiento más común, en respuesta a la difusión del Sida, es un aumento en la fidelidad a la propia pareja, la reducción de las parejas sexuales, y la abstinencia sexual. Cuando, junto a esta respuesta espontánea, se promueve este tipo de cambio a través de campañas, entonces construimos sobre lo que la gente hace de forma natural, defendía Green. Desafortunadamente, añadía, con demasiada frecuencia los expertos extranjeros llegan para imponer sólo campañas que ignoran los beneficios de los cambios de comportamiento, prefiriendo confiar en la distribución de preservativos.

Además, Green cita estudios que muestran que las campañas de promoción del preservativo no llevan a un uso consecuente a largo plazo. Y su uso inconsecuente se asocia a un mayor riesgo de enfermedades de transmisión sexual. De hecho, los países africanos con índices mayores de quienes usan preservativo y con preservativos disponibles, Zimbabwe y Bostwana, también encabezan la lista de mayores índices de infección de VIH.

Tampoco son infalibles los preservativos, especialmente los típicamente disponibles en los países africanos, observa Green. De hecho, son ampliamente considerados como uno de los métodos menos efectivos de anticoncepción, aunque, paradójicamente, son promovidos por los expertos como respuesta para prevenir el Sida. Esto no quiere decir, precisa Green, que el uso de preservativos cause el Sida, «sólo que los preservativos pueden dar a los hombres un cierto sentido de seguridad mayor del que garantiza la efectividad real de los preservativos».

Independientemente de estos debates, el nuevo Papa dio rápidamente una respuesta a quienes presionaban por cambios en la doctrina de la Iglesia. El 10 de junio, dirigiéndose a los obispos de un grupo de países del sur de África, Benedicto XVI les animaba a seguir apoyando la vida familiar y a ayudar a quienes sufren de Sida.

La Iglesia católica, comentaba el Pontífice, «ha estado siempre a la vanguardia tanto de la prevención como del tratamiento de esta enfermedad». Y, añadía: «La doctrina tradicional de la Iglesia ha demostrado ser el único camino a prueba de errores para prevenir la extensión del VIH/Sida».

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