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Predicamos a Cristo hasta los confines de la tierra

enero 13, 2025

Del oficio de lectura, Domingo XIII del tiempo ordinario
Predicamos a Cristo hasta los confines de la tierra
Pablo VI, Homil铆a pronunciada en Manila 29 noviembre 1970

隆Ay de m铆 si no anuncio el Evangelio! Para esto me ha enviado el mismo Cristo. Yo soy ap贸stol y testigo. Cuanto m谩s lejana est谩 la meta, cuanto m谩s dif铆cil es el mandato, con tanta mayor vehemencia nos apremia el amor. Debo predicar su nombre: Jesucristo es el Mes铆as, el Hijo de Dios vivo; 茅l es quien nos ha revelado al Dios invisible, 茅l es el primog茅nito de toda criatura, y todo se mantiene en 茅l. 脡l es tambi茅n el maestro y redentor de los hombres; 茅l naci贸, muri贸 y resucit贸 por nosotros.

脡l es el centro de la historia y del universo; 茅l nos conoce y nos ama, compa帽ero y amigo de nuestra vida, hombre de dolor y de esperanza; 茅l, ciertamente, vendr谩 de nuevo y ser谩 finalmente nuestro juez y tambi茅n, como esperamos, nuestra plenitud de vida y nuestra felicidad.

Yo nunca me cansar铆a de hablar de 茅l; 茅l es la luz, la verdad, m谩s a煤n, el camino, y la verdad, y la vida; 茅l es el pan y la fuente de agua viva, que satisface nuestra hambre y nuestra sed; 茅l es nuestro pastor, nuestro gu铆a, nuestro ejemplo, nuestro consuelo, nuestro hermano. 脡l, como nosotros y m谩s que nosotros, fue peque帽o, pobre, humillado, sujeto al trabajo, oprimido, paciente. Por nosotros habl贸, obr贸 milagros, instituy贸 el nuevo reino en el que los pobres son bienaventurados, en el que la paz es el principio de la convivencia, en el que los limpios de coraz贸n y los que lloran son ensalzados y consolados, en el que los que tienen hambre de justicia son saciados, en el que los pecadores pueden alcanzar el perd贸n, en el que todos son hermanos.

脡ste es Jesucristo, de quien ya hab茅is o铆do hablar, al cual muchos de vosotros ya pertenec茅is, por vuestra condici贸n de cristianos. A vosotros, pues, cristianos, os repito su nombre, a todos lo anuncio: Cristo Jes煤s es el principio y el fin, el alfa y la omega, el rey del nuevo mundo, la arcana y suprema raz贸n de la historia humana y de nuestro destino; 茅l es el mediador, a manera de puente, entre la tierra y el cielo; 茅l es el Hijo del hombre por antonomasia, porque es el Hijo de Dios, eterno, infinito, y el Hijo de Mar铆a, bendita entre todas las mujeres, su madre seg煤n la carne; nuestra madre por la comuni贸n con el Esp铆ritu del cuerpo m铆stico.

隆Jesucristo! Recordadlo: 茅l es el objeto perenne de nuestra predicaci贸n; nuestro anhelo es que su nombre resuene hasta los confines de la tierra y por los siglos de los siglos.

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Laudetur Jesus Christus.
Et Maria Mater ejus. Amen

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