Herejía
Etim.: Del griego heresis (elección). En la Sagrada Escritura: grupo, facción, división.
Algunas herejías: Adopcionismo, Albingenses, Arrianismo, Docetismo, Cátaros, Gnosticismo, Pelagiansimo, Valdenses, Mandeísmo, Maniqueísmo, Monarquianismo, Montanismo, Ebionismo, Herejías contra la unidad de la naturaleza y la persona de Cristo
«Se llama herejía la negación pertinaz, después de recibido el bautismo, de una verdad que ha de creerse con fe divina y católica, o la duda pertinaz sobre la misma» (Código de Derecho Canónico - CIC can. 751). -CIC# 2089.
La herejía es la oposición voluntaria a la autoridad de Dios depositada en Pedro, los Apóstoles y sus sucesores y lleva a la excomunión inmediata o latae sententiae (Ver CIC can. 1364), es decir, a la separación de los sacramentos de la Iglesia.
La herejía surge de un juicio erróneo de la inteligencia sobre verdades de fe definidas como tales.
La herejía atenta contra la fe y contra el Primer Mandamiento
Se diferencia de la apostasía en que en la herejía no se rechaza totalmente la fe cristiana y del cisma que es un rechazo a la sujeción al Papa.
Jesucristo funda la Iglesia sobre la roca que es Pedro y le confía a éste y a sus sucesores el ser guardianes y garantes de la fe, confirmando en ella a sus hermanos para vivir en la verdad y la unidad del Cuerpo de Cristo por obra del Espíritu Santo. La herejía rompe la unidad de la Iglesia. Al separarse del magisterio de Pedro y sus sucesores introduce el error sobre la fe.
El Concilio Vaticano II nos dice que «en esta una y única Iglesia de Dios, aparecieron ya desde los primeros tiempos algunas escisiones que el apóstol reprueba severamente como condenables; y en siglos posteriores surgieron disensiones más amplias y comunidades no pequeñas se separaron de la comunión plena con la Iglesia católica y, a veces, no sin culpa de los hombres de ambas partes» (UR 3) Las herejías polarizaban algunos elementos de la doctrina cristiana, negaban otros o sostenían visiones que pretendían unir sincréticamente la doctrina cristiana con otras religiones.
Algunas herejías surgen en el interior de la Iglesia mientras otras provienen de afuera. Después de que en el año 313 el Edicto de Milán diera fin a las persecuciones oficiales contra la Iglesia, aparecieron las "grandes herejías", llamadas así por su gran extensión territorial y por el número de sus seguidores entre los que no faltaron numerosos sacerdotes y obispos.
En algunos casos las herejías surgen como un intento de renovación con valores loables pero al faltar la sumisión a la Iglesia se descarrilan. Por ejemplo, Pedro Valdo renunció a sus riquezas para dedicarse a predicar una vida sencilla basada en el Evangelio. Pero se desvió formándose la herejía valdense que llegó, entre otros errores, a rechazar el valor de la Santa Misa.
Las herejías han sido ocasión para que surgieran defensores de la ortodoxia que inspiraron a la Iglesia en el proceso de estudio sobre las cuestiones constatadas, culminando en definiciones mas claras sobre la fe. De esta manera el Espíritu Santo ha guiado a la Iglesia a desarrollar su doctrina y conocer mejor la verdad.
Ya en la Segunda Carta de Pedro se profetizaba con gran acierto acerca de la naturaleza y efectos de las herejías: «Habrá entre vosotros falsos maestros que introducirán herejías perniciosas y que, negando al Dueño que los adquirió, atraerán sobre sí una rápida destrucción» (2Pe 2,1).
Antes del Concilio Vaticano II se le llamaba herejes a los protestantes, pero el Decreto Sobre el Ecumenismo #3 recomendó que en vez se les llamase "hermanos separados". No se pretendió negar que existan herejías ni el grave daño que estas ocasionan. Pero se quiso tomar una postura reconciliatoria hacia las personas, concientes de que todos hemos pecado y somos culpables.