Regulación de la Natalidad
Ver también Control de la natalidad

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Que enseña la Iglesia: Sobre el matrimonio y sexualidad, los métodos, soluciones, efectos

Planificación natural PNF
moral, eficiente, fortalece el matrimonio y no tiene efectos negativos

En otras pag. de Catolico.org:
Enseñanza de la Iglesia
-Catecismo, sobre la regulación de la natalidad
-Encíclica Humanae Vitae
-1968  -Incluye comentarios de Benedicto XVI y otros sobre su actualidad.
-Encíclica Familiaris Consortio -1981

-Encíclica Evangelium Vitae -1995

-Amor conyugal -excelente explicación de la visión cristiana
-Anticoncepción
-Anticoncepción, ¿es materia grave o leve de pecado según el Magisterio?
-Control de la Natalidad y Planificación natural. -Qué enseña la Iglesia.
-Método Natural Billings es eficaz
-Monitores de Fertilidad

-Sexualidad

En otras páginas de Catolico.org:

Tecnología Napro -planificación y fertilidad. Método reconocido por la Iglesia.

Métodos de planificación natural y programas de fertilidad.
Billings Explicación básica.
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Liga de Pareja a Pareja
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Organizaciones que enseñan PNF
Vida Humana Internacional

En inglés recomendamos:
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"Pope Paul VI Institute"  instituto de estudio sobre la planificación familiar mas avanzado en el mundo. Dirigido por el Dr. Thomas Hilgers, miembro de la Academia Pontificia por la Vida.
catholicinfertility.org
 


Regulación de la Natalidad: ¿Qué enseña la Iglesia Católica?
Fuente: John Kippley de COUPLE TO COUPLE LEAGUE

INDICE

Introducción

I. La Iglesia sobre el matrimonio y la sexualidad
-La relación matrimonial
-La paternidad
-Tamaño de la familia

II. La Iglesia sobre los métodos del control de la natalidad
-La Iglesia se opone al control artificial de la natalidad

-Métodos ilícitos
-Métodos abortifacientes

-Métodos moralmente aceptables
-Diferencia moral entre los métodos naturales y artificiales
-Fundamentos bíblicos contra la anticoncepción
-No es una nueva doctrina
-Acerca de sacerdotes y teólogos que aprueban la anticoncepción
-Iglesias Protestantes ante la anticoncepción
-Religiones no-Cristianas y la anticoncepción

III. Solución: La Planificación Natural de la Familia
Planificación Natural de la Familia
El Método de Planificación Natural
Razón para utilizar el PNF
Dios ha provisto métodos naturales
Métodos modernos PNF
¿Exigen largos períodos de continencia sexual
¿Cuán eficaces son los Métodos modernos de PNF?
Para aprender a usar el PNF
Licitud del recurso a los períodos infecundos

IV. Efectos en el Matrimonio
-Medios artificiales de anticoncepción
-La planificación natural (PNF) y la unidad matrimonial
EN RESUMEN
REFERENCIAS

Introducción

Jesús vino a redimirnos y a enseñarnos la verdad sobre el amor, tanto el amor de Dios hacia nosotros como el amor entre nosotros.  Todo amor viene de Dios.

Jesús nos demostró cuan plenamente el amor compromete permanentemente al mismo Dios con cada uno de nosotros, cómo Dios ama y aún sigue las huellas al pecador para abrazarle de nuevo en la vida de gracia. "Porque Dios tanto amó al mundo que entregó a su único Hijo para que todo el que crea en El no se pierda sino tenga vida eterna" (Jn 3,16).

Jesús nos enseña que amar no siempre es fácil. El sacrificó su vida para que pudiéramos compartir con El la vida eterna. Jesús nos enseña que en el amor matrimonial, el hombre y la mujer están llamados a amarse mutuamente hasta la muerte. Jesús asombró a la gente al declarar que divorciarse y volverse a casar constituye adulterio (Mc. 10, 1-12), y en la Ultima Cena nos dio el nuevo mandamiento,  el mas difícil: "Amaos los unos a los otros, como yo os he amado" (Jn 13, 15).

Por otro lado, Jesús prometió no solamente felicidad eterna a aquellos que lo sigan por el camino estrecho (Mt. 7, 14). También prometió una paz y alegría muy especiales a aquellos que lo acepten y lo sigan: "Aquél que quiera salvar su vida, la perderá; aquél que pierda su vida por mí, la encontrará" (Lc. 9, 24).

Es en este contexto de la enseñanza de Jesús sobre el discipulado del amor que los cristianos pueden comprender Su enseñanza sobre el amor conyugal.  Su enseñanza es la que la Iglesia ha comunicado a lo largo de la historia. En este espíritu de fidelidad, por lo tanto, los cristianos auténticos se deben plantear las preguntas sobre el control de la natalidad y otros problemas pertinentes.

I. La Iglesia sobre el Matrimonio y la sexualidad

La relación matrimonial

El matrimonio es una relación permanente creada por Dios, la cual inician el nombre y la mujer en plena libertad. Es una relación de amor y servicio, y es también un sacramento cristiano.

La sociedad íntima de la vida y el amor conyugal ha sido establecida por el Creador y matizada por sus leyes. Esta relación está enraizada en la alianza conyugal establecida por el consentimiento mutuo e irrevocable.

En ese acto humano, por el cual los esposos se otorgan y se aceptan mutuamente, surge una relación que, por voluntad divina, y en los ojos de la sociedad, tiene carácter permanente ... Un hombre y una mujer, en la alianza matrimonial de amor conyugal, ya "no son dos, sino una sola carne" (Mt., 19, 6) y se prestan ayuda y servicios mutuos, a través de la unión intima de sus personas y acciones ... Los esposos cristianos tienen un sacramento especial por el cual se fortalecen y reciben una especie de consagración en los deberes y la dignidad de su estado". (Gaudium et Spes, 48).'

La paternidad según el Concilio Vat. II (Gaudium et Spes, 50).

«El matrimonio y el amor conyugal están ordenados, por su propia naturaleza, hacia la procreación y educación de los hijos. Los hijos son en realidad el don supremo del matrimonio y contribuyen substancialmente al bienestar de los padres. El mismo Dios que dijo: "No es bueno que el hombre esté solo" (Gen. 2, 18) y «que hizo al ser humano desde el principio varón y hembra" (Mt. 19. 4), quiso compartir con el hombre uno cierta y especial participación en su propia obra de Creación. Por eso Dios bendijo al varón y a la hembra, y les dijo: "Creced y multiplicaos" (Gen. 1. 28).

Por lo tanto, aunque no disminuye los otros propósitos del matrimonio, la verdadera realización del amor conyugal y el sentido pleno de la familia que de él se deriva, tienen esta dirección: Que la pareja esté dispuesta con corazones firmes a cooperar con el amor del Creador y Salvador, quien, a través de ellos aumentará y enriquecerá su propia familia, día tras día".

Los padres deben considerar como su misión apropiada la tarea de transmitir la vida humana y de educar a aquellos a quienes se les ha transmitido. Deben estar conscientes que son por esto cooperadores con el amor de Dios el Creador y son, propiamente hablando, los intérpretes de ese amor"

Tamaño de la familia

La Iglesia no tiene ninguna enseñanza específica acerca del tamaño óptimo de la familia. Tampoco enseña, como dicen algunos, que el matrimonio esté obligado a tener todos los hijos que le sea posible. En las decisiones respecto al tamaño de la familia, la pareja  "tomará en cuenta cuidadosamente tanto su propio bien como el de sus hijos, los ya nacidos, y aquellos que se prevean en el futuro. Los padres considerarán estos elementos a la luz de las condiciones materiales y espirituales de los tiempos, y de su propio estado de vida. Por último, llevarán a consulta los intereses del grupo familiar, de la sociedad temporal, y de la misma Iglesia" (Gaudium et Spes, 50).

Las parejas deben tomar muchos factores en consideración. Por otro lado, la perspectiva cristiana nos advierte que no se deben tomar decisiones basadas en factores puramente materialistas. La vida es un don para ser compartido y la pareja cristiana debe ser generosa en "servir a la vida" según las circunstancias.

El Papa Juan Pablo II ha dicho que las decisiones acerca del número de niños y de los sacrificios que ellos requieren no se deben tomar con miras solamente a un mayor confort o mantener una existencia tranquila. En reflexión profunda sobre esta materia, ante Dios, con las gracias del Sacramento y guiados por la enseñanza de la Iglesia, los padres se dirán mutuamente que ciertamente es menos grave el negar a sus hijos ciertas comodidades o ventajas materiales que privarlos de la presencia de hermanos o hermanas que puedan ayudarlos a crecer humanamente y a culminar la belleza de la vida en todas las edades y en toda su variedad".2


II. La Iglesia sobre los métodos del control de la natalidad

La Iglesia se opone al control artificial de la natalidad (anticoncepción)

La razón básica de la oposición de la Iglesia a cualquier acción pecaminosa es que tal acción es contraria a la naturaleza que Dios nos ha dado.  El control artificial de la natalidad contradice el VI Mandamiento.

En el acto natural de la relación marital los esposos ocurren dos cosas que no se deben separar: Los esposos se expresan amor mutuo y se abren a que ese amor sea fecundo. Los métodos artificiales de anticoncepción pretenden separar estos dos aspectos al extinguir la posibilidad creadora.

Jesús dijo, hablando acerca del matrimonio: "Lo que Dios ha unido, que nadie lo separe» (Mc. 10. 9). Esto también se puede decir del acto sexual, que durante muchos siglos de la historia cristiana ha sido llamado el acto matrimonial.

Dicho de otro modo, Dios ha querido que el acto sexual sirva para que la pareja casada renueve su alianza matrimonial. En esta unión corporal, los esposos reafirman las promesas originales de su amor matrimonial, la decisión de aceptarse mutuamente en lo bueno y en lo malo, y de permanecer unidos hasta la muerte. El control artificial de la natalidad contradice la renovación simbólica de la alianza matrimonial. Es una forma de decir: 'Te acepto en lo que me gusta (placer, comodidad), pero no en lo que me exige sacrificio (paternidad responsable, educar a los hijos, etc.).

Métodos ilícitos
En la Encíclica Humanae Vitae, el Papa comienza señalando la primera forma ilícita de regular la natalidad: El aborto. (n. l4). Luego añade: «Igualmente inaceptable, como ha declarado la autoridad magisterial de la Iglesia frecuentemente, es la esterilización directa, bien sea perpetua o temporal, bien sea del hombre o de la mujer" (HV, 14). . Esta frase condena en conjunto la ligazón de tubos, vasectomías y la pastilla anticonceptiva.

El texto del documento añade: "Igualmente excluida está toda acción que, bien en anticipación del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, intenta, bien como fin o como medio, hacer imposible la procreación" (HV 14). Estas formas antinaturales incluyen la pastilla, los IUD (intra-uterine-devices-dispositivos intrauterinos), espumas, diafragmas, condones, retracción preorgásmica, masturbación mutua o solitaria y prácticas sodomitas.

Métodos de control artificial de la natalidad que son abortifacientes

Hay métodos anticonceptivos que hacen efecto después que la concepción ha ocurrido causando la muerte del bebé ya concebido. Eso es un aborto. El aborto quirúrgico es el más obvio, pero no el único. Los dispositivos intrauterinos actúan primariamente como un abortifacientes al prevenir la implantación en el útero del embrión, ya de una semana de concebido.

La pastilla anticonceptiva efectúa cambios en la superficie protectora interna del útero; estos cambios hacen muy difícil la implantación. No se sabe cuán frecuentemente ocasiona la pastilla estos cambios, pero es innegable que la pastilla actúa como un abortifaciente prematuro, en diversos ciclos, en diferentes mujeres .4

"Desde el momento de la concepción, la vida humana debe protegerse con el mayor cuidado; el aborto y el infanticidio son crímenes inmencionables" (Gaudium et Spes, 51).


Hay Métodos moralmente aceptables

La Humanae Vitae nos dice: «Si hay razones serias para espaciar los hijos, razones derivadas de las condiciones físicas o sicológicas de los esposos, o de, condiciones externas, la Iglesia enseña que es moralmente permitido tomar en cuente los ritmos naturales de la fertilidad humana, y practicar el acto conyugal solamente durante los períodos infértiles, para así regular la concepción, sin infringir los principios morales mencionados antes" (HV, 16).

Vemos así que la misma enseñanza de la Iglesia que condena explícitamente el uso de los métodos artificiales de regulación de la natalidad, aprueba explícitamente el uso de la Planificación Natural de la Familia (cap III), cuando hay razón suficiente para evitar o posponer el embarazo. Con su énfasis en la necesidad de razones serias para usar aún el método natural, la Iglesia rechaza el egoísmo como factor en la planificación de la familia.

Diferencia moral entre los métodos naturales y artificiales

Ya que tanto los métodos naturales como los artificiales tienen el propósito de limitar el tamaño de la familia, algunos se preguntan cual es la diferencia moral.

Un propósito común no hace moralmente iguales a todos los medios que se usen para lograrlo porque el fin no justifica los medios. La Humanae Vitae dice: «No es lícito, aún por la más grave de las razones, hacer el mal para procurar un bien: (HV, 14). Los Diez Mandamientos enseñan que no podemos actuar contra nuestra naturaleza para conseguir un propósito o un placer. La Iglesia afirma que los esfuerzos para controlar la natalidad "deben ser realizados con pleno respeto al orden establecido por Dios" (HV, 16).

Los medios naturales de planificación familiar no separan artificialmente el amor unitivo y la procreación. Los esposos respetan la fecundidad y se abstienen en esos días. Ese respeto fomenta el respeto y amor mutuo entre los esposos. La esposa respeta su fecundidad y el esposo crece en virtud y apreciación hacia su esposa como compañera. 

"Al lenguaje natural que expresa la reciproca donación total de los esposos, el anticoncepcionismo impone un lenguaje objetivamente contradictorio, es decir, el de no darse al otro totalmente: se produce no solo el rechazo positivo de la apertura a la vida, sino también una falsificación de la verdad interior del amor conyugal, llamado a entregarse en plenitud personal". Esta diferencia antropológica y moral entre la anticoncepción y el recurso a los ritmos periódicos "implica...dos concepciones de la persona y de la sexualidad humana irreconciliables entre si" CIC 2370, citando Familiaris Consorcio 32

El Papa Juan Pablo II reafirmó la doctrina de Humanae vitae insistiendo en la diferencia esencial que existe entre seguir ese camino o el acudir a los medios anticonceptivos (catequesis del 8-VIII-1984): «1. Hemos dicho anteriormente que el principio de la moral conyugal que la Iglesia enseña (Concilio Vaticano II, Pablo VI) es el criterio de la fidelidad al plan divino» (Insegnamenti 7/2, 169-171).

Fundamentos bíblicos para la enseñanza de la Iglesia sobre la regulación de la natalidad

Sobre la sexualidad humana
El concepto bíblico del amor humano afirma que el hombre debe subordinar el "eros" o amor erótico, al «ágape", o amor de entrega. El famoso "himno a la caridad" de San Pablo (1 Cor. 13,4ss), aunque no menciona explícitamente el problema del control de la natalidad, establece los fundamentos. Es importante señalar que San Pablo empieza y termina su discurso con los dos aspectos del amor que son indispensables para la realización feliz de la planificación natural de la familia. El texto dice: "El amor es siempre paciente y bondadoso ... espera siempre ... todo lo aguanta". San Pablo también le advierte a los esposos cristianos que tienen que amar a sus esposas como Cristo amó a su Iglesia y se entregó por ella (Ef 5: 25). Jesús conminó a todos los cristianos, la noche antes de su muerte, a amarse los unos a los otros, como El los había amado, afirmación que tiene matices obvios acerca del amor manifestado en la entrega propia (Jn 15:12). San Pablo también enseña que los frutos del Espíritu son "amor, alegría, paz, paciencia, bondad, tolerancia, confianza, mansedumbre y control propio". San Pablo advierte a sus lectores que no pueden pertenecer a Cristo hasta que crucifiquen sus pasiones y deseos (Gal 5:22, 24).

La posición de la doctrina católica contraria a la anticoncepción tiene sus raíces en las Sagradas Escrituras mientras que la planificación natural de la familia, con su auto-control sexual concominante, es coherente con la tradición bíblica.

El Onanismo
Onán, uno de los hijos de Judá, cometió el pecado de anticoncepción ilícita por medio de la retracción prematura. Dios le castigó porque "había cometido una acción abominable" (Gen. 38, 10). (Ver Onanismo).

Algunos eruditos bíblicos afirman que Judá, Onán y otro hermano, fueron culpables de violar una antigua "ley de hermandad", llamada la ley del Levirato. Sin embargo, el código Deuteronómico (Deut. 25. 5-10) estipula un castigo leve por infringir dicha ley. El castigo especial dispensado a Onán, no fue causado por la violación del Levirato, sino por la forma especial en que había pecado es decir, la unión sexual deliberadamente frustrada, en la cual Onán había «derramado su semilla" (Gen. 38, 9) indebidamente, después de aparentar la realización del acto de alianza conyugal.

En el Nuevo Testamento Ananías y Safira mueren súbitamente, castigados porque aparentaron contribuir a la colecta que hacían los Apóstoles cuando en realidad negaron dicha contribución en su sentido pleno. Igual que Onán, aparentaron consumar un acto en sí mismo bueno, pero lo vaciaron de contenido y significado (Hechos, 5, 1 - 1 l).

"Pharmakeia" y el control de la natalidad
(palabra griega raíz de la palabra "farmacia"), aparece en el Nuevo Testamento y posiblemente se refiere al problema del control de la natalidad. Pharmakeia se refiere a la mezcla de diferentes pociones con propósitos secretos o rituales. Los historiadores especializados en el Antiguo Oriente concurren que, en tiempos de Cristo, en el mundo mediterráneo, se mezclaban pociones y brebajes para impedir embarazos o inducir abortos. La traducción más frecuente (en el Nuevo Testamento) de "pharmakeia" es "hechicería o 'brujería", la cual no revela plenamente todas las prácticas ilícitas a que se refiere. Los tres textos en los cuales aparece citada, están situados en un contexto de condena contra la inmoralidad sexual; dos de estos textos también condenan el asesinato. (Gálatas 5, 19-26, Apocalipsis 9. 2 1; Apocalipsis 21, 8). Por lo tanto es muy probable que estas tres perícopas del Nuevo Testamento condenen específicamente el uso de productos de «pharmakeia" para el control de la natalidad.

No debe inquietar la escasez de referencias bíblicas sobre la anticoncepción. La Biblia es una base fundamental para conocer la verdad pero por si sola no es suficiente y puede ser manipulada. La doctrina y la moral están contenidas en el Depósito de la Fe formado por la Biblia y la Tradición (la enseñanza constante y perenne de la Iglesia en materias de fe y moral que nos viene de Cristo por medio de los Apóstoles).  Este Depósito es interpretado y enseñado por el Magisterio de la Iglesia gracias a la guía del Espíritu Santo. Jesús no nos dejó solamente con un libro, sujeto a interpretaciones personales y contradictorias, sino que estableció su Iglesia y la constituyó como Maestra con autoridad magisterial, guiada por el Espíritu Santo. Por eso debemos evitar el "reinterpretar" los textos bíblicos, para hacer ver que estos pecados son compatibles con la doctrina bíblica.


La condena a la anticoncepción no es una nueva doctrina

El problema del control de la natalidad ha surgido muchas veces la historia y la Iglesia ha respondido siempre con una negativa firme y universal contra el aborto, la esterilización y todas las formas de control antinatural de la natalidad. La Encíclica Humanae Vitae de 1968 simplemente reafirmó esta Tradición Universal cuando muchos pensaban que la Iglesia cambiaría. Desde entonces el magisterio pontificio no ha cesado de reafirmar esta enseñanza. Ver: Encíclica Evangelium Vitae de Juan Pablo II.

Acerca de sacerdotes y teólogos que aprueban la anticoncepción

Desde el principio han habido miembros de la Iglesia que se han separado de la auténtica enseñanza. La verdad no nace del consenso sino que es enseñada con toda certeza solo por el Magisterio de la Iglesia Católica. Por eso el católico debe distinguir entre la enseñanza del Magisterio y la opinión particular o privada de algunos sacerdotes o teólogos.

La Iglesia no cambiará jamás en cuanto a su doctrina porque su origen es la revelación divina. En la Ultima Cena, Jesús prometió a sus apóstoles que el Espíritu Santo guiará a su Iglesia a la plenitud de la verdad (Jn 14-17). Cuando una doctrina se ha enseñado con constancia y unanimidad a través de los siglos, los cristianos tienen fundamento para creer que esta doctrina procede del Espíritu Santo y es, por lo tanto, verdadera.

En cuanto a los obispos del mundo, la inmensa mayoría son fieles a la enseñanza y aceptan al Magisterio. Siempre habrán excepciones, pero debemos saber que solo se puede considerar como Magisterio de la Iglesia las enseñanzas de los obispos que están en comunión con el Papa.

El Papa Juan Pablo II ha reafirmado repetidamente la enseñanza contra los anticonceptivos, contra el aborto y la esterilización11. El Sínodo Mundial de Obispos en 1980 reafirmó esta Tradición, y tanto el Papa como el Sínodo han afirmado que esta doctrina es de precepto divino.'

En los Estados Unidos, los obispos Católicos reafirmaron el contenido específico de la Tradición inmediatamente después de la Humanae Vitae,1" y más tarde en su Pastoral Conjunta sobre Problemas Morales" y posteriormente en documentos sobre educación religiosa. 12

Iglesias protestantes ante la anticoncepción

Anterior a 1930, ninguna iglesia Protestante aceptaba la anticoncepción. De hecho, la cultura occidental reconocía que la anticoncepción es un mal que lleva a otros males, como la promiscuidad sexual y el divorcio. Sin embargo, en 1930, la Iglesia Anglicana por primera vez aceptó la anticoncepción y muchas otras iglesias protestantes la siguieron. Las Iglesias Ortodoxas, sin embargo, continúan fieles a la auténtica Tradición cristiana contra la anticoncepción. 

Desafortunadamente, algunas de ellas siguieron el mismo razonamiento que les llevó a adoptar la anticoncepción y llegaron a justificar el aborto. No todas las Iglesias, sin embargo han tomado este paso, y algunas que originalmente aceptaron el aborto, ahora han cambiado su posición al respecto.

Religiones no-cristianas y la anticoncepción

Las religiones no cristianas generalmente carecen de un sistema de ética o de teología moral como el que encontramos en nuestra experiencia de fe en el Magisterio de la Iglesia. Pero no hay duda de que muchos profetas y maestros de esas religiones han hablado de temas específicos de moral. Un ejemplo es Mahatma Gandhi; en sus declaraciones sobre el control de la natalidad en la década de los años 1920 rechazó por completo el uso de métodos artificiales. Muchas de sus ideas son semejantes a los criterios morales de la encíclica del Papa Pablo VI, Humanae Vítae, publicada en 1968.


III. Solución: La Planificación Natural de la Familia

Ver también: La planificación familiar natural es científica, fiable y enriquecedora para la vida matrimonial -E-cristians

Planificación Natural de la Familia es la regulación de la concepción humana a base de limitar el acto conyugal al período infértil del ciclo femenino. Esta práctica se fundamenta en el hecho de que el período de la ovulación femenina se puede determinar con gran precisión. La Planificación Natural de la Familia es moralmente permisible cuando hay motivos válidos. Ver: Regulación de la natalidad en el Catecismo (VI Mandamiento)

El Papa Juan Pablo II reafirma de nuevo la doctrina de Humanae vitae insistiendo en la diferencia esencial que existe entre seguir ese camino o el acudir a los medios anticonceptivos (catequesis del 8-VIII-1984): «1. Hemos dicho anteriormente que el principio de la moral conyugal, que la Iglesia enseña (Concilio Vaticano II, Pablo VI) es el criterio de la fidelidad al plan divino» (Insegnamenti 7/2, 169-171).

El Método de Planificación Natural se utiliza para determinar los días fértiles de la mujer con el fin de planificar la familia. Los métodos modernos de planificación familiar son muy eficaces aun cuando la mujer sea irregular.

Dios ha provisto a la pareja con métodos de regulación de la natalidad

Dios ha dispuesto, en el contexto integral de su Creación, métodos naturales para controlar los nacimientos según los exijan las necesidades personales y sociales. Desde los albores de la creación humana, la crianza natural de pecho ha sido un regulador y "espaciador" natural de embarazos. En tiempos recientes, científicos y médicos han desarrollado otros medios naturales.

Crianza de pecho para espaciar los nacimientos
La lactancia de pecho es el método natural de espaciamiento más universalmente empleado que existe. Este método ha espaciado más embarazos que ningún método adoptado conscientemente.

Sin embargo, debemos enfatizar que esta propiedad de la crianza de pecho es válida solamente cuando se practica la crianza" ecológica", es decir, cuando la madre está consistentemente con el niño, y cuando ésta amamanta frecuentemente durante el día. Esta forma natural de espaciar los nacimientos es moralmente aceptable. (Para mayor información, recomendamos la lectura del libro" Does Breastfeeding Really Space Babies?"13). 

El Intervalo normal entre embarazos, en una mujer que use el método de crianza natural, varía entre 18 y 24 meses. Esto es un signo de la unidad orgánica del amor humano y la procreación: la madre permanece con el niño, lo cría naturalmente, y puede espaciar el próximo embarazo en un contexto moral legítimo.

Método del Ritmo (ya superado)
La primera forma de Planificación Natural de la Familia fundamentado en la abstinencia periódica fue el Ritmo de Calendario. Este método se usó durante la década de 1930; el método tenía un índice de efectividad parecido al de los métodos artificiales (o de contención) disponibles entonces - condones y diafragmas. Esta efectividad presuponía, sin embargo, que la madre tuviera ciclos regulares y aprendiera a conciencia el método. Para algunas parejas resultaba poco confiable, bien por la irregularidad del período de la esposa, o bien por ignorancia acerca del use del método. Debe tenerse presente, sin embargo, que los métodos de Planificación Natural de la Familia actuales son mucho mas avanzados que el antiguo método del ritmo.

Métodos modernos de Planificación Natural
Los dos métodos más populares de Planificación Natural de la Familia son el Método Sinto-Térmico y el Método de la Ovulación. Estos métodos de Planificación Natural hacen posible que una pareja pueda identificar los periodos fértiles e infértiles de la esposa. Las parejas que desean tener hijos tienen relaciones sexuales en los períodos fértiles. Las parejas que quieren, por razones graves, evitar o espaciar los hijos, tienen relaciones sexuales solamente durante los períodos infértiles y evitan el contacto genital durante los períodos fértiles. Ambos métodos son muy superiores al antiguo método del ritmo, que dependía solamente de la historia de ciclos pasados.

El Método Sinto-Térmico toma en cuenta los cambios en la mucosidad cervical de la mujer, y los cambios en su temperatura base; algunas mujeres que usan este método también incluyen la observación de cambios físicos en la cerviz (ensachamiento,"estrechez, etc.). Estos signos se cotejan mutuamente para determinar los diferentes períodos de fertilidad e infertilidad. Este método también es conocido como el método BillingsEl método de la Ovulación sólo toma en cuenta la variación de la mucosidad.

Varios métodos, cursos y contactos para aprender PNF>>

¿Exigen estos métodos naturales largos períodos de continencia sexual?
Normalmente no. Muchas parejas sólo tienen una semana de abstinencia, y la mayor parte no tienen que guardar continencia más de 12 a 14 días. Con la gracia de Jesucristo y la gracia del Espíritu Santo, muchas parejas han descubierto que la abstinencia, lejos de ser una dificultad, es un factor positivo para su crecimiento como matrimonio cristiano.

¿Cuán eficaces son los Métodos modernos de PNF?   VER: Cuadro comparativo de diferentes métodos de planificación, efectividad, forma, efectos, costo, etc.

El método Sinto-Térmico (conocido como MST) es más fácil de enseñar y de aprender, y es más eficaz, que el método de la Ovulación. Los métodos de PNF modernos tienen un índice de efectividad superior a la pastilla y los dispositivos intrauterinos (IUD), y es mucho más eficaz que los métodos de contención (condones y diafragmas). La efectividad de la PNF ha sido ampliamente demostrada. Ver:  Hasta el gobierno chino comunista ha reconocido su efectividad en extensas pruebas.         

Para aprender a usar el PNF
El libro más completo sobre la materia es The Art of Natural Family. El servicio de formación de PNF más difundido, es el de Couple to Couple League (La Liga de Pareja-a-Pareja). Para mayor información sobre el PNF o la posibilidad de abrir una rama regional de la CCL, se puede escribir a la oficina nacional de la CCL a la dirección al final del artículo. 

Licitud del recurso a los períodos infecundos

Papa Pablo VI en la Encíclica Humanae Vitae 2:16 (25 VII 68)

16. A estas enseñanzas de la Iglesia sobre la moral conyugal se objeta hoy, como observábamos antes (n.3), que es prerrogativa de la inteligencia humana dominar las energías de la naturaleza irracional y orientarlas hacia un fin en conformidad con el bien del hombre. Algunos se preguntan: actualmente, ¿no es quizá racional recurrir en muchas circunstancias al control artificial de los nacimientos, si con ello se obtienen la armonía y la tranquilidad de la familia y mejores condiciones para la educación de los hijos ya nacidos? A esta pregunta hay que responder con claridad: la Iglesia es la primera en elogiar y en recomendar la intervención de la inteligencia en una obra que tan de cerca asocia la criatura racional a su Creador, pero afirma que esto debe hacerse respetando el orden establecido por Dios.

Por consiguiente, si para espaciar los nacimientos existen serios motivos, derivados de las condiciones físicas o psicológicas de los cónyuges o de circunstancias exteriores, la Iglesia enseña que entonces es lícito tener en cuenta los ritmos naturales inmanentes a las funciones generadoras para usar del matrimonio sólo en los períodos infecundos y así regular la natalidad sin ofender los principios morales que acabamos de recordar".

La Iglesia es coherente consigo misma cuando juzga lícito el recurso a los períodos infecundos, mientras condena siempre como ilícito el uso de medios directamente contrarios a la fecundación, aunque se haga por razones aparentemente honestas y serias. En realidad, entre ambos casos existe una diferencia esencial: en el primero, los cónyuges se sirven legítimamente de una disposición natural; en el segundo, impiden el desarrollo de los procesos naturales. Es verdad que, tanto en uno como en otro caso, los cónyuges están de acuerdo en la voluntad positiva de evitar la prole por razones plausibles, buscando la seguridad de que no se seguirá; pero es igualmente verdad que solamente en el primer caso renuncian conscientemente al uso del matrimonio en los períodos fecundos cuando por justos motivos la procreación no es deseable, y hacen uso después en los períodos agenésicos para manifestarse el afecto y para salvaguardar la mutua fidelidad. Obrando así, ellos dan prueba de amor verdadero e integralmente honesto.

Juan Pablo II ha dedicado a este tema varias alocuciones, abordando sus diversos aspectos:
a) lo que es lícito en la regulación de los nacimientos
c) la necesidad de que existan convicciones sobre los verdaderos valores de la vida y de la familia para que se pueda entender y valorar esa doctrina. Sobre el dominio de si mismo y la libertad que corresponden a la persona en relación con la transmisión de vida: Audiencia General del 22 de agosto, 1984.
d) la necesidad de que hayan razones justificadas para que se pueda recurrir lícitamente a los períodos infecundos. (alocución del 5 IX 84)

Razón para utilizar el PNF
La fidelidad al plan de Dios sobre la transmisión de la vida pide, en ocasiones, la no procreación de nuevas vidas. Entonces la responsabilidad en la paternidad se pone en práctica con la continencia absoluta o periódica, según los casos.

En la práctica de la continencia periódica -el uso del matrimonio exclusivamente en los días infecundos de la mujer- exige la existencia de razones que lo justifiquen. Esas causas pueden ser diversas (médicas, eugenésicas, económicas y sociales), según se deduce de la enseñanza del Magisterio. En cualquier caso, los «motivos justos» de que se habla han de ser «serios» y graves, es decir, proporcionados a la decisión de privar voluntariamente de la prole a la vida conyugal. Es suficiente recordar los adjetivos que el mismo Pío XII utilizó al referirse a estos motivos: «casos de fuerza mayor» (AAS 43 [1951] 846)- «motivos morales suficientes y seguros» (ibid., 845); «motivo grave, motivos serios, razones graves personales o derivadas de las circunstancias externas» (Ibíd., 867); «graves motivos» (Ibíd. 846); «motivos serios y proporcionados (y las indicaciones de la eugenesia pueden tener carácter grave)»  (AAS 50 [1958] 736)... (Fernando Guerrero, El Magisterio Pontificio Contemporáneo, T.II, BAC p. 299.)

Se requieren criterios objetivos y la virtud de la castidad conyugal
«Cuando se trata de armonizar el amor conyugal con la transmisión responsable de la vida, el aspecto moral de cualquier método no depende solamente de intenciones sinceras o de una evaluación de motivos. El aspecto moral debe ser determinado por criterios objetivos. Estos criterios, fundamentados en la naturaleza de la persona humana y sus actos, salvaguardan el sentido pleno de la entrega mutua y la procreación humana en el contexto del amor verdadero. Esta meta no se puede lograr, si no se practica con sinceridad la virtud de la castidad conyugal. A la luz de estas normas, los hijos fieles de la Iglesia no pueden usar métodos de regulación de la natalidad que el Magisterio de la Iglesia ha señalado como inmorales» (Gaudium et Spes, 5I).


IV. Efectos en el Matrimonio

¿Cómo afecta el matrimonio el uso de medios artificiales de anticoncepción?

El uso creciente de métodos artificiales desde 1913 ha sido acompañado de un aumento de divorcios de casi un 500 %. Las parejas católicas antes tenían una tasa de divorcios más baja que  parejas de otras confesiones. Pero, lamentablemente, matrimonios católicos se unieron al uso de anticonceptivos, sobre todo en la década de 1960, la tasa de divorcio entre los católicos ha subido desde entonces hasta el mismo nivel. Vivimos en una cultura que ha dejado de ser cristiana. 15 Aún teniendo en cuenta el hecho que otros factores han contribuido a la ruptura de la estabilidad familiar, hay evidencia abundante que permite afirmar que la mentalidad anticonceptiva ha sido uno de los factores más significativos.

La planificación natural (PNF) y la unidad matrimonial  ver también>>

Muchas parejas que han dejado de usar medios artificiales han reportado que la relación marital ha mejorado substancialmente con el uso de la Planificación Natural. Este dato ha sido confirmado por estudios sociológicos (17) y por encuestas que arrojan una tasa de divorcios asombrosamente baja en las parejas que practican PNF. 18

Entre los factores que contribuyen a profundizar la relación marital a través del uso del PNF podemos mencionar: un diálogo más abierto y frecuente, la ausencia del sentimiento de "sentirse usada" en la mujer; desarrollo de una intimidad no-genital; paz de espíritu y de conciencia; ausencia de temor ante los efectos fisiológicos negativos causados por métodos artificiales. Además, la práctica del PNF ayuda a desarrollar la firmeza de carácter que es indispensable para la fidelidad matrimonial y la permanencia del matrimonio.


EN RESUMEN: Dios es Amor (1 Jn., 4,7-9), es la fuente de vida y de la sexualidad humana. La fe auténtica se preocupa por el sexo, porque el sexo tiene que ver con el amor y con la vida. Dios es Verdad, y es parte de la fe católica el creer que el Espíritu Santo guía a la Iglesia cuando ella enseña la verdad sobre el amor - incluyendo el amor sexual.

«Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos,  y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.» (Jn. 8, 32).


REFERENCIAS

1. Vaticano II, Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el Mundo Moderno. Las referencias ulteriores a este documento se encuentran en el texto del folleto, y usan el nombre común del mismo, tomado de las primeras palabras del texto oficial en latín: Gaudium et Spes. Las referencias aluden a secciones numeradas del texto oficial .

2. Juan Pablo II, Homilía en la Misa del Mall de Washington, Octubre 7, 1979.

3. Pablo VI, Carta Encíclica Humanae Vitae, Julio 25, 1968. Las referencias aluden a secciones numeradas del texto oficial.

4. The Píll and the IUD: Sorne Facts for an Informed Choice (Cincinnati: The Couple to Couple League) 1980. (La Pastilla y los IUD -Dispositivos Intrauterínos - Datos para una Decisión Responsable)

5. Esta idea ha sido desarrollada por John C. Ford, S.J. y Germaine Grisez, en «Contraception and the Infallibility of the Ordinary Magisterium" (Anticoncepción y la Infalibilidad del Magisterio Ordinario), Theological Studies, 39:2 (Junio 1978), p. 258-312.

6. Conferencia Católica Canadiense, Statement on the Formation of Conscience, (Declaración sobre la Formación de la Conciencia, n. 41, Diciembre 12, 1973.

7. Marcellino Zelba, The Magisterium of the Pope and of the Episcopal Conferences, (El Magisterio del Papa y de las Conferencias Episcopales).. Natural Family Planning, Milwaukee, W1: De Rance, Inc.) 1980, 215-218.

8. Entre las afirmaciones notables de Juan Pablo II sobre la Humanae Vitae, tenemos su declaración a los obispos de los Estados Unidos (Octubre 5, 1979) y su "Mensaje a las Familias Cristianas" Quinta Asamblea General del Sínodo Mundial de Obispos, Octubre 25. 1980. (Origins, 10, Nov. 6, 1980).

9 Juan Pablo II, Mensaje a las Familias Cristianas", op. cit., Sínodo de Obispos, «El Mensaje a las Familias Cristianas", nn 9- 11, Octubre 25, 1980. (Orígins, 10, Nov. 6, 1980).

10. National Council of Catholic Bishops (Concejo Nacional de Obispos Católicos), Human Life in Our Day, (La Vida Humana en nuestros Días) Noviembre 15. 1968.

11. NCCI3 (CNOC) (Conferencia Nacional de Obispos Católicos), To Live in Christ Jesus, (Vivir en Cristo Jesús) (Nov. 11, 1976), pp. 17- 1 S.

12. CNOC, Sharing the Light of Faith (Compartiendo la Luz de la Fe), 1979, nn. 1 05-B, 13 1.

13. Does Breastfeeding Really Space Babies? (¿Contribuye realmente el amamantamiento a espaciar los niños?) (Cincinnati: The Couple to Couple League), 1980.

14. John y Sheila Kippley, The Art of Natural Family Planning (El Arte de Planificación Natural de la Familia (Cincinnati, The Couple to Couple League), 1979.

15. Para evidencia adicional, lea The Legacy of Contraception: Fornication, Divorce, Abortion (La Herencia de la Anticoncepción: Fornicación, Divorcio, Aborto) (Cincinnati: The Couple to Couple League), 1980.

16. Mary Peter McCusker, Couples' Perceptions of the Use of Fertility awareness Methods of Natural Family Plannnig on Their Marriage Relationship (Perspectivas de las Parejas Casadas sobre la influencia de los Métodos de Concientización de Fertilidad, de la Planificación Natural de la Familia, sobre su Matrimonio). (Washington, D.C.; Catholic University of America) Tesis de grado para Maestría, Junio 1976.

17. Joseph Tortorici, «Conception Regulation, Self Esteem and Marital Satisfaction among Catholic Couples* (Regulación de la Concepción, Autoestima y satisfacción marital en las Parejas Católicas) Estudio de la Universidad de Michigan State, Internatiónal Review of Natural Family Planníng (Revista Internacional de Planificación Natural de la Familia), 3:3 (Otoño, 1979) 191-205.

18. Los resultados de una encuesta indicaron que menos de un 1 % de practicantes de NFP, que respondieron a la encuesta, eran divorciados y vueltos a casar. (Nona Aguilar, No-Pill, No Risk Birth Control) (Control de la Natalidad sin Pastilla y sin Riesgo), New York, Rawson 1980, 104- 105. Sacerdotes con años de experiencia en tribunales matrimoniales Católicos, han declarado que, en casi todos los casos, el divorcio habla sido precedido por Incontinencia sexual - bien a través del uso de anticonceptivos durante el matrimonio, bien por la práctica de sexo pre-matrimonial, o ambos.


Este trabajo está tomado de los estudios de John Kippley de COUPLE TO COUPLE LEAGUE (Liga de Pareja a Pareja) y adaptado por el Padre Jordi Rivero.

COUPLE TO COUPLE LEAGUE en USA: 3621 Glenimore Ave. P.O. Box 111184 Cincinnati, Ohio 45211 El Teléfono: (513) 661-7612. Para información de PNF en su país consulte con su parroquia o la chancillería de su diócesis.


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Laudetur Jesus Christus.
Et Maria Mater ejus. Amen