San HugoSan Hugo, obispo, 1152- +1132
Abad de Cluny 1109

Hugo: "inteligente"

(Hay muchos otros santos con el mismo nombre)

Nacido en Francia. Su padre Odilón entró como viudo a ser cartujo. San Hugo, ya como obispo, le dio la unción de los enfermos antes de morir.

Siendo laico, su obispo lo llevó como asistente a un sínodo y allí lo exhortaron a que fuese ordenado sacerdote.  Enseguida lo llevaron a Roma y el Papa Gregorio VII lo ordenó obispo para la diócesis de Grenoble, Francia, a los 28 años de edad.

Lo que mas preocupaba a Hugo era su su timidez, su convicción de que no era digno de ser obispo y las tentaciones de malos pensamientos que sufría. El Papa el animó diciéndole que "cuando Dios da un cargo o una responsabilidad, se compromete a darle a la persona las gracias o ayudas que necesita para lograr cumplir bien con esa obligación".

En Grenoble encontró una situación terrible. La simonía (pagar dinero por los cargos eclesiásticos) era común. Los sacerdotes no vivían el celibato. Se había abandonado la catequesis y cundía la ignorancia.

Quiso renunciar al obispado para retirarse a la oración. Le visitó San Bruno con 6 amigos para pedirle poder fundar un convento para vida ascética, de mortificación, ayuno y profunda con silencio perpetuo. El santo obispo les dio un sitio que se llamó la Cartuja. Este fue el comienzo de los Cartujos.

Al construir el monasterio no había agua, pero San Hugo, recordando a Moisés, golpeó la roca y de ella brotó agua en abundancia. San Bruno fue el director espiritual del obispo Hugo, hasta el final de su vida.

Con frecuencia Hugo visitaba la cartuja como su oasis de oración. Sufrió mucho a manos de sus sacerdotes, pues muchos de ellos resentían su pastoreo santo. Sufrió un dolor de cabeza continuo por más de 40 años y solo lo sabía su director espiritual pues mantenía un semblante siempre alegre y de buen humor. También sufría el ataque de malos pensamientos.

Antes de predicar se dedicaba a la oración por lo que sus homilías estaban llenas del Espíritu Santo. Los pecadores lloraban y habían muchas conversiones.

Al final de su vida sufría mucho de artritis pero los disimulaba y los ofrecía por los pecadores.

Poco antes de su muerte perdió la memoria y lo único que recordaba eran los Salmos y el padrenuestro. Y pasaba sus días repitiendo salmos y rezando padresnuestros.

Murió a los 80 años, el 1 de abril de 1132. El Papa Inocencio II lo declaró santo, dos años después de su muerte.