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Alboraya, Milagro Eucar铆stico

enero 13, 2025


El milagro de Alboraya

En una noche de julio de 1348, el p谩rroco de Alboraya, Valencia (Espa帽a) fue a llevar Vi谩tico a un moribundo. La tormenta que amenazaba no le arredr贸 pues era un sacerdote amante de la Eucarist铆a.

Terminada su visita, justo cuando se dispon铆a a regresar, irrumpi贸 con fuerza la amenazante tormenta. Pens贸 que no pod铆a quedarse en aquella casa toda la noche y, aprovechando un momento de calma temporal, se lanz贸 al camino con el cop贸n fuertemente agarrado cerca de su pecho. La tormenta no ced铆a y el camino estaba oscuro y repleto de lodo.

Prosigui贸 su camino hasta llegar al paso m谩s dif铆cil, barranco de Carraixet. Descubri贸 que el agua estaba muy subida y solo una tabla serv铆a de puente. Con renovada determinaci贸n se dispuso a cruzarlo, pero a mitad de aquella tabla, perdi贸 el equilibrio, resbal贸 y perdi贸 control del cop贸n que cay贸 en las tumultosas aguas del torrente.

El p谩rroco no se detuvo. Con extraordinaria valent铆a se lanz贸 a las aguas para rescatar las tres hostias que llevaba. Luch贸 con todas sus fuerzas contra la corriente, pero fue en vano. Las aguas se tragaron el cop贸n.

La noticia se propag贸 por toda la zona y muchos hombres se presentaron para ayudar con el rescate.聽 Trabajaron toda la noche y, por fin, con las primeras luces del d铆a, apareci贸 el cop贸n. Pero… 隆estaba vac铆o! Se hab铆an perdido las tres Formas que conten铆a.聽 La desolaci贸n de Alboraya fue indescriptible. Inmediatamente se organizaron actos de reparaci贸n y honra a la Eucarist铆a.

Fue entonces que el Se帽or les respondi贸 con un gran Milagro que fue testimoniado por cien cr贸nicas. A la luz de la aurora, all铆 donde el torrente desemboca al mar, todos los vecinos de Alboraya pudieron ver c贸mo tres peces se manten铆an erguidos sobre la corriente, cada uno sosteniendo en la boca entreabierta una Hostia consagrada. Aquellos devotos cayeron de rodillas, mientras alguien corri贸 a comunicar al p谩rroco aquel portento. Los tres peces siguieron inm贸viles en medio de la corriente hasta que el sacerdote, revestido de ornamentos sagrados, se acerc贸 a la ribera.

Mientras todos cantaban al Se帽or, los tres peces fueron depositando las tres Formas en manos del sacerdote. Sigui贸 una procesi贸n para trasladar el Sant铆simo hasta la iglesia del pueblo.

El cop贸n del milagro se conserva a煤n hoy como perpetuo recuerdo del milagro. En el se han grabado las siguientes palabras: "驴Qui茅n negar谩 de este Pan el Misterio, cuando un mudo pez nos predica la fe?"

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Laudetur Jesus Christus.
Et Maria Mater ejus. Amen

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