Palmas benditas en el hogar Al poner en nuestro hogar estas palmas benditas que hemos recibido en la Iglesia, te pedimos Señor que nos bendigas y nos des la gracia de siempre reconocerte como Salvador. Señor, que no solo te alabemos en buenos tiempos sino que siempre te recibamos en nuestro hogar como verdadero Rey y Señor de nuestras vidas. Protégenos del peligro de cambiar con la corriente y de todo peligro de traicionarte. Concientes de nuestra miseria te pedimos perseverancia en nuestra fe, especialmente en las pruebas. Que Jesús y Maria reinen siempre en nuestro hogar y en nuestros corazones. Regreso a la página principal www.catolico.org |

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